Mentiras dolorosas o quizás realidades tormentosas

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Querido tu....hace unos segundos Grace acaba de irse, hemos pasado todo un día juntas, en donde me ha cantando algunas de sus canciones, Grace pose un hermoso don musical, nuestro padre amaba la música, él era profesor de música en una universidad muy pretensiosa aquí en Londres, que de hecho, es en la universidad en donde estudia Grace, de las dos ella fue la bendecida con el don de la música, recuerdo que todas las noches antes de dormir se sentaba junto al piano, papa a su otro extremo tocaba los acordes en su guitarra, y juntos cantaban, Grace siguió con la tradición que ella y papa habían creado, siguió aunque el ya no estuviera con nosotras, cuando llego el turno de mama irse; ella siguió, aunque algunos días solo se sentaba a mirar un punto fijo del viejo piano;  en la actualidad, no sé si ella sigue con su tradición, desde el fondo de mi corazón ruego porque siga tocando las viejas teclas del piano, que siga componiendo esas hermosas canciones que no ven la luz del sol, que siga rasgando las cuerdas de esa vieja guitarra.

Le digo que debería presentarse al mundo, darse a conocer, ella sonríe un poco y niega, le pregunto por qué no lo intenta

-no lo sé-murmuro tras un largo silencio- y no es por esa mierda del pánico escénico-rueda sus ojos-sabes que no tengo miedo al cantar al frente de desconocidos o esa mierda, de todas formas era algo que hacía con papa-se encoge de hombros- supongo que aún no ha llegado mi momento.

Así  comienza mi tarde, hablar de diversos temas con Grace, reír por sus bromas, en alguno que otro momento Austin apareció dándome mi medicamento y uniéndose a la conversación, me divertí mucho pasar el día con mi hermana, pocas veces podemos hacer esto, aun así no quita el hecho que sé que me ocultan algo, y el que Jeremy no haya aparecido solo me hace sentir aún más preocupada.

Miro como Grace recoge sus cosas tras a verse puesto de pie, es hora de despedirse, una de las cosas que aún me hacen sentir incomoda, odio despedirme, razón por la cual solo sonrió haciendo un ademán con mi mano en forma de despedida, Grace sacude su cabeza sonriéndome con una sonrisa que no llega del todo a sus ojos, la veo dar media vuelta y antes que se aleje la llamo, ganándome un “¿sí?” de su parte

Aclaro mi garganta 

- Los errores que cometemos a diario son parte de nuestra vida Grace, no te frustres por uno o dos, simplemente vive la vida al máximo, porque si solo te frustras  quedándote estancada en el mismo lugar ¿Qué sentido tiene?-rasco mi brazo, Grace viéndome con curiosidad  y algo de tristeza en sus azulados ojos asiente haciéndome seguir-no tiene ningún sentido, así que vive, supera tu error, y sigue adelante.

La veo asentir con una sonrisa murmurando un gracias después de un adiós, la veo como se aleja a pasos lentos pero seguros, como solo ella puede, soy consiente como una lágrima se deslizo por su mejilla antes de girarse al alejarse, soy consiente como su sonrisa se debilito, soy consciente como su voz sonó algo rota al murmurar aquellas dos palabras. Una parte de mí se niega a saberlo, porque de alguna forma, sé que me destruiría, porque soy consciente de que estoy en medio de una mentira dolorosa.

The Flower That Never Withered Donde viven las historias. Descúbrelo ahora