Aunque No Puedas Verme. Junghope.

Two

—Y por más que quiera, no puedo olvidarte...
—MelDragon.

💜

2018
Pasado.

Estaba nervioso.
Llegaría a casa muy pronto donde Jungkook lo estaba esperando con una deliciosa cena. Cumplían meses de novios e iban a celebrarlo. Hoseok no sabía qué regalarle a Jungkook, al principio pensó lo mismo que su pareja, preparar comida y estar relajados en el departamento, pero antes de si quiera comenzar a planear su idea, Jungkook le había llamado para decirle que ni pensara en robarle su idea y lo esperaba en el departamento. Así que tuvo que pensar en otra cosa. Se le habían ocurrido muchas ideas, una de ella había sido regalarle un reloj, sabía lo mucho que le gustaban a Jungkook. También pensó en regalarle un perrito, pero de inmediato se arrepintió porque sabía que había días en los que Jungkook salía de viaje por cosas del trabajo y no podía estar pendiente de la mascota. Así que luego de descartar varias ideas de ese tipo, llegó a la conclusión de que unos anillos de pareja eran la mejor opción. A él en lo personal no le gustaban ese tipo de cosas, pero sabia que Jungkook era un poco más cursi que él y seguramente le gustaría.

Estaban gravados con una frase que Jungkook le había dicho una vez.

“Stay with me"

Jungkook siempre le recordaba que estaría para él sin importar qué pasara. Siempre que Hoseok se deprimía o no estaba del todo bien, Jungkook lo acompañaba a cada rato. Lo hacía reír, cocinaba para él y le daba cariñitos. Eso bastaba para sentirse la persona más feliz del mundo.

Llegó por fin al departamento, subió por el elevador en lugar de las escaleras. No le gustaba usarlas, no había luz y además de eso eran muy resbaladizas.

Tocó a la puerta aunque tenía llaves, Jungkook le había pedido que lo hiciera para no arruinar su sorpresa. Que por cierto dentro de nada estaría por verla.

La puerta fue abierta y un sonriente Jungkook lo recibió.

—Me alegra verte.—Parecía nervioso. Bastante. Sus manos jugaban entre si y sus pies no dejaban de moverse. Sin embargo, Hoseok no dijo nada.

—¿Pensabas que no iba a venir?— Jungkook le sonrió aún más y lo atrajo a él envolviendo sus brazos alrededor de su cintura.

—No sabía que te verías así de hermoso.— Jungkook era más alto que él. Su cabello era negro y su piel blanca. Sus labios rosados y su mandíbula bien definida.

Hoseok se sonrojó y lo abrazó con fuerza. Logró ver el departamento completamente decorado. Había globos, flores, comida, mantas y dulces. La luz era entre violeta y rojo. Se veía simplemente perfecto. No sabía que algo así podría llegar a gustarle tanto.

Jungkook lo hizo pasar, comenzaron la cena con risas y anécdotas que el otro no sabía. Hoseok estaba riendo con la historia de lo que tuvo que hacer Jungkook para conseguir un solo ingrediente de la comida. Le contó que estuvo discutiendo con un joven que insistía en llevarse la última lata de verduras. Que luego de la insistencia de Jungkook, el joven terminó por rendirse y dejarle la lata a él.

El tiempo pasó y luego de haber acabado de comer y reposar unos minutos la comida, Hoseok decidió que era el momento de darle a Jungkook su regalo.

—Sé que te gustan este tipo de cosas, por lo que pienso que te gustará.—Sacó de su mochila una cajita roja con un pequeño moño morado. El más alto la sujetó y sin rodeos la abrió. Sus ojos se iluminaron al ver los anillos.— ¿Te gustan?

—No puedo creerlo... Jung Hoseok, regalándome anillos de pareja con una frase cursi.

Hoseok rodó los ojos, sabía que Jungkook diría algo como eso.

—Lo sé, quería darte algo que no
pensarías de mí.—Jungkook le regaló una sonrisa que hizo a Hoseok ponerse nervioso. Siempre lo hacía.

—Me gustan. Mucho. Sabes que amo este tipo de cosas y que hayas pensado en eso me alegra. Desde que te vi, nunca pude pensar en otra cosa que no fuera estar a tu lado.—Se acercó para robarle un pequeño beso en los labios a Hoseok. Se alejó tan rápido como se acercó. Tanto, que lo dejó deseando más.— Me toca.

—¿Qué?— Frunció el ceño.

—Sí, la cena era parte de mi regalo. Pero falta algo.— Sacó de su pantalón el objeto y lo puso frente a la cara de Hoseok. De inmediato sus ojos se abrieron como platos.

—¡Dios! Está muy lindo.—Con delicadeza tomó el llavero. Era una brújula colgando de una cadenita que llevaba a la argolla dónde se ponía la llave.

—Sabía que te gustaría ¿Recuerdas esa vez que hablamos de nuestros miedos?—Asintió.— Dijiste que te daba miedo estar solo y no saber a dónde ir o qué hacer. Con ayuda de esto, por lo menos te darás una idea.

Hoseok se acercó para darle un abrazo con fuerza. No podía creer que Jungkook pensara en cosas que solo se habían dicho una vez. Jungkook siempre era tan atento con él.

Demasiado.

—Recuerda que siempre estaré contigo...

2019
Presente.

Hoseok tenía sentimientos encontrados. Le reclamaba a Jungkook por dejarlo.
Le había dicho que siempre iba a estar con él. Que no lo dejaría solo.
Y ahora ya no estaba, ya no podía verlo. Ya no podía admirar su sonrisa. Ya no podía escuchar su voz. Ya no podía besarlo. Ya no podía...

Su corazón se estrujaba cada vez que pensaba en él. Aún era todo muy fuerte. No había forma en la que él pudiera dejar de amarlo.

Cuando regresó a la habitación para poder cerrar la llave del agua, no pudo evitar mirar el armario, todavía estaban las cosas de Jungkook ahí. Se acercó para tomar una chamarra que sobre salía, la acercó a su nariz y aspiró con fuerza, aún olía a él, su escencia estaba por todo el lugar. Estaba seguro.
Aún estaban los zapatos que usó en la mañana. Acomodados, como lo solía hacer.

Eso lo hizo llorar otra vez.

Esta mañana todo había estado bien. Ellos eran felices, era un día como cualquier otro. No se imaginó que todo su mundo se derrumbaría por la tarde.

Y por más que le daba vueltas al asunto, no entendía por qué le estaba sucediendo todo esto.
Por qué siempre le sucedía.
Su historia parecía repetirse una y otra vez.