Capítulo 21: Una grulla de papel

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Tarde, tarde estoy subiendo, ya sé no me reten (? pero, terminé de escribir al fin este capítulo, fue algo pesado en comparación al anterior que fue perturbantemente fácil de escribir.

Algo que aclarar: puede que suene sádico y muy de hija de puta pero, ¿un consejo? No se enamoren de mis personajes principales, siempre los hago sufrir. Lo digo por personas sensibles o algo así, es mejor aclararlo, que se yo. De todos modos, acá les va el super capitulote. 

Draco la miraba, sin saber qué es lo que veía, parecía un animal peligroso y herido pero, era tan hermoso que no podía ser peligroso. Sólo herido y hermoso, necesitado de libertad y lleno de opresión. Al final, vio cómo su expresión se calmaba y respiraba para tranquilizarse por completo. Su voz salió media quebrada de su garganta:

- Sólo con una condición –dijo Elle, firme. Ignotus sonrió antes de responder:

- ¿Cuál, querida? –la sonrisa triunfante molestaba tanto a Elle como a Draco.

- Déjenos solos un cuarto con comida suficiente hasta ese momento y, luego, liberen a Harry y a Draco. Eso es todo lo que pediré. Y también libera a Lio. –el corazón de Draco dio un vuelco ¿liberarlo? Pero, parecía muy liberal con sus decisiones.

- ¿De qué hablas? –preguntó Prince, arqueando una ceja.

- Sé que tienes a Lio hechizado, Prince, no puedes engañarme. –el aludido dio un paso hacia adelante y la tomó del rostro, haciendo que sus miradas choquen.

- ¿Qué te hace creer eso? ¿Qué te hace creer que no está aquí a voluntad? –le preguntó.

- Tengo dos razones: 1- los hombres lobo no se pueden controlar lo suficiente para hacer una Legeremancia suficientemente buena para que alguien como yo pueda sufrir de una ilusión como esa y 2- de haber estado consciente y haber sido capaz de encontrar un control tan perfecto, al haber olido mi sangre me hubiese mordido. Estúpido. –supo que iba a venir un golpe luego de esa palabra pero, disfrutó tanto sacarla por entre sus dientes que ni siquiera lo sintió.

- ¿Con cuánta certeza sabes eso, querida?

- Quítale el hechizo y verás que es cierto –Elle sonrió irónicamente.

- Bien, entonces puedes darte cuenta de muchas cosas, qué hábil.

- Yo lo veo todo, menos lo que necesito ver –respondió ella sonriendo- Ahora bien, ¿tenemos un trato?  

- Está bien, traes de vuelta a las personas que necesito y yo libero a estos tres intentos de hombres –respondió él.

- El intento de hombre eres tú, que crees que no puedo diferenciar entre la realidad y una ilusión –le dijo.

- Bien, los dejaremos solos –espetó Ignotus antes de darle una pequeña llavecita a Harry, evidentemente, de las cadenas de Elle y los tres salieron. Elle se miró las muñecas mientras se las frotaba para que volviera a circular sangre como era normal, apenas pudo moverse antes de tener a Draco abrazándola con desesperación.

- Estoy aquí, todo estará bien, puedes dejar de preocuparte –le dijo ella al rubio, acariciando su rostro, mientras le sonreía.

- ¿Estará bien? ¿Te has visto? ¿Te has oído? ¿Cómo pretendes que yo…? –Harry lo interrumpió.

- Calma, Malfoy. Elle, ¿puedes contarnos que sucedió? –dijo, apoyando su mano sobre el hombro de Draco para tranquilizarlo.

- En la comida y bebida de anoche había un alucinógeno que dura alrededor de 12 horas y que llega a su punto máximo de efecto a las 11 horas, justo antes de terminar su efecto. Estaban hambrientos, no podía decirles eso si no sabía que planeaban. A mí me lo inyectaron, uno muy fuerte al parecer. Vi la muerte de todos los que quise como si yo la estuviese sufriendo: mis padres, mi abuela, Albus, Fred, Severus… De tanto moverme, las heridas se abrieron.

Volver a Verte (Miradas Cruzadas #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora