Las huellas de otro pueden servirte de inspiración y puedes seguirlas un tiempo, pero es importante que tú, marques tus propias huellas.
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El ángel salvador de un capitán.
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La luz cálida de una espía.
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Enero, Queens 2013
El parque de juegos al que su tía Laura lo ha llevado a sus primos y a ella es muy bonito, por donde mire hay de juegos coloridos y divertidos.
Cooper y ella estan jugando en la resbaladilla mientras que Lila, siendo menor que ellos, está en la caja de arena con su madre.
La rubia divisa a lo lejos como un niño delgado es llevado a la fuerza por otros niños hacía el bosque que estaba cerca. El semblante del castaño irradia terror.
Sabiendo lo que harían con el pequeño, ella se desliza hasta el final del tobogán dónde encuentra a su primo lo toma de la mano y caminan en la misma dirección que el grupo de bravucones.
— ¿Qué está pasando? —cuestiona nervioso el niño a su lado—. ¿Porque vamos por aquí?
Rogers ignora los quejidos de Cooper, avanzando a paso decidido. Sabe lo que tiene que hacer; salvará al niño como sus papás salvan a las personas, será una heroína como ellos y no se haría para atras ni tendría miedo de nada.
— Lo van a golpear —responde luego de unos minutos—. Tenemos que ayudarlo. Tengo que.
— Primero vamos con mi mamá —trata de razonar—. Ella vendrá y los reprenderá así podemos ayudarlo; porqué si vamos ahora ellos nos golpearan a nosotros también.
— Voy ha ayudarlo —dice con firmeza la mini rubia—. Odio a los bravucones.
— Repito, ¿Y si nos golpean?
— Nosotros los golpearemos.. si es necesario.
Los dos infantes se internaron en el bosque escuchando como una pequeña voz temblorosa gritaba.
— ¡Suéltame, Flash! —lloriqueaba un niño—. ¡Suéltame!
Con el ceño fruncido y los puños apretados ella se dirige al niño que golpeaba al castaño.
— Déjalo —ordena con voz firme.
— Vaya, vaya —se mofa el moreno—. Pero si tenemos a Lily Chilman que viene al rescate.
