D•I•E•C•I•S•É•I•S

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—You know that I'm a crazy bitch I do what I want when I feel like it... All I wanna do is lose control. Oh, oh —A pocos pasos de mí, me miraba con diversión y... Ternura, creo.

—Es la quinta canción que pones de ella... Comienzo a pensar que te gusta un poco mucho.

—No, ¿tu crees? —Cuestione con diversión.— Ven a cantarla conmigo, anda. 

—Ni siquiera me la sé —Se excusó cuando aceptó mi mano la cual extendí para acercarlo a mi

—¡Al menos baila conmigo! ¿Sííí? —Me observó por unos segundos en los que fingió dudar, aunque claramente solo lo hacía para verme por más tiempo.

—Esta bieeen.

—¡Sí! ¡Mira, ya viene el coro! 

—You stole my heart, and you're the one to blame... Yeah! And that's whyyyyy I smiiiile, It's been a whileee, Since everyday and everything has felt this riiiiight, and now, You turn it all around... And suddenly you're all I need, the reason why... I, I, I... I smile,  ah, ah, ahhh ah, ahh...

Ambos estábamos en mi habitación pues aquella tarde se había cancelado la función que íbamos a ver, y Liar aún quería pasar tiempo conmigo. Yo con él no, obvio...

Decidimos poner música y pasar la tarde solo divirtiéndonos, además, esa última canción no era coincidencia que sonara justo en ese momento. 

Smile de Avril Lavigne... ¿Se notará que es mi cantante favorita?

Cuando escucho esa canción no puedo pensar en nada ni nadie más que Liar, mi chico molesto quien un día se acercó a interrumpir mi lectura preguntándome que si estaba leyendo. A pesar de ser algo muy obvio, así es como empezó a acercarse a mi corazón cada vez más, y más... Hasta llegar a un punto en que él es el único responsable de que sonriese.

Mi vida y sonrisas se las debía a él...

Sin darme cuenta comencé a depender de él.

—The reason why, I, I, I... I smi-i-i-ile... —Finalicé abrazándolo del cuello y a una cercanía que combinaba nuestras respiraciones.

Sonreí a punto de acabar con la separación cuando la puerta de mi cuarto se abrió sin previo aviso.

—Audrey, recuerda que esta noche tu herma... ¿Y ese?

—Papá, sabes que no puedes entrar a mi cuarto así como así.

—Sí, sí, hija ¿Quién es este?

—Eh... Hola sueg-

—¿Para qué quieres saber?

—Disculpa ¿Qué estaba a punto de decir?

—Soy el nov-

—No te interesa ¿ok?

—Audrey...

Lo miré con ojos entrecerrados esperando que se largará y nos dejara en paz.

—Me llamo Liar. —Se presentó amablemente algo tenso por la situación, me giré a verlo incrédula por lo rápido que cedió. —Soy su novio.

Extendió su mano la cual mi padre aceptó. 

—Así que...Novio de mi hija ¿Eh?

—Así es, señor... Le prometo que la voy a cuidar y no la lastimare.

—¡Por favor! ¡No es como que estemos a punto de casarnos!

—Eso espero, jovencito. —Me ignoraron.

La Cruda RealidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora