Capítulo 10: Un breve vistazo a Azkaban

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Hay veces en las que solemos decir que no hay nada mejor que la soledad al momento de pensar, de aclarar nuestra cabeza. Muchas veces, Draco Malfoy se alejaba por esa razón de las personas, para pensar, deliberar o, simplemente, alejarse de gente cuya compañía no disfruta. Descubrió que lo que dicen de “todo en exceso es malo” mientras estaba en un oscuro rincón de una celda en Azkaban. Lo ponía incomodo conocer a algunos de sus “vecinos” de celda por lo que se mantenía lejos de la puerta, sólo por si acaso. Desde que se enteró que no hay más dementores allí, había creído que a la cárcel sólo le quedaría el recuerdo de lo terrible que fue. Esa opinión había cambiado desde su estadía ahí. Le recordó a una filmación que había visto una vez, de pequeño. Su padre tenía una junta con el ministro de Magia y el ministro muggle acerca de un aniversario de guerra o algo así, realmente no le interesaba, pero, de todos modos, lo acompañó. El hijo del muggle lo invitó a “ver una pilecula” a pesar de que él no tenía idea de lo que una pilecula era, su padre le pidió que accediera así no molestaba a los mayores y daba mejor impresión a la familia. El niño le dijo que lo que verían tenía que ver con lo que sus padres estaban charlando. Draco, al comienzo de la filmación, no entendió por qué su padre vendría a un barrio muggle para hablar con otro muggle de hombres que querían a princesas pero, pronto, se interesó en lo que veía desde la aparición de un niño al que se le llamaba Giosué. ¿Por qué mi padre no me lleva a un paseo como Giosué? Pensaba. Es obvio por qué, es porque eso sólo lo hacen los muggles. Pero, a pesar de ser muggle, el padre de Giosué, Guido, le agradó a Draco a pesar de que no tenía lo que un tanque, un judío o un nazi eran. Por eso el final le dolió, tanto que se levantó, enfadado, pateó una almohaday se cruzó de brazos. El niño muggle comenzó a llorar, por lo que sus padres entraron de repente. Recordó cómo su padre lo reprimió por haber hecho llorar al muggle pero, este, entre lágrimas, le explicó que era porque la pilecula no había terminado con un final feliz.

A eso le recordaba Azkaban en esos momentos, todos se encontraban con el mismo horrendo y fétido traje que, seguramente, habían usado personas que ya estaban muertas. Los que se suponían que eran los guardias cada tanto venían, te humillaban un poco y se largaban. ¿Comida? Eso puede decirse que no existía, al igual que su libertad y su varita.

Se preguntaba si la ira podía contenerse por mucho tiempo porque, según él, iba a hacer explotar la celda en cualquier momento. Habían roto su varita, lo habían inculpado de algo que, en realidad, no tenía idea de que estaba ocurriendo y, para agregarle más peso al asunto, lo habían encerrado siendo él inocente. Bueno, inocente de haber secuestrado y asesinado, porque de haber puesto cuernos él lo aceptaba.

Suspiró, apoyándose en la pared, con la cabeza hacia el techo. Por un momento se había olvidado de ella, cerró los ojos con cuidado y recorrió su mente hasta encontrar el recuerdo de la mujer más hermosa que él había visto. Estaba dormida, a su lado, con los ojos cerrados y su cuerpo cubierto por las sábanas, sus labios estaban entreabiertos a causa de su lenta respiración. Sentía sus frágiles manos en su pecho, tan suaves que lo hacían estremecer.

Ahora más que nunca la necesitaba, necesitaba abrazarla. Pasó la mano por su cabello, tenía que tranquilizarse y pensar en un plan para salir de allí de una vez. No tenía ni idea de cómo, no era del tipo de personas que “pensaban los planes” sino de los que actuaban en ellos. Se puso a deambular por la celda, intentando pensar en algo que lo ayudara, evidentemente le fue imposible. La frustración hizo que prácticamente se quebrara el puño al golpear una de las paredes.

Jadeaba, la ira estaba apoderándose de él, se miró la mano y sus nudillos estaban sangrando.  Las cosas se le habían ido de las manos y eso lo enfurecía. Él, Draco Malfoy, que siempre había podido controlar y obtener todo lo que deseaba, ¿estaba perdiendo los estribos? Cerró los puños con fuerza, tanta que le dolía pero, no iba a demostrarlo. Una risa aguda y escalofriante lo saco de sus pensamientos provenía de la celda que estaba frente a él, así que se acercó lentamente y con cuidado.

- Siempre estuviste destinado a este lugar, deberías haberte acostumbrado a la idea hace ya tiempo. –la familiaridad de la voz hizo que Draco frunciera el ceño.

- Tal vez el hecho de haberme relacionado con usted, Dolores.

- Ciertamente, nosotros los que poseemos sangre pura hemos terminado aquí por el simple hecho de mantener nuestras casas limpias de muggles y mestizos. –comenzó a decir, apenada, fue entonces cuando él la interrumpió.

- ¿Nosotros? Que yo recuerde, usted es una asquerosa mestiza al igual que los que intentó eliminar.

- ¡Eso es mentira! Yo, Dolores Jane Umbridge, soy una honrada bruja por lo que mi sangre no puede ser impura.

- Parece que sí puede ser, Dolores. –la voz de Draco sonó tan malvada como la sonrisa que salió de sus labios.

- Pero, eso no importa. Lo que importa es que, tú, como yo, estás encerrado aquí. Y nada de lo que hagas podrá liberarte, ni morder los barrotes, ni usar tus uñas para destrabar la puerta, eres uno más del montón de los encerrados aquí. –Al verla asomarse, un escalofrío recorrió su espalda y dio un paso atrás. Podía ver como sus dedos estaban andrajosos, lastimados y casi sin uñas, como su peinado estaba desordenado pero lo escalofriante era la manera en que sus pocos y rotos dientes quedaban en forma de colmillos puntiagudos y deformes, combinando así con unas ojeras importantes y su piel amarillenta y pálida. Una risa parecida a la anterior salió de la garganta de Dolores Umbridge:- Eres uno más de nosotros y no hay nada que puedas hacer para evitarlo.

Draco tembló de pies a cabeza al oír la risa de esa espantosa mujer combinarse con muchas más, no iba a quedarse en aquél lugar, no iba a convertirse en ese intento de persona que era el resto. Tenía que escapar, tenía que encontrar a Elle y decirle que él era inocente, que la amaba y no asesinó a nadie. Y tenía que hacerlo pronto.

Espero les guste, este capítulo me dio mucho trabajo por el hecho de que lo perdí dos veces y casi cometo homicidio computacional y tuve que aguantar y reescribir mucho. De todas maneras, espero les haya gustado, a mí me gusto :) gracias por todo 

flopy :)

Volver a Verte (Miradas Cruzadas #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora