• Scott x Steve •
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Tan sólo bastó con compartir pocas palabras para que una gran amistad surgiera entre ellos.
Era nuevo en aquél lugar, sus padres decidieron mudarse para mejor comodidad a su nuevo trabajo, haciéndole cambiar de institución, donde dejó a sus “amigos” atrás, aunque admitiendolo no le afectaba tanto aquel cambio tan drástico, digamos que nunca se llevó bien con sus compañeros de su antigua preparatoria, y ni se diga de sus ex vecinos.
Con su cabeza recargada en la ventana del coche, observaba como se quedaba atrás su antigua casa. Cerrando sus ojos se concentro en la melodía que desprendían sus audífonos.
No sabe cuánto tiempo transcurrió, sólo sintió como su madre lo sacudía con un poco de fuerza mientras repetía su nombre varias veces. Abrió sus ojos acostumbrándose a la luz que desprendía el fuerte Sol, vaya parece que se había quedado dormido en el camino.
Quitándose los audífonos para luego guardarlos en su mochila que tenía de lado derecho, observó por última vez la hora en su celular donde en números medianos marcaban las cuatro de la tarde. Suspirando tomé mi mochila para salir del coche, guardando mi celular en el bolsillo trasero.
Agradecía que la nueva vivienda ya estuviera amueblada, por ser del abuelo que ahora vivía en España se encontraba en esas condiciones.
Me acerqué hacia el camión de mudanza donde solamente había pocas cajas. Comencé ayudar a mis papás a bajar todo, aproximadamente media hora pasó y sólo faltaba una caja. La caja era algo alta así que me tapaba la vista, fue así que choque con alguien.
- ¡Auch!- soltó un quejido la persona.
Haciendo las cajas de lado miré al sujeto en el suelo, el impacto hizo que sólo me tambaleara hacia atrás, ya que logré agarrar equilibrio para no caerme.
Bajando las cajas, estiré mi mano para poder ayudarlo.
- Lo siento- me disculpé al tenerlo de pie sacudiéndose la tierra de su pantalón y mochila.
- No te preocupes sólo para la otra ten más cuidado- levantó su rostro.
Fue el momento exacto donde sus ojos conectaron con los míos, y entonces me perdí en aquel hermoso azul.
- Soy Scott Lang- reaccionando después de minutos, estiré mi mano.
- Steven Rogers- sonrió para aceptar mi gesto- ¿Vivirás ahí?- señaló la casa.
- Si, ¿Por qué la pregunta?-
- Al parecer somos vecinos, yo vivo en aquella casa- seguí su dedo índice para observar la vivienda.
- Wow eso es maravilloso, tal vez después ¿Te gustaría mostrarme el vecindario?- sonreí esperanzado.
- Claro que sí, me encantaría... Pero bueno ya no te quito mas el tiempo, tal vez tengas mucho trabajo por hacer, nos vemos pronto Scott- se despidió con un gesto de manos para tomar su rumbo de nuevo.
¡Es tan lindo!
- ¡Scott!- llamó mi papá desde la mitad del jardín caminando hacia mi.