𝓕𝓾𝓰𝓪𝔃 ✩‧₊˚ ,;𝓰𝓸𝓵𝔁𝔂

14

Los dos chicos continuaban juntos, pero la hora de ensayo había terminado. Ahora el cielo estaba oscuro pues era tarde, y simplemente se encontraban al borde de la acera, en frente de la HS. El rubio seguía con la mirada gacha pues no sabía que decir.
En ese momento Foxy tenía una expresión mas indiferente, parecía pensativo, no triste.

-Golden...- el de ojos grises lo miro de reojo, se percató de ello-.

-¿Hm?-.

-Puedo ir a tu casa hoy?- Golden se ruborizó inmediatamente - ¡Ah...! Perdon por preguntarlo tan repentinamente pero, es que...-.

-¡N-no! Digo, si! Está bien, no me importa, solo que mi abuelo no me deja llevar gente a casa así que tendríamos que entrar en silencio, y...!- habló rápidamente, pasó de estar preocupado a completamente nervioso en un par de segundos-.

El pelirrojo rió nervioso, le daba ternura cuando se ponía así.

-Gracias Golden- Puso una mano en su cabeza- Es que, no quiero estar solo esta noche aunque debería pensar sobre todo esto, pero igualmente... No es un problema para tí, verdad?- Lo miró de nuevo algo avergonzado-.

-Esta bien, y no, no lo es! Se lo diré a Jeffry-.

Foxy le dedicó una sonrisa, Golden hizo lo mismo.

-Lindo...-.

[...]

-Bueno, ya llegamos señorito Golden- dijo el mayordomo de cabello rosa abriéndoles la puerta de la lujosa limusina a los adolescentes-.

Foxy ya estaba demasiado sorprendido por la ostentosa limusina en la que hace unos segundos había viajado, pero lo estuvo aún más al ver la gran mansión que se encontraba en frente de él, no sabía muy bien que hacer pero en seguida eso dejó de ser un problema.

-Foxy sígueme, entraremos por otra puerta, trata de no tocar nada, por favor- le dijo con algo de tranquilidad pero a Fox le extrañaba notar inseguridad en él al mismo tiempo-.

-Gracias- Fox miró abajo- ah, digo, sí, no tengo razon para no guardar silencio-.

-Bien, vayamos ya- Dijo el rubio dándose la vuelta y dirigiéndose a la entrada de la gran edificación-.

Jeffry observó a ambos marcharse antes de volver a entrar en la limusina.

[...]

-Bien, aquí es...- Dijo el de ojos grises con voz suave-.

Habían rodeado el jardín de la casa y se encontraban detrás. Tenía una puerta trasera que daba a la cocina.

-Golden, que las luces del jardín estén apagadas no es que ayude mucho...-.

-Lo siento, no puedo hacer nada, se encienden desde dentro, mi abuelo las habrá apagado- supuso-.

-Entiendo, no importa-.

Hubo un silencio por unos segundos, el sonido de los grillos y sus pasos apresurados contra la piedra del camino era lo único que podían oír.

-Detrás de la casa hay menos luz-.

-Ten cuidado, esta parte no está muy cuidada...-

Al continuar avanzando Foxy pudo sentir como la textura del suelo se hacía más blanda, comenzaron a caminar sobre césped pues el camino se había acabado en ese punto-.

El de ojos amarillos tenía la mirada fija al frente, concentrado en enfocar sus ojos en la oscuridad, como si eso hiciera que pudiera ver entre ella.

-Foxy, tengo el móvil aquí! Pensé que lo había dejado en mi mochila, espera pondré la linterna-.

-Oh, eso es genial, pero debemos estar casi a punto de llegar- Rió por lo bajo-.

En el momento que Foxy iba a dar el siguiente paso su pie se enganchó con algo, se sintió como una cuerda pero más blanda. Al levantar su pierna en un intento de recuperar el equilibrio solo consiguió caer hacia delante.

Los dos soltaron un grito debido al susto y la caída, y en menos de un segundo ambos estaban en el suelo.

-Auch...-.

-¡Golden, lo siento! ¡¿Estas bien?! Oh dios, perdon, me tropecé con algo.

-Eso dolió, pero creo que estoy bien, osea, estoy vivo-.

El pelirrojo se levantó mientras el contrario se daba la vuelta, se acababan de caer de boca, sobre todo Golden.

-Menos mal que era hierba y no el camino de piedra- se sobó el brazo derecho-.

-¿Te duele ahí...?- Foxy se agachó en frente de él-.

-Un poco, me apoyé en el, al caer. Pero no importa.-.

Fox le miró preocupado y algo apenado. Extendió su mano para agarrar su brazo y hizo algo de presión en el lugar donde se estaba tocando-.

-¡Ah!-.

-...- Muévelo hacia arriba-.

El rubio le hizo caso, y trató de levantarlo-.

-Au... Vale, sí, me duele...-.

El más alto suspiró. A continuación se levantó y le extendió la mano.

-Dame la izquierda.- Dijo en tono de broma-.

-Ja, ja.- Le hizo caso, ladeando una sonrisa- Ah, mi móvil, se cayó también-.

-Ahí esta, delante. La pantalla se quedó encendida-.

El rubio lo agarró y encendió la linterna. Lo primero que hizo fue apuntar al lugar donde se habían caído.

-Una manguera- suspiró-.

-¡¿Quien colocó esa manguera así?!- Golden sonrió-.

-Da igual, vayamos a casa por favor-.

El otro asintió.