Capítulo 18: Mucho que decir

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Soy muy puntual, hiper ultra mega e inútilmente en este caso, puntual. Son las 00:00 del 23/01/2015, que es un viernes así que me dispongo a subir el capítulo 18 porque si no, ciertas personas, van a asesinarme si lo subo tarde, así que acá está puntual(?

- ¿Cómo se supone que yo puedo hacer eso? –les preguntó Elle, mirándolos de reojo, con el cabello desordenado en la cara y aun de pie. Las cadenas estaban estiradas, suplicaban por dejar de ser tironeadas, al igual que los músculos de los brazos de Fiorelle que ya temblaban por el sobreesfuerzo.

- No tienes ni idea de lo que eres capaz de hacer, puedo asegurártelo –dijo sonriendo Ignotus. Pasó su mano por el cabello de la mujer pero de ella no recibió más que un cabezazo. Sosteniéndose la frente con la mano, usó la que tenía libre para tomarla del cabello y hacerla arrodillarse de un tirón. Astoria lo cubrió en cuanto los dos hombres se pusieron de pie para ir al rescate de la castaña.

- Tendría que darte vergüenza, ¡él te lo dio todo! ¿Esta es la forma en que le agradeces a Severus ser tan bueno contigo? –respondió ella, frunciendo el ceño. De un tirón de pelo hizo que lo mirara, sus ojos estaban llenos de lágrimas de dolor y de furia, lo sabía.

- Mi querido y amado primo, por supuesto, todos lo alababan –Elle terminó en el suelo luego de un gran empujón.- Siempre tan aplicado, no traía problemas, tan servicial, tan cordial. ¡Él lo tenía todo y sólo me dio sus sobras! Nunca fui reconocido, ni por mis padres, ni por mis abuelos. Ni siquiera Voldemort vio en mí lo que vio ciegamente en él. Se lo glorificó por ser un traidor y yo, que siempre fui fiel, ni siquiera fui reconocido por un nombre. Pero, ya no será así, le demostraré al mundo que me rechazó que no soy alguien a quién olvidar y hasta el Señor Tenebroso conocerá mi nombre. Seré inmortalmente recordado.

- Eso es patético. Intentar que el mundo recuerde el nombre de un asesino, un idiota que no tiene idea de la magnitud de sus acciones –les respondió Fiorelle, con el ceño fruncido.- Ser recordado no va a salvarte de la muerte cuando todos tus planes se vayan al diablo. Y nada de lo que hagas hará que salgas de la sombra de  Severus Snape porque no eres la mitad del hombre que él fue, ni lo serás. –El golpe que recibió lo vio venir, sin embargo, Ignotus no disfrutó tanto golpearla como ella disfrutó decirle esas venenosas palabras.

- El honorable Severus Snape. Sí, tu adorado tutor. Me compadezco de él por haber tenido que criar a un monstruo, no sé qué es lo que vio en ti que lo hizo actuar de esa manera. Pero, no importa. Eso ya no importa. Él te mantuvo viva y, por supuesto, debo agradecérselo. Seguro estará encantado de verte en el más allá cuando haya terminado contigo.

- Yo nací siendo un monstruo, en cambio, tú te convertiste en uno, en un intento de copia de una gran persona.

- Pero por lo menos mis padres si resistieron mi presencia, ¿no lo crees? -el golpe bajo de Ignotus hizo las paredes temblar pero, él sólo rio.- Exactamente eso es lo que quiero, pero tranquila, tendrás tiempo los próximos 2 días para practicar tu enojo, querida. Esa noche, justo a medianoche, Lord Voldemort va a revivir por última vez y para siempre. Y nada de lo que hagan ustedes o sus queridos amigos podrá impedirlo. Así que, les recomiendo, disfrutar sus últimas horas. Al menos, como puedan, dudo que salgan de aquí de alguna manera. Pero, eso ya no me incumbe. –sin más que decir, salió.

- Astoria… -susurró Draco, ella lo miró con el ceño fruncido.

- ¿Ahora sí te acuerdas de mí? ¿De que sigo existiendo? –Exclamo la mujer- ahora que tengo la vida de esta mujer en mis manos, ¿ahora si soy digna de tu atención?

- ¿Podrías no exagerar, Astoria? –Espeto Draco, poniéndose de pie.- No tienes idea de lo que…

- ¿Yo no tengo idea? ¿¡YO!? –Gritó ella, apuntándose el pecho con un dedo- Tu, estúpido idiota, no tienes ni idea de lo que he pasado. ¿Tienes idea de lo que es vivir bajo la sombra de un recuerdo? ¿Crees que no sé que me engañaste con ella? No importó cuánto hice por ti, lo que hicimos juntos, la familia superflua que intenté formar contigo con el objetivo de hacerte olvidar, con el intento de que la dejases atrás. Estuve 20 años en ello y ella aparece de la nada y… la miraste de la manera en que yo hubiese querido que me mirases… lo supe desde ese momento en King’s Cross. No importa cuánto te amé, cuánto te cuide, cuánto intenté que funcionara… siempre la quisiste a ella y yo sólo fui un repuesto. Y ahora te voy a demostrar que valgo mucho más que ella, te voy a mostrar que es un monstruo y que perdiste más que sólo la madre de tu hijo. Lo lamentaras, y lo disfrutaré.

