Una Vida Con Él - (Harry Potter y tu)

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*Narra ___________*
Al paso de los día veíamos a Quirrell cada vez más delgado y pálido, pero no parecía que su voluntad hubiera cedido. Cada vez que pasábamos por el pasillo del tercer piso, apoyábamos las orejas contra la puerta, para ver si Fluffy estaba gruñendo, allí dentro. Snape seguía con su habitual mal carácter, lo que seguramente significaba que la Piedra estaba a salvo o eso queríamos creer.

Por otra parte, entre más día pasaba, Hermione comenzaba a hacer horarios para repasar y a subrayar con diferentes colores los apuntes para estudiar; nos molestaba sobre qué deberíamos de estudiar para sacar buenas notas.

—Hermione, faltan siglos para los exámenes —se quejó Ron.

—Cierto —apoye a Ron—. Deberías de relajarte un poco.

—Diez semanas —nos dijo ella—. Eso no son siglos, es un segundo para Nicolás Flamel.

—Pero nosotros no tenemos seiscientos años —le dijo Ron—. De todos modos, ¿para qué repasas si ya te lo sabes todo?

—¿Qué para qué estoy repasando? —dijo Hermione casi explotando—. ¿Estás loco? ¿Te has dado cuenta de que tenemos que pasar estos exámenes para entrar en segundo año? Son muy importantes, tendría que haber empezado a estudiar hace un mes, no sé lo que me pasó...

Ron quería seguir peleando, pero le hice una seña de que se callara, ya que si no lo hago, Hermione seguiría hablando.

Pero desgraciadamente, los profesores parecían pensar lo mismo que Hermione. Nos dieron tantos deberes que las vacaciones de Pascua no resultaron tan divertidas como las de Navidad. Era difícil relajarse con Hermione al lado, recitando los doce usos de la sangre de dragón o practicando movimientos con la varita. Ya empezaba a estar aburrida de estar siempre en la biblioteca.

—Nunca podré acordarme de esto —se quejó Ron. Seguí leyendo mi libro—. ¡Hagrid! ¿Qué estás haciendo en la biblioteca?

Aquello llamó nuestra atención y lo miramos, él rápidamente escondió un libro atrás de su espalda.

—Estaba mirando. ¿Y ustedes qué hacen? No estarán buscando todavía a Nicolás Flamel, ¿no?

—Oh, lo encontramos hace siglos —dijo como si nada Ron.

—Y también sabemos lo que custodia el perro, es la Piedra Fi... —empecé a decir.

—¡¡Shhh!! No poden ir por ahí diciéndolo a gritos. ¿Qué les pasa?

—Perdón.

—En realidad, hay unas pocas cosas que queremos preguntarte sobre qué cosas más custodian la Piedra, además de Fluffy... —empezó a decir Harry.

—¡SHHHH! Miren, vengan a verme más tarde, no les prometo que les vaya a decir algo, pero no anden por ahí hablando, los alumnos no deben saber nada. Van a pensar que yo se lo he contado...

—Te vemos más tarde, entonces —dijo contento Harry, mientras Hagrid se iba molestó.

—¿Qué escondía detrás de la espalda? —preguntó Hermione.

—¿Creen que tiene que ver con la Piedra? —dijo Harry.

—Voy a ver en qué sección estaba —dijo Ron fue y regreso—. ¡Dragones! ¡Hagrid estaba buscando cosas sobre dragones! Miren estos dos: Especies de dragones en Gran Bretaña e Irlanda y Del huevo al infierno, guía para guardianes de dragones...

—Hagrid siempre quiso tener un dragón, me lo dijo el día que lo conocí —dijo Harry.

—Pero va contra nuestras leyes —dije—. Criar dragones fue prohibido por la Convención de Magos de 1709, todos lo saben. Era difícil que los muggles no nos detectaran si teníamos dragones en nuestros jardines. De todos modos, no se puede domesticar un dragón, es peligroso. Tendríais que ver las quemaduras que Charlie se hizo con esos dragones salvajes de Rumanía.