Death

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El sonido de las sirenas rompió el silencio de la noche mientras un equipo médico llegaba al departamento de Steve. Los paramédicos, con movimientos rápidos y precisos, estabilizaron a Nick Fury y lo llevaron a una clínica cercana. Ariadne, aún en estado de shock, observaba cómo se llevaban al hombre que consideraba su abuelo.

Steve, con una expresión de preocupación en su rostro, tomó a Ariadne de la mano y la llevó con él. Los Rogers siguieron de cerca la ambulancia desde la motocicleta. Steve sujeto el cabello de su niña en un moño y lo oculto con un gorro, también le coloco su chaqueta, para ocultar su identidad. No quería arriesgar a Ariadne en ese lugar, pero tampoco quería dejarla sola después de lo sucedido.

Ambos llegaron y esperaron en silencio, la tensión palpable en el aire. Ariadne no podía dejar de pensar en el hombre enmascarado y en el peligro que aún acechaba.

-Ari -Steve se agacha a su altura-. Escúchame, tengo que entrar y corroborar que todo vaya bien, ¿Si? Pero tú no puedes entrar, no es lugar para niños, ¿Ok? -acaricia con suavidad la mejilla de su hija, limpiando la solitaria lágrima que baja por allí-. Nick es fuerte, ángel, espérame aquí. Promete que si algo ocurre irás conmigo de inmediato y si no puedes, busca un lugar seguro y secreto.

La niña asiente, aún nerviosa y con miedo decide hacerle caso a su padre y espera un momento, fuera de la sala de operaciones. Habían agentes recorriendo de un lado a otro el pasillo de la clínica llevando informes, tomando declaraciones, resguardando el perímetro. Ella está segura allí, esos hombres trabajan para su abuelo y junto a sus padres, estará bien. O al menos eso es lo que piensa ella.

Ariadne sigue inmersa dentro de su mente, sin prestar mucha atención a lo que pasa en su entorno, el juego constante de sus dedos y la mirada perdida en un punto exacto de la pared solo hacen pensar a los agentes que la niña se encuentra en shock emocional, claro, alguien normal tendría una reacción de estrés agudo luego del evento traumático que vivió y ella, una niña de doce años no es la excepción.

Pasaron pocos minutos y Natasha llegó al lugar. Su rostro mostraba una mezcla de preocupación y determinación. Se acercó a Ariadne y la abrazó con fuerza, transmitiéndole un poco de consuelo en medio del caos.

-¿Estás bien? ¿Te hirieron? ¿Te duele algo? -pregunta desesperada-. Mírame.

-Le.. le dispararon -con ojos llenos de lágrimas y la voz entrecortada, Ariadne habla, encogiendo el corazón de la pelirroja-. Mami, el abuelito Nick no se movía.

La rusa toma entre sus manos la cara de su pequeña niña. Los agentes presentes se sorprendieron, ¿Esa niña le acaba de decir mamá a Natasha Romanoff? Y también dijo ¿Abuelito Nick?

-Mami -habla con un tono más bajo al percatarse de la atención extraña que recibe-. Papi dice que el abuelo es fuerte ¿es verdad?

-Si.. tú no te preocupes -besa su frente-. Papá y yo nos encargaremos de lo que pase.

La pequeña asiente viendo como su madre se levanta y le pide con una mirada a un agente que se acerque y le pide que cuide de la niña, después entra en la misma habitación en la que entró el Capitán.

-Y.. -el agente habla trata de llamar su atención, él escucho casi todo y la niña es hija del Capitán America y de la Viuda Negra-. ¿Quieres algo de beber o comer?

Legado |Avengers|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora