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A PESAR DEL FRÍO QUE SE SIENTE EN ESE MOMENTONO FUE excusa para que los tres adolescentes se detuvieran a quedarse en un solo sitio sentados a esperar a que su venganza llegara hasta sus pies, así que después que Alaska termino de cambiarse–siendo cubierta por el cuerpo de su hermano quien le daba la espalda para que ningún pervertido la viera y Wanda utilizando de igual manera su cuerpo junto con la frazada que llevaba–caminaron entre los puestos observando a las personas sin prestar atención a sus conversaciones. Hasta que sintieron una ventisca de aire mover sus hebras castañas, Wanda miro hacia atrás de todas formas para comprobar que Pietro, efectivamente, si se había ido a quien sabe dónde.
— ¿A dónde fue? —Preguntó Alaska, sin dejar de caminar y dándole una mirada a su hermana.
—No lo sé. —Respondió, negando con la cabeza, mientras se cubría sus brazos con la frazada roja—. Pero está sacando ventaja de ello, para conseguirnos cosas.
—Lo sé. —Asintió la castaña, mientras se juntaba más a su hermana mayor, quien la recibió con los brazos abiertos—. Wanda.
— ¿Sí, Alaska? —La mayor la miro esperando pacientemente la respuesta o pregunta que haría.
—Miren los que les conseguí. —Hablo Pietro, cuando llego con ellas, sacando dos pulseras de plata y mostrándoselas.
—Es bonita. —La menor de los tres, tomo una pulsera y la admiro, ganándose una sonrisa de su hermano mayor.
— ¿De dónde las sacaste? —Preguntó Wanda, copiando la misma acción que su hermana menor.
—Las robe. —Soltó con simpleza.
— ¡Pietro! —Gritó Wanda, seguido, le golpeo el brazo, ganándose un quejido del mayor.
— ¿Qué? —Preguntó a la defensiva—. Les conseguí una pulsera para cada una.
—Robadas.
—No tenemos dinero, Wanda. —Se encogió de hombros para abrazar a la menor—. Déjenme consentirlas aunque sea un poco.
Alaska sonrió al ver la absurda discusión que sus hermanos mayores están teniendo en estos momentos, ¿Cuándo fue la última vez que los vio discutir por cosas absurdas? No lo recordaba con exactitud, es como si su subconsciente hubiese bloqueado ese momento para protegerla de cualquier secuela que dejara ese momento. No sabía si eso era bueno o malo para ella misma al no poder recordar esos sucesos de aquel fatídico día, tampoco sabía si los subconscientes de sus hermanos mayores habían hecho lo mismo, pero no iba a preguntar para no hacerlos sentir incomodos sobre ello.
Salió de sus pensamientos para acercarse a Wanda y Pietro que seguían en medio del pequeño mercado al aire libre con su discusión sobre robar y no robar, movió su cabeza de lado a lado quitando aquellos pensamientos que comenzaron a invadir su cabeza, entonces tomo cada una de las manos de sus hermanos haciendo que pararan la conversación y la miraran al mismo tiempo.
