En la mañana que sigue, Izuku se despertó teniendo en cuenta lo dicho en la carta. Esta vez prestaría más atención a su entorno y a las personas con las que se relaciona. Arregló su cama, se puso su uniforme y luchando con la corbata fue a hacerse un desayuno. En la cocina, se encontró con Shōto.
—Buenos días, Midoriya... —Dijo el medio albino con una leve sonrisa.
—¡Buenos días Todoroki-kun! —Respondió Izuku. La primera persona que se encontró en la mañana fue a Shōto y así había sido casi todas las mañanas anteriores. Esto resonó en la cabeza del pecoso y de pronto se sentía extraño —¿T-todo en orden? ¿Qué desayunarás?
—Estaba preparando un té.
Se hizo silencio. Izuku observaba como Shōto miraba fijo a la tetera en frente de él y no hacía nada más que mirarla. Cómo si una serie de sucesos se repitiera en frente de sus ojos cada vez que el objeto está a menos de medio metro de distancia de él.
—¿Quieres ayuda...? —Preguntó Izuku.
—Sí, por favor. —Respondió Shōto resignándose.
Izuku llenó la tetera con agua y la puso a calentar encima de la estufa. Shōto se alejó levemente. Manipular el agua caliente era algo que todavía no se atrevía a hacer por completo. Por eso él no se cocinaba el Zaru Soba que tanto adoraba degustar, sino que lo pedía en la cafetería del colegio. Tampoco es que fuera un gran cocinero, de hecho es bastante malo en la cocina, pero le frustra que su fobia resultante de los eventos de su infancia, ahora le impidan incluso aprender a cocinar.
—Midoriya...
—¿Hm? ¿Qué sucede Todoroki-kun?
Shōto pensaba en esa tarde hace unos días cuando Katsuki le dijo que hablara con Izuku. No estaba nervioso, pero simplemente pensaba que era una perdida de tiempo hablar de sus sentimientos. Pensó lo mismo aquella vez en el festival deportivo y terminó disculpándose en consecuencia.
—Quiero hablar contigo... sobre nosotros.
—¿N-nosotros? —Se extrañó Izuku. La carta volvió a su cabeza. Las coincidencias eran demasiado extrañas. Izuku sentía las palmas de sus manos sudar hasta que todo su ser se secó de golpe al notar el ingreso de Katsuki en la cocina.
—¿Huh?
—¿Bakugō?
—¿Kacchan?
—¿¡Qué mierda miran!? ¡Par de idiotas! ¿¡Qué hacen parados en medio de la puta cocina!? ¡¡Abran paso o les parto la cara en dos!!
Ambos chicos se corrieron a un lado, pero la tetera empezó a hervir. Izuku la miró y fue a terminar el té. Shōto se sentía frustrado porque no había podido hablar con él al respecto. El ambiente ya se había arruinado y volver a formarlo sería una tarea demasiado difícil. La cabeza de Izuku daba vueltas, estaba completamente confundido ¿Era Todoroki-kun el propietario de la carta? Intentando no pensar en el asunto, se retiró con su amigo hacia las mesas. Mientras tanto, Katsuki se preparaba también un té con el agua sobrante, pensando en como probablemente habría arruinado todo para el Mitad y Mitad. Se sentía mal, pero a la vez no le molestaba mucho la idea de mantenerlo alejado de Deku, y no entendía porqué.
Mientras tomaban el té, el ambiente entre Shōto e Izuku se sentía tenso.
—¿Algo que decir...? —Preguntó Shōto.
Izuku apoyó su taza en la mesa —¿No eras tú el que quería decirme algo...?
—Puede esperar. —El dedo indice de Shōto se deslizaba por el borde de su taza.
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¡Mírame a mí! [Todobaku Fanfiction]
FanfictionTodoroki Shōto está perdidamente enamorado de su primer amigo Midoriya Izuku, cuya mirada no va dirigida al primero. Shōto se desahoga con su amigo más reciente: Bakugou Katsuki, quien odia terriblemente que le hablen de "Deku", pero ahora le enrabi...