- O sea que todo esto, los golpes, el secuestro, el enojo, el quebrantamiento de innumerables reglas, entre otros, ¿es sólo por venganza? –Susurró Elle, con la cabeza gacha- Van a asesinar a miles de personas inocentes, ¿sólo por una mera satisfacción?

- Hay personas que lo arriesgan todo por amor, ¿por qué no hacerlo también por venganza? –Lio fue quién le respondió, alzando su mentón.- Es increíble que, a pesar de los golpes, sigas siendo tan hermosa… Es una pena, ¿no? Esto no te hubiese sucedido, si no lo hubieses escogido a él… Nada de lo que te sucederá hubiese ocurrido, de no ser por él y, sin embargo, ¿lo sigues amando?

- Ya lo dijiste, hay personas que lo arriesgan todo por amor –le contestó ella, con el ceño fruncido. Lio era muy predecible, sabía que ese golpe vendría. ¿Cuándo es que el morocho dulce y divertido del que se había enamorado, al menos supuestamente, se había convertido en aquél animal violento y sediento de sangre? No tenía idea y, sin embargo, mucho no le interesaba. Su mirada se cruzó con la de Draco por unos segundos. Fue cuando Ignotus volvió a aparecer, con una sonrisa ladeada.

- Casi lo olvido, vengan y traigan a Potter, tenemos una charla pendiente con él –A pesar de que Harry era fuerte, Lio pudo inmovilizarlo y llevárselo. Elle tironeo de las cadenas, gritando el nombre de su mejor amigo, rogándole su perdón por haberlo metido en ello y maldiciendo a las tres personas que se lo llevaron. Cuando terminó de gritar, Draco estaba a su lado y la abrazó.

- Van a hacerle daño, Draco, y por mi culpa. Yo tengo la culpa de lo que le harán, ¿y si lo matan? ¿Qué podría decirle a Gin? –el rubio la tomó del rostro con cuidado y unió sus frentes.

- Tranquila, Elle, calma. Nada va a sucederle a Harry, lo necesitan, es lo primero que deseará hacer Voldemort en el caso de que regrese. Pero, no lo vamos a permitir, ¿cierto? –al verla asentir continuó:- Cuánto siento verte así, lastimada pero, vamos a salir de aquí, de alguna manera, ¿sí? Te lo prometo, no te dejaré aquí, ni a ti ni al idiota de Potter. Nos iremos los tres de alguna forma. ¿Está bien? –depositó un beso sobre sus labios y uno en cada una de sus mejillas antes de mirarla a los ojos. Estaba preocupada. Tal vez más de lo que alguna vez Draco la había visto.

- Draco… -susurró ella, con la voz rota, necesitaba llorar, él lo sabía pero, también conocía mucho a la mujer como para saber que no le daría a nadie la satisfacción de ver ni siquiera una de sus lágrimas. Él acarició su mejilla con cuidado.

- ¿Qué, mi amor? –la manera en que dijo esas tres palabras hizo que Fiorelle se partiera en dos, sonrió de lado mientras una lágrima descendía por su mejilla. Ella acarició su cabello, estaba destrozada, más psicológica que físicamente, Draco lo notaba. Lo besó antes de abrazarlo con fuerza.

- Su primer objetivo y dónde quieren resucitar a Voldemort… -comenzó a decir ella. Él la detuvo, apoyando un dedo sobre sus labios, intentando callarla.

- Eso no importa ahora, Elle, tenemos que pensar en qué hacer y cómo escapar… -Fiorelle lo detuvo, interrumpiéndolo.

- Importa, importa muchísimo –dijo ella con preocupación.

- ¿Por qué, linda? –le preguntó él, mirándola a los ojos.

- ¡Porque es dónde nos encontramos justo ahora! –exclamo ella, entrando en pánico.

- Calmate, Fiorelle, ¿dónde estamos? –dijo él, teniéndola de los hombros, intentando contenerla ya que, de repente, había comenzado a temblar.

- Estamos en una de las mazmorras olvidadas y bajas de Hogwarts…

La mandíbula de Draco prácticamente cayó al suelo. ¿Planeaban atacar Hogwarts? ¿Revivir a Voldemort justo dónde había muerto? De repente, todo a su alrededor comenzó a dar vueltas, se puso de pie, caminando así torpemente por el cuarto. Se llevó las manos a la cabeza antes de caer al suelo. De rodillas, escuchó como los brazos de Elle hacían tronar las cadenas, intentando llegar a él, su voz se oyó distante antes de que desapareciera. Lo último que pudo oír fue la voz de su hijo Scorpius exclamando: “¡Al fin llegó mi carta de Hogwarts, padre! ¿Ya podré ir?”.

OMFG! ¿no? ¿Qué opinan mis queridos retoños bonitos? Seguro que no cosas muy felices referidas a mí JAJAJAJ. ¡Los leo! 

flopy ♥

Volver a Verte (Miradas Cruzadas #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora