te encontré

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Querido tu….hoy recibí una visita de una persona que pensé en no volver a ver jamás, a una persona a la que le di tantas promesas, a la que le di todo mi ser, mis ilusiones, mis fuerzas, a esa persona en la cual me aferre, esa persona que ilumino mi oscuridad, aunque luego me arrastrara aún más a las sombras, a esa persona que yo tanto deseaba, a la que día y noche se estancaba en mis pensamientos sin dejarme dormir…. A esa persona que estuve dispuesta a darle todo, a esa persona que ame…. Esa persona que se volvió en mi primer amor.

Lo observo acercarse con su danzar, su cabello que antes fue de un rubio tan intenso ahora era solo un cabello oscuro, llevaba unos lentes de sol que he de admitir que le quedaban muy bien, su postura era confiada pero aun así atento  cualquier movimiento, llego  a mí con pazos perezoso, no se  cuantos segundos o minutos estuvimos uno frente del otro, sin emitir ningún sonido ni movimiento, finalmente quito los lentes que obstruían mi visión de sus ojos, azulados ojos me observaron tan fijamente que llegue  a sentir su mirada  en todas partes aunque sus ojos estuvieran solo y únicamente en los mios.

-te ves radiante, aún eres como una flor perfumada-su voz ocasiono en mi un escalofrió, así  era el, simplemente decía cosas que no debería decir, no respondo, solo me limito a mirarlo, poco a poco veo como una pequeña sonrisa comienza a formularse en sus labios- te encontré 

Lo miro con ira en mis ojos, me toma solo unos segundos encontrar mi voz, pero lo hago

-pues, ya es muy tarde, ya no quiero que me encuentres-suelto a la defensiva, veo dolor en su mirada, aun así no retrocederé en decirle todo lo que siento, en todo lo que he tenido que soportar- ya no te necesito

Soy consciente de cuanto dolor le estoy causando justo ahora, aun así no me retracto

-princesa, he vuelto todo volverá a ser como antes, incluso mejor, lo prometo

Negué conteniendo las lágrimas, ya nada es como antes y él lo sabía mejor que nadie

-no todo es como los cuentos de hadas lukas

Su mirada de dolor hace que mi corazón arda

-antes pensabas que lo era, y que un beso del verdadero amor lo solucionaría todo, en que yo era el caballero y tu mi princesa-solo mi corazón y el suyo son testigo del dolor que sentimos

-antes pensaba que incluso las princesas podían siquiera existir, pero dime leal caballero-él no toma desapercibido mi tono irónico- ¿Dónde estuviste cuando te necesite? ¿Dónde estabas tú, caballero con radiante  armadura para protegerme? ¿Para no dejarme sola en la oscuridad? ¿En dónde mierdas estuviste cuando más te necesite? Porque no recuerdo que ningún caballero me salvara, me salve yo, a punta de voluntad-mi respiración era aún más agitada, me acerque  aún más al cristal-¿en dónde mierdas estuviste todo este tiempo en el que te necesite?-me reí con sarcasmo y le susurre-¿entrando en la torre de otra princesa? 

De pronto un tormentoso silencio nos invadió, nos abrazaba tan dolorosamente, que incluso en ocasiones dejaba de respirar, sus ojos aún seguían fijos en los míos, pero ya no eran los ojos que amaba,  esos labios ya no eran  los que deseaba, sus brazos ya no eran mi refugio, sino mi cárcel, porque nuestro amor fue el comienzo de nuestra pesadilla, de nuestra mentira, corrimos sin siquiera ver atrás, aceleramos sin darnos cuenta que no teníamos frenos, y es allí, en donde sabes que te vas a estrellar, en donde sabes que lo que encontraras será una sólida pared de concreto que te recibirá, eso hicimos nosotros, sabíamos que nos íbamos a estrellar y aun así aceleramos sin siquiera percatarnos de las consecuencias. Sin ser conscientes de nada.

-lo siento-su voz fue un pequeño y roto suspiro, sentí nuevamente lo que su voz provoca en mi cuerpo, mis ojos comenzaban a cristalizarse y mi vista se tornaba cada vez más borrosa, sentí nuevamente lo que sentí la última vez que lo vi, hace cuatro años atrás, sentí miedo, sentí que mi respiración como cada vez se hacía más escasa, con cada lágrima que se deslizaba en sus mejillas, sentí como el humo nuevamente entraba en mis pulmones, con cada “lo siento” que salía de sus labios reviví en mi mente el sofocante sonido de las sirenas, ver sus ojos me transporta a el primer día en el que desperté en una cama de hospital, sus ojos me llevan al día en el que fui atrapada en una mentira, en una caja de cristal. Sus ojos me transportan al día en que nos conocimos, al día en el que me condeno. 

- Si nos volvemos a ver, espero que sea en un mundo mejor, alice

- Solo partimos para reencontrarnos otra vez, lukas

-te encontrare-susurro roto, sabía lo que estaba tratando de decirme, lo sabía muy bien, era algo tan nuestro, tan íntimo, algo con lo único que no me arrebato, algo con lo que nunca sabré si es la realidad o la mentira. Aun así, sigo, porque como dije antes, cuando estamos a punto de estrellarnos, solo aceleramos aún más.

-encuéntrame en donde la luz se esconde-sus ojos se cerraron por unos cortos segundos, tratando de guardar en lo más profundo de su mente mi voz

-te encontrare en donde el sol y la luna ocultan su amor-su voz es interrumpida por un sollozo, un doloroso sollozo

Finalmente abrió sus ojos, esta vez no había dolor y arrepentimiento en ellos, había amor, un amor que a pesar  de todo aún seguía  correspondiendo.

Lo susurre nuevamente con tanto dolor, que incluso tuve que cerrar mis ojos, dejar que las lágrimas que retenía salieran, estuve así por unos largos minutos, quizás horas, no quería abrir mis ojos, no podía, sabía que cuando lo hiciera él se habría ido, el ya no estaría junto a mí, ya no tendría a nadie que comprendiera mi dolor, ni siquiera Jeremy entenderá el peso de mi dolor, porque estoy atrapada en una dolorosa mentira y la única manera en la que puedo salirme de sus garras es despertando a la realidad.

Lukas….encuéntrame en donde la luz se esconde…..por favor encuéntrame en donde el sol y la luna esconden su amor, para juntos sellar su condena

The Flower That Never Withered Donde viven las historias. Descúbrelo ahora