Una Vida Con Él - (Harry Potter y tu)

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*Narra ____________*
El regreso a Hogwarts no fue tan alegre. Los gemelos intentaba animarme en todo momento y les agradecía eternamente que no me dejaron sola, sobre todo en el funeral de mi madre. Los tres íbamos en un compartimiento, ellos hablaba y yo solo aparentaba escuchar y sonreía un poco para que no se preocuparan más por mí.

Al llegar a Hogwarts, no quise a cenar y ellos lo entendieron, así que tome mi baúl y fui directamente a la Sala Común, pero en el camino me encontré a Harry y Ron.

—¿Estas bien? —pregunto y luego hizo una mueca—. Una mala pregunta —aquello me hizo sonreír un poco—. Fred y George nos mandaron una carta explicando que paso... —baje la cabeza.

—Lo lamentamos —dijo Harry.

—Yo también —dije y suspire, intentaba ya no llorar más, lo había hecho en todas la vacaciones—. Debería ir a cenar —los mire—. Yo iré a la Sala Común...

—Iremos contigo —habló rápido Ron.

—Tienes hambre, Ron —dije un poco divertida y él no lo pudo negar porque su estomago gruño—. Vayan, yo estar bien.

—Yo no tengo hambre —dijo Harry—, te acompañare, te vemos después Ron.

Ron asintió con la cabeza no muy seguro y se fue al Gran Comedor, mientras Harry, quien me ayudo con mi baúl, y yo nos íbamos a la Sala Común.

—Sabes que si necesitas algo, puedes decirnos, ¿cierto?

—Lo sé —le regale una pequeña sonrisa mientras caminábamos y llevábamos mi baúl—. Los gemelos me dijeron lo mismo, sus padres también y los amigos de mi madre... —sentí un nudo en la garganta—. ¿Donde esta Hermione? —pregunto evitando el tema.

—En la enfermería —respondió y la mire sorprendida—. Bueno veras...

Mientras seguíamos caminando me contó sobre la aventuras con la poción multijugos, lo que descubrieron de Draco, que no fue mucho y sobre como Hermione había echado sin querer pelos de gato a su poción. Cuando termino de relatar todo eso, ya habíamos llegado.

—Mañana iré a verla —dije mientras nos deteníamos en las escaleras que daban a la habitación de las chicas—. Gracias por ayudarme.

—De nada —me miro unos segundos más—. Si quieres hablar con alguien Ron y yo te escucharemos.

Aquello me hizo sonreír y lo abrace y él a mí.

—Gracias —murmure.

La noche había sido algo dura, necesitaba a mi mejor amiga conmigo, pero la puede ir a visitar al día siguiente, donde me daba su apoyo como todos los demás.

—Tu madre fue muy valiente —me dije y sonreí triste.

—Lo sé —nos quedamos callada unos segundos—. Pero aún no entiendo porque me querían a mí.

Hermione se quedo pensando unos segundos, pero sin duda ninguna de las dos teníamos respuesta para eso.
Cuando comenzó el nuevo trimestre, le llevamos cada día los deberes ya que ella misma los pedía.

—Si a mí me hubieran salido bigotes de gato, aprovecharía para descansar —le dijo Ron.

—No seas tonto, Ron, tengo que mantenerme al día ¿Tienen alguna pista nueva? —añadió en un susurro, para que la señora Pomfrey no pudiera oírla.

—Nada —dijo Harry con tristeza—.

—Estaba tan convencido de que era Malfoy... —dijo Ron por centésima vez.

—Pero ya descubrieron que Draco no es —dije yo—. ¿Qué es eso? —pregunte, señalando algo dorado que sobresalía debajo de la almohada de Hermione.