Fred Weasley y Allison Scamander

001

Mentiría si dijera que no estoy nerviosa

Me estoy muriendo de nervios

Mañana cumplo 11 años, lo que significa que ya tengo la edad necesaria para poder entrar a la mejor escuela de magia, el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Si tienes suerte y te aceptan, te envían una carta. Y yo tenía miedo de que no me aceptaran.

Toda mi familia a asistido a Hogwarts, es casi imposible que no me acepten, pero de igual forma estoy muy nerviosa.

Me encontraba caminando de un lado a otro en la sala de nuestra casa, mientras me mordía las uñas del nerviosismo.

- Puedes tranquilizarte, intento leer y si estas así de ansiosa no me puedo concentrar - hablo mi hermano mientras quitaba la vista del libro y me veía a mi

- Te puedes ir a otro lado a leer, nadie te atado para que no te puedas ir - dije sin parar de caminar

- Allison

- Dylan

Mi hermano me miro de nuevo y alzo una ceja

- Tranquila Allison, si vas a entrar, no tienes nada de que preocuparte

- ¿Cómo puedes estar tan seguro?

- Simple, eres una Scamander, lo que significa que puedes lograr incluso lo imposible

Dylan se acerco más a mi y me abrazo, yo le devolví el abrazo. No tenia ni idea de como, pero mi hermano siempre sabía que decir, siempre me apoyaba en todo. Y sabía que siempre iba a estar para mi.

- Cuando entres a Hogwarts, siempre que pueda te comprare tus dulces favoritos

- Ranas de chocolate - me separe del abrazo para mirarlo

Mi hermano asistía a Hogwarts, iba en cuarto año y pertenecía a la casa Hufflepuff, al igual que mi padre, mi abuelo, y entre otros integrantes de la familia.

- Bueno, creo que tienes que ir a terminar de arreglarte para ir a la casa de los abuelos

- Tienes razón

Y eso hice, subí a cambiarme. Me puse un hermoso vestido azul con unas zapatillas de color blanco. Cuando estuve lista baje y espere a que mis padres llegaran para poder ir a la casa de los abuelos.

Cuando llegaron mis padres, nos avisaron que nos quedaríamos unos días con los abuelos. Así que después de que empacáramos algunas cosas, nos fuimos.

Amaba la casa de los abuelos, era tan bonita. Llena de plantas. Estaba ubicada en el bosque, cerca de un pequeño pueblo. Cuando llegamos mi abuela se encontraba afuera.

- ¡Abuela! - grite

- Mi pequeña Allison, cuanto has crecido - me abrazo - ¡Newt ya llegaron!

- Abuela

- Oh querido Dylan, que guapo te has puesto

- Gracias abuela, ¿dónde esta el abuelo?

- Donde crees que este

En ese momento todos entendimos, se encontraba en su maleta.

Ya se puede que suene un tanto extraño pero, mi abuelo tiene una maleta, pero no es una maleta común y corriente. Es una maleta mágica.

En ella tenia a un montón de animales fantásticos, es pequeña la maleta claro, pero por dentro es enorme.

Algunas veces llegue a entrar, y tengo que admitir que es increíble.

Entramos a la casa y fuimos a dejar nuestras cosas en nuestros respectivos cuartos.

Después de dejar mi pequeña maleta, me puse a buscar a mi abuelo, o más bien la maleta.