❀Capítulo ocho❀

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|Benjamín|

Las mire salir por la puerta principal y solo me carcomía por dentro tenía miedo de que algo le ocurriera a mi pequeña, es importante, la preocupación que cargo es grande. Ella a sufrido mucho y es algo difícil, no recuerdo cuándo fue la última vez en la que fuimos al psicólogo tuve que ver mis contactos, los lobos no tenemos eso básicamente hay demasiadas cosas que normalizamos.

Somos diferentes y pensamos de distintas maneras.

— Exageras mucho, solo van a comprar ropa. ¡Exagerado! — gruño hacia Richard.

— Mira quién lo dice él que llora cuándo mi prima no le habla. — me rió en cara, hace un gesto gracioso y solo niega.

— Te atacan divertidamente y eres malo. — ruedo los ojos.

Me siento en mi silla y lo miró con los brazos cruzados. Ladea su rostro y me lanza los papeles que tiene entre las manos.

— Pusiste la vigilancia. — asiente. — Esta bien, desaparece. — hace una extraña mueca y se larga.

Niego de un lado a otro regresando a mi preocupación inicial.

— Sabes puedes hablar con tu prima ahora no sé que hice y no me está hablando. — dice asomándose por la puerta, suspiro con pesadez, de nuevo lo mismo. Me mira con ojos de perrito necesitado algo usual de él y solo niego.

— ¿Qué le hiciste esta vez? — entra de nuevo al lugar.

Por su cara sé que no sabe nada, ni comprende lo que pasa con los repentinos cambios de humor y creo que yo tengo que decirle lo que todos ya sabemos, mi prima le contó a mi abuela de su embarazo y ella siendo lo que es le contó a Alphas y familiares.

Carraspeó llamando su atención una que solo logró cuando se trata de algún tema de mi prima.

— Cuándo dejarás de ser tan bruto, a veces dudo de tu presentimiento lobuno. — se ríe sarcásticamente. — Todos saben lo que le sucede menos tu, me matara, pero estoy harto de que tenga que ser tu hombro para llorar...

— Cuando tu etapa pase con Zoe sabrás lo que siento, ahora ve al grano dime que le sucede a mí gordita. — ruedo los ojos, nunca me gusto ese apodo.

— Está embarazada idiota, los vómitos de los que tanto te mueres, las desesperaciones en la noche por sus antojos involuntarios, su subida de peso. — se queda mirando a un lado fijo con seriedad sin expresar otra emoción.

— ¡Voy a ser papá! — grita y sale corriendo.

Niego siendo algo de él, pasó lo mismo cuando le acepte que se casara con mi prima y solo grito que seria esposo y corrió, en ese día me arrepentí. Jure no actuar de la misma forma que él y no he fallado, con Zoe mi único pensamiento es que tengo sobre ella es sobre si algún día será como cualquier chica de su edad.

Me preocupa que se quede atrapada en su burbuja, quiero que esté a salvo y solo siento lastima al verla.

Paso mis manos por mi cabello, ya se han tardado. Me desespero en pensar que alguno de esos hombres que alguna vez pagó para hacerle daño la busque y la encuentre. En algún momento explotare.

Escucho el sonar de la puerta y regreso de mis pensamientos.

— ¿Qué haces aquí? — es lo primero que sale de mis labios al ver a la persona enfrente mío.

— Hola cariño. — negué sabía que odiaba eso.

— Nicole lárgate. — hizo un asqueroso puchero, su obsesión conmigo era algo que sobrepasaba los límites.

「𝐃𝐮𝐥𝐜𝐞; 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐨 𝟏 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora