Aunque No Puedas Verme. Junghope.

Seven

Hoseok se había cambiado y ahora se encontraba secando su cabello frente al espejo de su cuarto.

Jungkook sabía que hacía frío y no entendía por qué Hoseok no se ponía un suéter. Vio que su novio estaba a punto de salir de la habitación por lo que corrió al armario y dio un golpe en la puerta. Por suerte funcionó. Aunque Hoseok saltó por el susto y se giró con una expresión de confusión, su ceño fruncido y su mirada clavada en el armario. Por la puerta le entró más aire por lo que decidió acercarse al armario y confirmar que seguramente había sido un gancho que se había caído. Al abrir el armario no vio nada fuera de lugar, tomó una sudadera de Jungkook y se la puso. Decidió ignorar el ruido anterior y salió a la cocina.

Jungkook sonrió victorioso, había logrado que Hoseok se cubriera y así no podía resfriarse.

Hoseok se detuvo abruptamente al ver su laptop cerrada, no recuerda haberla dejado así, él sabía que no se iba a tardar por eso la había dejado abierta. Antes de que lograra encontrarle sentido escuchó la puerta ser tocada.

La abrió y dejó a Tae entrar.
Jungkook salió del cuarto al escuchar la puerta.

—Traje comida y unas cosas más que quizás puedan ayudarte.—Hoseok asintió y tomó su laptop para llevarla a su cuarto y que no estorbara a Tae que dejó las bolsas en la mesa.

—Era solo la cena, no el mercado completo.— Dijo Hoseok al regresar y Tae rió.

—Supuse que no querrías salir en un tiempo, por lo que decidí traer lo suficiente como para una semana.— Hoseok sonrió.

—Gracias, no era necesario.—Tae no respondió solo dio un pasó atrás para que Hoseok revisara las bolsas.

Jungkook bajó la mirada al ver cómo juntos acomodaban las cosas en los almacenes de la cocina.

Salió por la puerta para poder ir al hospital de nuevo. Tenía que escuchar lo que los doctores decían. Quizás había una manera en la que podía despertar y no estaban haciendo nada.

Dejó a Hoseok ahí. Porque aunque quisiera, no podía hacer nada. Además, él parecía estrar bien.

Hoseok terminó de comer lo poco que se había servido, en realidad no tenía hambre. Pero sino no lo hacía Tae no iba a dejarlo.

—Es noche, creo que es hora de irme.—Hoseok asintió y lo guió a la salida.

—Gracias, Taehyung.—El mencionado sonrió contento y se despidió agitando su mano de lado a lado.

Cerró la puerta y soltó un suspiro. Apagó la luz de la cocina y arrastrando los pies fue hasta su habitación para poder acostarse en la cama y trabajar.

Se acordó que debía terminar de hacer una corrección. Y por todo lo que había pasado olvidó que tenía un empleo.

Tomó su laptop una vez sentado en la cama y la puso arriba de sus piernas. La abrió y miró confundido la página que estaba ahí.

—¿Cómo despertar del coma?—Leyó Hoseok. Su ceño se frunció pues estaba seguro de que él no había buscado eso.

No podía haber sido Tae pues él no estaba cuando Hoseok sacó su laptop, además no se sabía su contraseña. De cualquier forma en la que lo pensara no tenía sentido.

Comenzó a leer documento y su corazón comenzó a alterarse.
No podía ser cierto. No era verdad. Él había muerto. Jungkook había muerto.

No era probable.

Ahí decía que las personas en coma algunas veces “su alma” se movía por los lugares como un  fantasma. Incluso podían mover cosas y sentir como si estuvieran vivos en algunos sentidos. Aunque esto no estaba completamente comprobado y era una suposición, cosas que algunas personas decían que vivían. Aunque no tenían realmente algo con lo que pudieran comprobarlo.

Hoseok tomó aire un segundo y comenzó a analizar la situación.

Él no había buscado eso. Quien lo haya hecho tenía que ser alguien que tuviera un conocido en coma. Tae ya había quedado descartado por obvias razones. No tenía amigos, mucho menos enemigos, además de los padres de Jungkook. Pero dudaba que ellos fueran a su casa a buscar eso en su laptop.

Solo había una razón. Una explicación que no quería pensar ni mucho menos quería creer.

O quizás sí.

Según lo que había leído la persona en coma era como un fantasma.

¿Y si Jungkook no estaba muerto?

Él no había ido al funeral. No era como si fuera bienvenido, por eso ni siquiera lo intentó. Tampoco era como si hubiera podido estar ahí. Así que no le constaba que Jungkook estuviera muerto. Solo había creído en la madre de Jungkook, se había resignado a la idea y se había dejado ahogar en sus propias lágrimas.

Con algo de nerviosismo y sintiéndose algo idiota, habló.— Jungkook...

No sabía si podía hablar. Suponía que no pues seguramente ya lo habría hecho.

—Sino puedes hablar...mueve algo... —Esperó pacientemente. No respiró, estaba atento a cualquier movimiento o sonido.

Pero no pasó nada.

Hoseok pensó que tal vez Jungkook no había venido a verlo. O quizás lo que decía la página era mentira.

Sintió un escalofrío y se abrazó a sí mismo. Recordó cuando hace unas horas en el armario se había escuchado un ruido y no había sido nada.

Pero, ¿y si había sido él?

Recuerda también haber sentido una mirada sobre él, pero había pensado que era solo su imaginación. Ahora mismo no se sentía vigilado, ¿y si era verdad?

Pasó una mano por su cara completamente frustrado, definitivamente se estaba volviendo loco.

No podía ser cierto.

Eso no era posible.

No era verdad.

Jungkook estava muerto. Esa era la realidad.

💜