Volver a Verte (Miradas Cruzadas #2)

Capítulo 20: Plan P

Acaba de suceder el milagro del año, no tuve un buen internet estos últimos días por lo que mi viejo acaba de llamar a la empresa de telefonos que nos dio el internet y, adivinen qué: ¡ESTOY DE VUELTA! Un milagro que los muy putos hicieran caso. (Es irónico que luego de escribir esto me haya quedado sin internet).

Antes de empezar con el capítulo, les aviso: este capítulo va a ser fuerte. No quiero amenazas de ningún tipo: asesinato, sartenes, secuestros. Yo sólo aviso y el que avisa no traiciona, sin embargo, lo subo tarde porque lo acabo de terminar jeje. Así que, a pesar de que me quieran asesinar, espero les guste :) 

 - Era hora, Potter –espetó Draco al verlo entrar con sigilo.

- No importa cuánto se haya tardado mientras haya traído todo, Draco, no seas patán –le dijo Elle, quién cada día se veía peor. Draco la miró, para discutirle antes de notar que sangraba por un costado, seguramente por un mal movimiento. Hizo una mueca en vez de contestarle, había comprendido que, no importaba cuántas veces la torturaban o sangraba, ella no se quejaba ni tampoco decía nada. Lo mantenía oculto, como para intentar ignorar el dolor.

- Bien, ¿qué tenemos que hacer con esto? –dijo Harry, mirando el papel y la pluma.

- Escriban una carta a los niños, para avisarles lo que sucede para que le digan a McGonagall lo que va a suceder mañana por la noche, Harry –le respondió.

- ¿Quieres que le deje esa responsabilidad a dos niños de 11 años? –preguntó el morocho.

- Y a James. Además, a esa edad, ustedes dos ya hacían expediciones al bosque prohibido –contestó ella, sonriendo, haciendo que Draco se sonrojara levemente mientras fruncía el ceño.- Ellos podrán hacerlo, Harry y, luego de avisarle a Minerva pueden avisarle al resto, ahorrando un montón de tiempo.

- Está bien, la escribiremos –dijo Harry luego de suspirar. Fue cuando Ignotus entró al lugar de golpe, asustándolos.

- Buenos días, vengo para llevarme el desayuno –dijo sonriente, acercándose a Elle, Draco avanzó para impedirle el paso. Sin embargo, él venía con su varita y Malfoy no fue ningún rival para él.- Les dije que si cooperaban esto iba a ser más sencillo, pero no quisieron hacerme caso.

- ¡Está gravemente herida! –exclamó Draco, molesto. Ya se había callado muchos años mientras veía cosas como esas, esta no era una de esas veces.

- Entonces Lio tendrá que revisarla –se volteó hacia él para contestar y disfrutar de la expresión que hizo el rubio al oír sus palabras, no pudo evitar reír, intentó lanzarse sobre Ignotus pero, Harry lo detuvo, negando con la cabeza, resignado. Vieron como se la llevaba y, al cerrarse la puerta, Draco empujó a Harry, apartándolo de él.

- ¿Por qué no me dejaste matarlo a golpes? –preguntó, enojado.

- Porque no hubieses logrado nada con él teniendo una varita, además, Elle nos dará la distracción suficiente para poder escribirle la carta a los niños, pero no tenemos mucho tiempo para terminarla.

- ¿La vamos a usar de carnada? ¿No crees que ya la han rebanado lo suficiente? –Harry suspiró.

- Si crees que es difícil para ti, imagínate para mí que yo he ocasionado la mayoría de su vida –respondió mientras buscaba el lugar más liso del piso para poder apoyar el pergamino. Al encontrarlo se tiró al suelo para acomodarse.

- Y, sin embargo, la dejaste ir –espetó Draco, molesto.

- ¿Crees que no me duele? ¿Que eres el único que la quiere? Mira Malfoy, puede que no me haya enamorado de Fiorelle pero, yo la quiero como si fuese mi hermana. Siempre ha sido la que me ha protegido y no puedo evitarlo. Ella se ha hundido en la basura y el dolor por mí tantas veces que me dejan sin aliento, siempre me cuido de lejos, para no molestarme, para dejarme existir y para que no estropee ninguna de mis relaciones de amistad con otras personas mientras ella lo pasaba de infierno. No tengo como recompensarla, es cierto. Dudo que sea posible, en verdad. Pero, intento hacer lo que me pide sin importar qué y cuanto más rápido hagamos esta carta, más rápido podremos salir.