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Y ahí se encontraba Xiao Zhan, sentado a la orilla de la cama de la clínica mirando hacia la ventana que daba a la calle, solo miraba como las personas iban de un lado a otro, todos iban a sus casas para estar con los seres que más amaban y algunos para ver esas típicas series de romance o ciencia ficción que terminaban en lo mismo, con un final feliz.

Rio para limpiarse las pocas lágrimas que amenazaban con salir para ponerse en pie, salió de la clínica para agradecer a la enfermera que lo atendió. Mientras caminaba miraba como las personas pasaban a su lado, eran muy pocas y todas esas personas eran jóvenes que salían a esas horas de fiestas, y ahí se pregunto ¿Qué tienen las fiestas para que los jóvenes se divirtieran así? Era una respuesta muy obvia, algunos era para desestresarse y respirar, otros para olvidar las penas y otros... bueno, para sexo.

Llegó a su departamento para entrar y cerrar la puerta detrás suyo, respiro al fin para dejar en la mesa de la sala su llaves y se sentó en el sofá, nuevamente miró hacia la TV que estaba apagada, y recordaba esa escena, Wang Yibo besándose con un joven y los dos disfrutando el momento, hasta que lo vio.

Esa mirada seria y frívola revelaba un poco de duda y ¿Preocupación?, Xiao Zhan tenía por seguro que vio preocupación en esa mirada inexpresiva, pero no podía asegurar, después de ver esos ojos miro detalladamente al empresario, estaba ciego por no mirar a la hermosura en frente suyo.

Camino hacia su habitación lentamente y casi de manera tortuosa, poco después de localizar ya su cómoda cama se tiró teniendo cuidado con su mano lesionada, y se pregunto varias cosas ¿Cómo podría enamorarse de alguien que solo lo vio a primera vista? En verdad esos mitos del amor a primera vista ¿Existían? No creía creerlo, no por ahora, tenía cosas más interesantes que pensar, como su hermana y la ausencia del dinero que le haría falta. Los ricos son avariciosos, no espera que Wang le entregué el dinero pedido, pero tampoco espera que no le de ni un billete.

Con su mente hecho un caos junto a su corazón procedió a dormir.

La mañana siguiente llegó con el sonido de aves y carros de la gran ciudad que daba sus calurosos buenos días de una manera un tanto ruidosa, Xiao Zhan nuevamente se tapo con la única manta que había tomado ayer antes rendirse ante el cansancio. No iba hoy al Club por el hecho de su mano lesionada y la segura rehabilitación que debería realizarse después del eco que se iba a realizar comprobando si no hay un tendón safado o roto diciendolo de manera coloquial.

Cansado de los pitidos de los carros y no volver a conciliar el sueño entre gruñidos se puso en pie y en marcha para un desayuno digno para la noche ajetreada de ayer y para calmar su corazón que no paraba de latir fuertemente cuando su mente recordaba al hermoso empresario.

Estúpido, estúpido, estúpido.

Se reprimió varias veces para tomar un cuchillo y rebanar el pan colocando la lechuga y un jamón de hace dos días comprado, puso en una pequeña olla un poco de agua y procedió a hervirla, algunas personas no tenemos cafeteras y tocaría del método más digno posible y nunca antes visto.

Mientras preparaba el café su mente, siempre tan insistente, procedió a producir imágenes de la mirada de ayer que le había dado Wang Yibo al momento de caer del escenario.

–No, no, no. Ya estás maquinado cosas que no son y eso no es bueno ni para ti, ni para mí –Reprocho nuevamente Xiao Zhan como si estuviera hablando con una tercera persona presente. Cualquiera que lo viera se daría cuenta que estaba loco al regañar al vacío.

El timbre sonó, y ello causo un pequeño salto de nervios a Xiao Zhan quien apagó la orilla y procedió a ir a la entrada principal abriendo la puerta con su mano no lesionada.

No. Puede. Ser.

–Joven Wang –Hizo una leve reverencia causando que Wang Yibo se mirara ¿Avergonzado? –¿Qué le trae por aquí?

Y como si el empresario de hubiera acordado a que venía, rebuscó entre sus bolsillos algo que venía a entregar. Xiao Zhan miro curioso hasta que un fajo de billetes se le presento casi delante de su cara. Frunció el ceño.

–Tu baile estuvo estupendo, pero viendo que por mi culpa cause que te lastimaras la mano he decidido que es mejor darte ya la paga –Xiao Zhan miraba anonado a Wang quien ante la manera helada que quedó Zhan decidió tomar la mano ilesa del bailarín y colocarle el fajo de billetes causando que el pelinegro volviera a la realidad –Mis sinceras disculpas si te ocasiones alguna molestia por mi comportamiento, de esta manera muestro mis sinceras disculpas y una manera más de ayudar a ti y a tu hermana. Ten un lindo día.

Ninguna palabra salió de su boca y Wsng Yibo se alejó de ahí causando que dicho bailarín solo sintiera a su corazón caerse. Después de todo, fue un trato todo esto.

Editado: 18/10/2022.

𝘈𝘵𝘳𝘦́𝘷𝘦𝘵𝘦 𝘈 𝘉𝘢𝘪𝘭𝘢𝘳𝘮𝘦 ʸⁱᶻʰᵃⁿ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora