Prefacio

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La gran cantidad de papeles en su mesa lo estaban aturdiendo demasiado, quizás muy pronto caería en coma y no quedaría más que agradecido con tal de no firmar contratos y escuchar las mismas quejas de los empleados o las mismas críticas de los negociadores. Dio un corto sorbo al vaso lleno de agua para nuevamente fijar su vista en el computador.

Solo un milagro. Uno.

–Jefe Wang –Una muchacha de cabellos grisáceos y blancos ingreso al despacho llamando la atención del Jefe –El Joven Yubin lo está buscando.

Dios, gracias.

–Hágalo pasar –Apagó el computador para ver a la dama salir y dar seguramente la autorización de ingreso, que al poco tiempo vio a su querido milagro presente.

–Querido amigo mío –Sonrió con gracia para tomar asientos en uno de los sofás. –Ah, ya extrañaba está comodidad ¿Cómo has estado está semana?

Wang dejo de lado sus lentes de descanso para enfocar su vista en Yubin, sonrió de manera fanfarrona: –Como puedes ver estoy atrapado en estás cuatro paredes donde seguramente no tengo escapatoria alguna a menos, que tú, mi milagro, tenga algún plan para sacarme.

Yubin rio ante el comentario dado y se puso nuevamente en pie para acercarse a donde su amigo y darle leves golpecitos en el hombro.

–Bien, me ha quedado clara la indirecta de "Por favor, sácame de aquí que me estoy muriendo". Y tus plegarias fueron escuchadas, permíteme decirle Señor Wang Yibo que ha sido cordialmente invitado al gran Club Nocturno de esta noche.

Frunció el ceño: –¿Cómo se te ocurre llamarme señor? Soy aún un joven muy apuesto. Y segundo, ¿A qué se debe está cordial invitación?

–Es mi gran regalo por la ayuda que me diste con el viejo Li Tse hace dos semanas, espero que la sepas aprovechar.

–No cabe duda que me has dado la mejor invitación de la existencia ¿A qué hora será?

Yubin se alejó para nuevamente sentarse en el sofá que anteriormente se encontraba: –Podemos irnos desde ahora, no aguanto un solo día más sin ir a dicho club para las apuestas y jóvenes realmente encantadores.

Wang rio ante el comentario y se puso en pie, aliso su chaqueta y miró a Yubin, sonrió ladinamente: –Vamos entonces a las apuestas y licores que tanto me hablas tu.

Salió de la oficina con un joven de cabellos negros atrás suyo siguiéndolo, pero caminaba de manera lenta y precisa, no había descansado lo suficiente y nuevamente lo tenían de un lado para el otro.

Que considerado era el Joven Wang Yibo.

'Dark and Kiss', el lugar más concurrido de la gran China, era como una Las Vegas pero asiáticas, lo que diferenciaba Las Vegas de Dark And Kiss es que, en este lugar podías hacer apuestas realmente hasta de más alto precio, rozando muchas veces los trillones o billones de wons o dólares, algo que realmente a Wang no lo sorprendió.

Por dentro el lugar era de un azulejo intenso, así mismo, las luces que decoraban el lugar para la gran pista de baile dejaba mucho de que hablar, no hablar del gran escenario que se hacía presente delante, pasaron entre una multitud de jóvenes y adultos que disfrutaban de su vida, como si fuera el fin del mundo.

Subieron por un ascensor de los que solo mantenían acceso los VIP, el segundo piso no hacía diferencia del primero, luz azul intenso, una pequeña pista de baile un lugar para bebidas y una música un tanto más clásica.

Habían unos sofás que daban directamente hacia la parte del primer piso, el gran ventana ayudaba tener un mejor acceso a la vista del escenario principal. Wang se acercó a una de las mesas y tomo el cóctel de uva que se había solicitado con previo aviso y asiento en uno de los sofás. Realmente cómodos para su gusto.

–¿Qué hacen en dicho escenario? –Pregunto al momento de ver a su amigo a su lado quien fumaba como si dependiera de dicho cigarrillo.

–Ya lo verás, ten paciencia por favor.

Iba a recalcar que no tenía paciencia cuando una música un tanto de la India empezó a sonar, si mal no recordaba era una canción que se hizo relativamente popular hace un año atrás.

Apareció primero una mujer bailando junto a unas cinco muchachas más que le seguían el paso, y ahora la mujer retrocedía varios pasos para dar ingreso a un joven de cabellos negros, sonrisa perfecta y cara realmente atractiva.

Se enderezó en su sofá para apreciar mejor a dicho muchacho.

–El nombre del Joven se llama Xiao Zhan por si te interesa saber, es uno de los mejores bailarines de este Club. –Dio una última calada a su cigarrillo para decir unas palabras que bien sabía, Wang no lo había escuchado en lo más mínimo.

Wang Yibo no apartó su vista del joven durante todo el baile hasta cuándo se apagaron las luces para nuevamente volver al tono azulejo de antes.

Un buen encuentro cabe recalcar.


Aviso: Algunos comentarios no tendrán sentido cuando esta historia se haya editado al 100/100, pero no se los borrará para que puedan ver por cuanto tuvo que pasar la historia para poder sido editada. Los amo. 

Editado: 30/06/2022


𝘈𝘵𝘳𝘦́𝘷𝘦𝘵𝘦 𝘈 𝘉𝘢𝘪𝘭𝘢𝘳𝘮𝘦 ʸⁱᶻʰᵃⁿ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora