•Howard x Steve•
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“Te amo con todo mi corazón Steve, eres el amor de mi vida y te prometo que cuando acabe mis estudios vendré a buscarte, para cumplir esa promesa de casarnos juntos, de estar el resto de nuestras vidas unidos para siempre”
Despertó exaltado, esas malditas palabras, esas malditas palabras se volvían a repetir una y otra vez. Desde que recibió ese sobre no dejaba de soñar con ese momento, ese momento que hacía que su corazón doliera más de lo que ya dolía.
Volteó hacia su mesa de noche dónde se encontraba su reloj que marcaba las 4:20 am, aún era temprano, decidió tratar de conciliar su sueño de nuevo, aún estaba muy cansado, no lograba descansar adecuadamente desde hace un mes, desde que llegó ese maldito papel que le arruinó todas sus esperanzas, todas aquellas que siempre tuvo durante 10 años, todo ese tiempo perdido para que al final no significara nada.
Daba vueltas de un lado a otro tratando de hallar una posición adecuada, pero simplemente no hallaba una, se dió por vencido, no lo lograría. Quedando boca arriba cerró sus ojos recordando todos aquellos momentos que vivió con él, y que le gustaría volver a vivir pero simplemente no podía.
Ya era demasiado tarde, cómo le gustaría regresar al pasado para sentirse completo otra vez, sólo por una última vez más, una mitad de su corazón murió desde que leyó aquello que se encontraba en el sobre.
Sin darse cuenta pequeñas lágrimas empezaron hacer acto de presencia, poco a poco el llanto se hacia cada vez más fuerte al grado de ya no poder tener control de el, hoy como todas las noches se permitió llorar como nunca, era la única forma de poder tirar esa máscara de felicidad, esa máscara que se ponía todos los días al salir de su casa para encontrarse con sus amigos, como si nada estuviera pasando, pero Peggy, Bucky y el señor Erskine, ellos lo conocían perfectamente y sabían que esa sonrisa no era más que falsa, que detrás de esa bella sonrisa se encontraba una gran tristeza, y lo supieron cuando vieron aquel brillo de esos bellos ojos zafiro apagarse por completo.
Sus amigos siempre trataban de animarlo a como diera forma, él solo le seguía la corriente para no preocuparlos más de lo que ya estaban, es por eso que siempre que llegaba a su casa tiraba esa máscara para reemplazar la por esa gran realidad. Todas esas noches que lloraba como nunca hasta la madrugada, hasta que lograba quedarse por fin dormido, pero no pasaban ni dos horas cuándo esas palabras lo hacían despertarse, entonces como siempre sin poder conciliar el sueño de nuevo se ponía a recordar esos momentos increíbles que pasaron juntos, sabía que se estaba haciendo más daño al recordar todo pero simplemente no podía evitarlo, quería volver al lugar donde fue feliz.
Otro día más se hizo presente, la luz del sol empezaba a infiltrarse por la ventana que tenía enfrente de su cama, esos rayos que alumbraban todo su cuarto lo hizo despertarse, parece que se quedó dormido.
Una pequeña música se dejó escuchar, su alarma, se retiró hacia la mesa para poder tomar su celular y así apagarla, se quedó meditando unos segundos, no tenía ganas de pararse, quería quedarse ahí a descansar pero no podía tenía que ir a trabajar, la renta de su departamento y los gastos no se pagarían solos, dió un gran suspiro de frustración para entonces ponerse de pie, camino hacia al baño para poder ducharse luego de haber acomodado su cama, al estar enfrente del espejo del cuarto de baño pudo notar como sus ojos se encontraban hinchados y rojos, su cara era un desastre.
Al sentir como el agua caí por su cuerpo se permitió llorar de nuevo, estaba roto, se sentía vacío, aún no entendía como podía seguir de pie, ¿De dónde sacaba esas fuerzas para poder mantenerse así?, Se sentía ridículo al sentirse tan vulnerable, estaba siendo tan patético, mientras él se encontraba de esa forma el otro estaba más que feliz viviendo su gran y magnífica vida, se sentía peor que ni cuando su mamá falleció y eso lo hacía sentir la peor persona del mundo.
