La Cruda Realidad

N•U•E•V•E

[Mi dinero.

Más bien dicho, el dinero de mi padre.

El hecho de... Tener un padre rico, con mucho dinero... Era la única razón por la que esas zorras se hacían llamar mis "amigas". Esa era la única razón por la que me incluían con ellas. Ellas nunca me quisieron a mi realmente. 

Y si había algo que les importaba más que el dinero, era su reputación. Eso lo entendí cuando me trataron como basura, después de que se diera a conocer "mi tragedia".

En serio... En serio creí que podría volver a la escuela como siempre. Con una vida normal...

En definitiva en cuanto recibí toda esa basura, comida e incluso algunos líquidos que me aventaban... Deje enterrada por completo mi ingenuidad. Al menos eso creía...

Pero de lo que tenia una completa certeza... Lo que comprendí en el mismo instante en que la vi, cuando me saco, rescato y salvó de aquel infierno...

Fue que, era la única persona que me quedaba. Y que si ella se iba, perdería todo. 

Jamás espere que me cambiaría por un chico.]

Después de que apareciera mi mejor amiga junto a su... Amigovio, sean lo que sean, se les ocurrió la increíble súper fantabulosa y espectacular idea de tener una cita doble. 

¿Ya dije que es la mejor y más emocionante idea que he oído?

Lo pero es que termine aceptando ¿Cómo por qué?

Resulta que aún no estaba del todo segura sobre la inocencia de Liar. Y Melany sabía más que yo respecto a relaciones sociales, de modo que decidí que con su ayuda tal vez podría finalmente desenmascararlo. 

—Oye... Mel... Mejor amiga que amo con todo mi corazón...— La llame a lo que me miró como si estuviera loca.

—¿Qué quieres?

—¡Ay! ¿Crees que te llamo así solo por ser interesada?— Cuestioné con una mano en el pecho.

—¿Qué quieres?— Preguntó nuevamente esta vez entrecerrando los ojos.

—¡Me ofende que pienses eso de mi!

Disminuyo su andar al igual que yo, dejando que los chicos se adelantaran mientras platicaban de... Cosas de chicos, no se.

—Audrey. Ya dime qué es lo que quieres.

—Pues nada, pero si tanto quieres ayudarme... ¿Crees que podrías ayudarme a investigar si Liar me oculta algo?

Enarcó una ceja sin entender del todo. No había pensado hasta ese momento en como disfrazar el hecho de que quería probar que Liar era un impostor.

—¿Ocultar algo? ¿Algo como qué? ¿Qué se supone que te va a ocultar? Podrías preguntárselo y ya.

—Es complicado...

—Sea lo que sea que quieras sacarle, podrías checar su teléfono y ya. El celular de todo adolescente te dice todo sobre su usuario. Quizá ahí encuentres o no lo que sea que estés buscando. 

Al atraer mi mano a mi mentón, me lo pensé mejor. De hecho, era cierto lo que decía. 

—¡Gracias, Melany! ¡Me has salvado!

—Como siempre...— Murmuro sonriendo. La verdad, no mentía.

Seguimos el paso de los chico en lo que buscaba la manera de llevar acabo mi plan.

Simplemente llegaríamos a una atracción donde no permitiesen celulares, y yo me quedaría atrás para conservar el de todos de modo que así conseguiría acceso a su teléfono.