Luna Escarlata [Terminada]

XXV

Naruto~

—No sabía que eras muy cursi —dice y le saco la lengua

—Te recuerdo que esas eran tus palabras —me levanto y este asiente

—Me rindo —nos ponemos frente a frente— te enseñaré algunas cosas si sigues con lo de romper el sello.

Le di un sí.

—Primero, la sangre de un Uzumaki debe de tocar estas aguas —miramos bajo nuestros pies— junto a una posición de manos

— ¿Eh?

—De este modo —comienza a mover sus manos con movimientos extraños— debes aprender y practicar esto, o moriremos los dos

—…

—Sólo bromeó —ríe y se pone serio— pero no intentes nada hasta que lo tengas dominado

—Entiendo, memorizar, practicar, dominarlo y luego intentarlo

—Algo más —inclino mi cabeza a un costado— si el sello se rompe, no creo poder controlarme… así que, cuando estés entrenando te voy a prestar un porcentaje de mi poder, así prácticas con el

— ¡En verdad! —digo emocionado por todo esto y el asiente

—Pero ten cuidado de no perder el control, recuerda quién eres, de dónde vienes, quiénes son tus aliados… y lo más importante, recuerda a quién proteges con ese poder…

Volví al mundo real con esas palabras en mi cabeza, me doy cuenta de la hora y corriendo llego a duras penas a la clase del profesor Jiraiya, un leve regaño y me ubico junto a Sai y Sasuke.

La clase comenzó y me pareció raro el que Sasuke no empezará con sus preguntas, lo miro por el rabillo del ojo y este sólo se encuentra concentrado en la clase.

¿Me habré excedido con lo que dije? no, lo que dije es cierto, ¡Ni siquiera somos novios!

Me sonrojo y miro al frente.

¿Novios? eso es… No, lo pensé sin pensar y ya, definitivamente eso no pasará…

Aunque, sus labios sepan tan bien y su piel contra la mía me haga sentir miles de cosquilleos.

Negué con la cabeza varias veces y me doy un golpe en mis mejillas con las palmas de mis manos.

— ¿Se encuentra bien? —el profesor me apunto con una gran rama de quien sabe donde apareció.

—No pude evitar notar que no está prestando atención a mi clase, no es así Naruto —dice y bajo la mirada.

Me pongo de pie y me inclino 90 grados.

—En verdad no volverá a pasar, profesor —digo cerrando mis ojos.

—Hey, ponte derecho chico —le hago caso y escucho la risa de varios estudiantes— parece que tenemos un excluido, vamos vuelve a sentarte y sigamos con la clase.

— ¿Hm?

Al termino de la clase, quedé más perdido que cuando entre ¿Desde cuándo las herencias tienen movimientos de manos?

—Hola excluido…

— ¿Qué quieres?

—hmmm déjame pensar —dice llevando su mano a su mentón.

—Eres molesto

—Y tú un excluido —dice y frunzo el ceño

— ¿Qué es un maldito excluido? —pregunto entre dientes

— ¿Ni eso sabes?

—Sai

—Bueno hmm... —llegamos a la próxima clase— un excluido es alguien que no conoce sobre la historia moderna o jamás ha salido de su cueva, o simplemente un ignorante

—Tu sonrisa me dan ganas de golpearte, sabes —digo con un tic en la ceja

—Puedes hacerlo cuando entrenemos juntos mañana

¡Y bien que voy a hacerlo!

Las clases terminaron y Sasuke aún no me dirigía palabra, por lo que me harte.

—¡Listo!, no puedes volverte más molesto —digo y tomo su muñeca para llevarlo a la biblioteca

— ¿Naruto?

Una vez sentados y con mi humor más calmado, suspiro.

—Ahhh ¿porqué no me hablas? —pregunto desviando la mirada

—Dije que me acercaría cada que tu olor sea fuerte, ¿lo Olvidaste?

Abro mis ojos sorprendido y frunzo el ceño. Maldito.

—Entonces todo era por mi estúpido olor —mascullo y apoyo mi cabeza sobre la mesa— y pensar que…

—Naruto…

—No digas mi nombre con ese tono, me harás pensar que es otra cosa —digo y lo miro con mi cabeza sobre mis brazos.

—Temo enamorarme de ti…

—No importa que digas…

Siento mi rostro arder y luego me doy cuenta de lo que dijo, ¿Acaso no tiene vergüenza?

—Es la verdad, si sigo contigo, temo no poder luchar contra ti... —juega con sus dedos— conoces lo que pasará, lo que algún día harás, en lo que una Luna Escarlata te hará… y si mi corazón no me permite hacerte daño, entonces ¿Cómo podré protegerte a ti y a los demás?

Me tienes miedo…

—Tengo miedo de perder lo único que logra darme miedo

—Me crees un monstruo…

—Tu eres un rayo en la oscuridad

—Suena poco creíble —digo y sonrío

—¡Lo eres! porque aunque haz vivido sin saber quién eras, tú sonríes, tú ves a través de las penumbras del pasado y estoy seguro que podrás cambiar el destino que tu herencia te ha dado…

Empiezo a ver borroso y mis lágrimas empiezan.

—Entonces no me ignores, si conoces el pasado, no dejes que sienta la soledad de nuevo, conviértete en mi luna y así no tendré que obedecer a la que ahora gobierna mi destino, sé mi verdadero destino, Sasuke…

Mentiría si digo que esto no duele, pero aquellas palabras que dije ahora, se convierten en el comienzo de un viaje y nosotros ya dimos el primer paso.