Luna Escarlata [Terminada]

XXXV

Sasuke~

Luego de unas caricias más, tuve que dejar a Naruto ya que tenía clases, si lo dejé con ganas, no es el único, lo quería y lo quiero aún más ahora, sentir de nuevo su piel morena, sentir esa calidez que emana su cuerpo, el mío es frío y tal vez eso es lo que aveces le provoca escalofríos cuando lo toco.

—Sasuke, ¿cómo está Naruto? —pregunta recogiendo un mechón de su cabello

—Esta mucho mejor, algo confundido pero mejor —respondo viendo a un pelirrojo llegar

—Buenos días, princesa —saluda a Hinata y me mira— veo que el chico ya despertó, al fin tienes los ojos en la tierra

—Así es —digo sonriendo levemente.

—El sello, ¿le funcionó o aún no está estable? —cuestionó con su mirada fija en la mía, este tipo jamás me ha caído bien con todas esas preguntas que suele hacer, las suposiciones acertadas y demás

—Disculpa Hinata —pase por su lado— dile que no es asunto suyo, por favor

—Príncipe Uchiha —siento un agarre en mi antebrazo— esto me incumbe, seguro le alegría oír que sé como ayudar a Naruto

Me quedo mirando el suelo unos segundos, no estará mintiendo, ¿no? desde que conozco a Gaara no lo he visto actuar de forma infantil o siquiera lo vi romper alguna regla, supongo que su Dinastía es mucho peor que la mía, aunque si mis padres descubren lo que he hecho desde que llegué a la Academia, ya estaría muerto en manos de mi padre.

—Te escucharé, pero —miro a Hinata por el rabillo del ojo, la noto pensativa— será a solas…

—Sasuke… ¿Que sucede con Naruto? —preguntó llevando una de sus manos al rostro

—No puedo decirte aún —respondí desviando la mirada, perdona Hinata, pero si alguien más descubre el secreto de Naruto, sería riesgoso

Hasta ahora, los únicos que saben la identidad de Naruto, somos Sai, Suigetsu, Nagato y Karin, ya que ellos son sus parientes, y Deidara e Ino, ya que ellos fueron los que cuidaron de él, además de que entran a la mente de Sai o Sui e indagan más para saber qué pasa exactamente.

Después de que Gaara lograra persuadir a Hinata, caminamos hasta el invernadero, a este chico le gustan las flores del desierto, no se como hizo para que crecieran aquí.

—Naruto Yamanaka… desde el momento en que lo vi, supe que no era su verdadera familia —informó tomando una regadera— lo estuve viendo unos días después de su instalación, su comportamiento era sospechoso, no, incluso sus palabras… el cómo dudaba al decir su propio clan…

—Vil espía que resultaste ser —chasqueo la lengua y cierro mis ojos mientras el continúa

—Solo me dio cierta intriga saber más sobre él, después de todo, no encuentras a un heredero perdido cualquier día, al principio me tomó por sorpresa —intento mantener la compostura— pero, eso no es todo lo que llamó mi atención…

Escucho sus pasos y abro mis ojos, aveces quisiera golpear a personas como él, metiendo sus narices donde no los llaman.

— ¿Que más encontraste, Gaara? —pregunto de forma sarcástica, claro que ya sé a que se refiere

—El hecho de que lleven una relación… —Soltó— Pero eso es bastante obvio a la vista de la persona correcta, lo admito, son buenos ocultado ese hecho, pero muchos comienzan a sospechar…

—Tsk… de todas formas, con que no llegue a oídos de mi familia esta bien —digo tangente y este deja la regadera en el suelo y se acerca a oler algunas flores azules

—Naruto Uzumaki tiene más que una herencia… el tiene una maldición llamada Destrucción… eso es lo interesante que descubrí -mencionó caminando hacia mi

— ¿Destrucción? —bien, ahora me tiene, quiero saber más

—Así es, la herencia de los Uzumaki es una bestia llamada Kyubi… o Kurama, en si, esa bestia puede albergar el rencor u odio de los herederos anteriores, inclusive de todos los Uzumaki…

"—Pero parece real, debiste verlo, era igual a mi, repetía una y otra vez que solo era su reflejo, que"

—¿Como sabes todo eso? —cuestioné colérico

—Porque algo similar vive dentro del Shukaku… solo que esta no tiene una maldición… pero no me permite amar o eso pensé… hasta que la princesa Hinata me mostró lo más cercano al amor que he sentido… sin embargo —me muestra la marca en su lado izquierdo de su frente— mientras tenga esto, moriré antes de decirle lo que empecé a sentir, o más bien, moriré si se lo digo… diría que esta es mi maldición…

Gaara vuelve a regar plantas y miro el techo de vidrio que tiene el invernadero, las personas que viven bajo el techo de una Dinastía… son las que el sufrimiento no quiere dejar, los clanes piensan que tener poder lo es todo, pero no conocen el sacrificio que tenemos que hacer, no porque así lo decidimos, sino porque así lo deciden nuestros mayores.

—Gaara —muerdo mi labio y luego sigo— antes, dijiste que sabías como salvar a Naruto… por favor dime

—No creo que salvar sea la palabra correcta —dice y de nuevo el miedo viene a mi— te dije que podía ayudar, pero solo hallé una forma de hacerlo en textos antiguos de mi Dinastía… y es…

No… que no sea lo que la madre de Naruto me dijo, por favor…

—Matar a Naruto…

Empuño mis manos y golpeo la pared donde me apoyo.

— ¡¿Por qué?! 

—No he vivido tanto para saberlo, idiota —masculló

—Naruto no se merece eso con lo bueno que es… ni siquiera sabia nada de su familia, lo único que quiere es no ver morir a los que ama… —Miro a Gaara con la vista borrrosa

—Entonces… hazlo tú, seguro eso le hará sentir menos dolor…

Aunque digan eso, nadie piensa el dolor que llevaré al hacerlo.

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5, 5 capítulos para el final

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