¡Mírame a mí! [Todobaku Fanfiction]

#17: Eres Mi Felicidad

La mano sonó sobre la cara del cenizo e hizo eco en los oídos del mismo. Katsuki dejó su mirada hacia la dirección de la cachetada. Su cara se sentía ardiente y se veía roja. Cinco dedos marcados sobre la mejilla del chico. Shōto e Izuku no sabían cómo reaccionar ante tal acción, nadie se había enfrentado a Katsuki de esa manera.

—Bakugō... —Shōto pronunció por lo bajo y se acercó al nombrado queriendo atenderlo, pero él lo detuvo con la mano.

—Está bien. Lo merezco.

—¡Pues claro que sí! —Dijo la persona portadora de la cachetada: Mina Ashido. —¡Cómo te atreves a jugar con Kirishima de esa manera!

—¡Ashido-san! —Izuku susurró —¡Baja la voz!

—¿Qué baje la voz? ¡Él debería enterarse de esto!

—Pero no de tus gritos, ojos de mapache. —Dijo Katsuki.

Mina rodó los ojos y luego los dirigió a Katsuki. El mismo podía sentir como si la chica rosada estuviera usando su Quirk ácido sobre su rostro.

—Esperaba algo mejor de tí. —Miraba de arriba a abajo a Katsuki de forma desaprobadora. Luego cambió su mirada a Shōto. —De los dos.

—Ashido-san... —Izuku estaba sorprendido ante la determinación de la chica. De pronto recordó que ella y Eijirō habían asistido a la misma escuela antes de UA. Así entendió la impotencia que debe sentir al saber que el corazón de su amigo tarde o temprano será herido y no puede hacer nada al respecto. —¿Y si vamos a otro lugar a hablar de esto...?

—A mi habitación. —La rosada se dirigió hacía el asensor.

Shōto se sentía mal; en parte usado, en parte sucio, en parte un idiota. No tendría que haber aceptado ese beso por parte de Katsuki, pero las emociones del momento lo llevaron a cometer un error horrible ¿Había algo que le asegure que Katsuki no se comportaría con él de la misma forma que lo hizo con Eijirō? Es decir ¿Que le aseguraba que no iba a engañarlo con alguien más? Con quién sea ¿Era realmente tan seguro estar en una relación con Katsuki?

El rubio por su parte se quedó pensando, parado en su sitio. Izuku lo observaba.

—¿Kacchan...?

—Ni una palabra, maldito nerd.

Izuku eligió el silencio pero Katsuki lo rompió a los segundos.

—Sé que la cagué pero esta es mí cagada y la voy a arreglar. No necesito a un estúpido como tú para que me diga lo obvio.

Los tres, Shōto, Katsuki y Mina, subieron el ascensor hasta el cuarto piso y caminaron por el pasillo izquierdo hasta la habitación de ella. Al abrir la puerta una ola de animal print rosado los atacó. La habitación era muy excéntrica, pero combinaba con la personalidad de Mina. Los tres se sentaron en pequeños, rosados y variados asientos.

—Bien. Habla. —Ambos chicos estaban atónitos; ella era la chica alegre y energética del salón, nunca la habían visto tan enfadada.

Katsuki suspiró. —Ahora mismo no voy a decirle.

—¿Vas a engañarlo por más tiempo? —Retrucaba Mina.

—¡No! ¡Mierda! Solo quiero pensar bien mis palabras. No quiero que piense que todo esto es su culpa... Carajo.

—Todoroki. —Lo llamó Mina.

—¿Qué?

—¿Qué opinas?

Shōto levantó las cejas en asombro y luego volvió a su expresión seria. —No se.

—¿¡No sabes!? —Reaccionó Katsuki