La Cruda Realidad

C•I•N•C•O

Solo para aclarar, los flasbacks no van en orden.

[- ¿¡Puedes oírme gritar!? ¡Por favor no me dejes!- Fue lo único que oí con claridad. El resto pasó demasiado rápido y mi conciencia se nubló.

Un rato después encontré a Melany a mi lado. 

- ¿Qué... Qué pasó? ¿Por qué estas aquí?- Ella estaba llorando.

- Te encerraste en el baño... Te encontré tirada en el suelo.

- Pero... Hablo de ¿Por qué me rescataste? ¿Por qué te preocupas por mi? Después de que todos supieran lo de Joel me apartaron como si hubiera caducado y ya no les sirviera más. 

- ¿Qué? No, no. No, yo... Yo aún te quiero.- Me confesó entré sollozos e intentó tomar mi mano..- Eres mi mejor amiga, de verdad. No te cambiaría por nada. Vuelve... Todavía te necesito.

- Ya he tenido suficientes actores en mi vida. Diciendo quererme...- Me removí en la camilla y aleje mi mano de ella.

- Déjame tomar tu mano, lo haré bien. Te juro estar contigo toda mi vida.]

¿Confianza? Poca. Había pasado por mucho, sinceramente. Obviamente me iba a costar más volver a confiar de nuevo. Aún así... Ver como se esforzaba, me hacía sentir... Especial.

- ¡¡Oye, tonto!!- Grité fuertemente al teléfono. Escuché un quejido. Me alegré al suponer que su tímpano se estaba reiniciando.

- ¿Qué quieres de mí? ¿Estropearme el oído?

-Sí, pero a parte de eso quiero que me acompañes.

- ¿Ah? ¿Qué te fumaste?

- No te interesa, no te voy a dar. Solo acompáñame.

- Bien, bien. Aún así se me hace raro. Siempre estas con la rubia esa de pelo corto.

- Se llama Melany y esta pasándola con un casanova, por tanto eres la última opción para acompañarme. Deja de hacer preguntas y solo encuéntrame en la dirección que te enviaré.- Sin darle tiempo a responder, colgué y escribí el rumbo. 

Llegué sin ninguna dificultad. Yo. Supongo que él no, pues lo esperé un rato.

- Al fin.

- Lo siento, estaba

- No me interesa, ven.

Con mi mano le hice una seña dando a entender que fuera atrás de mi. No muchos pasos más tardes, rompió el silencio.

- ¿Y para que necesitas que alguien te acompañe?

- Por que es un trabajo de dos.- Abrió los ojos muy grande.

- ¿¡VAS A ENTERRAR UN CUERPO!?- Me reí a carcajadas. Ok, eso sí era demasiado estúpido.

- Claro que no, idiota. Además si lo fuera a hacer ya lo habrías arruinado todo al anunciarle a Plutón. 

- Ah. Entonces... ¿Qué trabajo necesita a dos?

- Ya lo veras. 

Subíamos las escaleras del hospital. Él, detrás de mi, viendo hacía los lados con curiosidad. Siguió haciéndome preguntas las cuales ignore. No solo por gusto, también porque mis recuerdos me atormentaban y nublaban mi mente. 

Me distraje, moviendo un pie en falso. Realmente me angustié al tropezarme en la escalera y por un instante creí que ya había valido. Solo que unos brazos fuertes me rodearon.