Saturno

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•  Stephen x Steve pre-suero
• Mención de ironstrange y stucky

❄️❄️❄️

🎶Vuelves en cada sueño que tengo,
caigo de nuevo en tu red.
Sé que tarda un tiempo
curarme de ti, de una vez.

Tuve tantos momentos felices que olvido lo triste que fue,
darte de mi alma,
lo que tú echaste a perder🎶

Tan sólo era un chico cualquiera de Brooklyn.

Alguien debilucho para los ojos de las personas, un chico de complexión delgada con una altura de un enano para los chicos de su edad, y bastante enfermizo que el promedio.

No tenía amigos, nadie lo quería sería algo horrible ser amigo de un "defectuoso", no fue hasta que Tony llegó a su vida convirtiéndose en su único amigo, aquel chico que lo apoyaba en todo momento.

El tiempo pasó y entonces lo conoció...

Aquél bello chico pelinegro, hermoso... No, hermoso no, esa palabra se quedaba muy corta para describir aquel ángel caído del cielo.

Fue en aquella cafetería donde trabajaba, era un día normal como cualquier otro, todo aburrido, entonces llegó él, un pelinegro de piel clara varios metros más alto que él, con un smoking negro de tres piezas que lo hacía lucir magnífico... Fue amor a primera vista al momento de que sus ojos chocaron con los azul-verde del otro.

Lo atendió con los nervios de punta, con su sola presencia era capaz de lograr esos sentimientos, se marchó al momento de entregarle su pedido regalandole un «Gracias» acompañado de una bella sonrisa, sonrisa que lo hizo perderse de la realidad.

Con los ánimos al 100 se levantó feliz a trabajar esperaba volver a verlo como los demás clientes que frecuentaban el lugar, pero sus esperanzas y ánimos se fueron cuando aquél hombre no llegó.

¡Por dios porqué le afectaba tanto!, sólo era un cliente y ya... Un cliente del que se enamoró con sólo verlo, si Tony estuviera ahí con él se estuviera burlando de lo ingenuo que era.

Y así día tras día, cumpliéndose una semana no dejaba de sacarse aquél hombre de su cabeza, y menos lo logró cuando lo volvió a ver ahí parado en el mostrador. Repitiendo la misma situación que el primer día lo atendió, ya no se hizo ilusión volver a verlo al día siguiente sabía que eso no pasaría, pero grande fue su sorpresa cuando lo vió ahí nuevamente, y fue así como todos los días empezó a frecuentar aquel lugar, convirtiéndose rápidamente en el cliente más frecuente y aparte en el segundo amigo del rubio.

Las salidas como amigos eran bastantes frecuentes, y el enamoramiento del rubio crecía cada vez más con el paso del tiempo, estar a su lado era lo mejor, aquellos momentos eran tan maravillosos que siempre lo dejaban con una sonrisa tonta en su rostro. En una de las tantas platicas descubrió que trabajaba en una clínica en las tardes después de salir de la universidad, él le platicó que trabajaba igualmente mientras estudiaba en una escuela que gracias a su esfuerzo pudo obtener una beca.

Steve pedía a todos los dioses para que sus sentimientos fueran correspondidos de igual forma. Que Stephen lo mirara con ojos de amor como él lo hacía desde el momento en que lo vió.

¿A caso era mucho pedir?, Claro que sí, quién es su sano juicio lo miraría a él como alguien hermoso. Stephen era perfección pura, inteligente, amable, guapo y muchas más cualidades que tenía pero que si las decía nunca acabaría. Como alguien como él se fijaría en tan poca cosa como lo era él, ni estando ciego lo haría... Porque él lo sabía desde un principio, Stephen sólo lo miraba como amigo, fue culpa de él que se hiciera ilusiones que en ningún momento sucederían... O eso creyó al principio.

Un mundo All x Steve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora