•Tony x Steve•
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Ahí estaba él, llamando la atención como siempre, caminando con ese gran porte que lo a caracterizado, haciendo suspirar a todas las chicas del instituto incluyendo a uno que otro hombre.
El chico popular del que estoy enamorado desde que tengo memoria, ese joven inalcanzable.
Tony Stark ese chico Playboy que ya a pasado por las camas de todos los del instituto sea hombre o mujer, ese chico que a donde sea que vaya es reconocido por su inigualable belleza, a donde sea que vaya siempre atrae las miradas en él.
Como siempre de costumbre llega todos los días a la misma hora, no se atrasa ni se adelanta ni un solo minuto, ya marcadas las 7:00 am todos voltean hacia la puerta viendo como llega él, haciendo su entrada triunfal junto a sus demás amigos que lo siguen detrás, saludando a todos el instituto incluyendo a mis amigos menos a alguien en especial...... a mí, como si no supiera de mi existencia, eso me dolía pero pues no podía hacer nada, así que cada que él llegaba prefería voltear a otro lado así me ahorraba el sufrimiento de ver como saludaba a todos menos a mí.
Soy Steven Grant Rogers el que siempre pasa desapercibido por todos, sólo 4 personas saben de mi existencia..... Si, ellas son mis amigos y mi mamá.
¡Por dios! ni siquiera mi vecino se acuerda de mí y eso que un tiempo trabaje con él, pero bueno eso ya era una costumbre para mí, pasar desapercibido a donde sea que vaya, pero no los culpó quién se fijaría en mi, parezco abuelito según mis amigos con lo que traigo puesto; un pantalón caqui un poco más grande a mi talla adecuada, una camisa de cuadros blanca con azul bastante grande para ocultar mi cuerpo musculoso. Simplemente me siento cómodo con mi forma de vestir, así puedo ocultar mis inseguridades hacerca de mi cuerpo.
-Enserio necesitas un cambio de look, Punk-
-Pareces nuestro abuelito con esa ropa- dice la única mujer del grupo, mi mejor amiga.
-Ni mi abuelito se vestía así de anticuado, tú cada vez vas empeorando más Steve- Clint como siempre llegando tarde, era al único que esperamos para emprender nuestro camino al salón.
-No sigan insistiendo chicos, la respuesta siempre será ¡No! Ustedes saben porqué me visto así- dicho esto nos dirigimos al salón.
-Y aún no entendemos que tiene de malo tu cuerpo, pareces ¡Dios griego! con ese cuerpo que te cargas sigo sin entender que te causa inseguridad-
Los chicos siempre insistían en hacerme un cambio de look cosa que yo siempre negaba, tantas veces fue mi negación que mejor decidieron dejarlo por la paz, creí que ese tema ya estaría olvidado pero parece que hoy se demostró todo lo contrario.
-Simplemente no me gusta mi cuerpo y por favor ya dejen de insistir tanto ya saben la respuesta-
-Yo que daría todo por tener tu cuerpo y tú qué no lo quieres, recuerdo la vez que casi me desmayaba cuando te ví-
-Ahora que lo mencionas, no olvidaré cuando tú y Nat se dieron cuenta del tremendo cuerpazo que esconde mi hermano debajo de esa ropa-
-Todavía tengo esa imagen guardada en mi cabeza, tú con solo un pantalón y con el pecho descubierto. Creo que ya me dió calor de tan solo traer de nuevo esa imagen a mi mente-
-No vamos a cansarnos de agradecerle a James por mandarnos ese día a tu habitación, quien diría que nos encontraríamos con un majestuoso regalo y eso que aún no era nuestro cumpleaños-
-Mi hermano hace dudar a todos de su heterosexualidad, con su sensual cuerpo y esa bella cara tallada por los mismos ángeles-
-Pueden dejar de hablar de mi- nos adentramos al salón, cada uno se sentó en sus respectivos asientos.
