❀Capítulo diez❀

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|Omnisciente|

De alguna forma la idea de Magda había sonado tan bien para Zoe que, para Benjamín, uno solo estaba enojado mientras la otra sonreía y se imaginaba cómo sería todo, ir a la escuela de nuevo era una ilusión que Zoe desarrollo desde los 12 años.

— Sí, por favor. — suplico Zoe haciendo un puchero hacia Benjamín. Habían pasado solo tres semanas después del suceso en el que Zoe había salido de su burbuja y parecía cualquier otra adolescente. — Por favor, D-da... Benjamín. — corrigió al saber qué decir eso era ya algo fuera de ella.

— Esta bien, pero irás junto a alguien de mi seguridad y con alguien de mi confianza. — Zoe asintió sin importarle otra cosa, solo quería vivir una experiencia que era lejana para ella. — Mi primo esta en una preparatoria muy buena, pero tienes que hacer un examen antes. Él vendrá a enseñarte algunas cosas es muy bueno en eso, es un cerebrito. 

— Y ¿quién es? — Magda y Benjamín se miraron entre sí, debían de guardar aún el secreto de su verdadera naturaleza, pero temían que alguien le dijera a Zoe sobre todo. — ¿Qué sucede? 

— No es nada, se que lograrás pasar ese examen y para eso mande a que trajeran a alguien para que te hagan las medidas del uniforme. — Zoe se colgó de él abrazándolo con gran emoción, habían logrado hacer las paces y tratar de ver si continuaban en algo. — Vaya, tranquila debes de ir a tu cuarto y alistarte irás a la casa de la abuela ahí está mi primo, te quedarás con ellos una semana. 

Se alejó de él, alguien toco la puerta del despacho y entró cuando Benjamín le dio el pase, observaron los tres a una persona más vieja de lo normal, era una de las brujas más antiguas y el favor que les hacía era grande. La anciana miró a Zoe y sonrío sabiendo al ver sus ojos todo lo que ella había pasado.

Hay Lunas con pasados horripilantes y la diosa luna les da una oportunidad de vivir, y de estar a salvo.

— Joven Benjamín. — hizo un asentimiento y se instaló en una mesa que había en el lugar dejando ahí sus cosas. — El uniforme de la señorita Zoe estará cuando menos lo piensen solo necesito tomarle unas medidas y que ella elija los diferentes tipos de faldas que hay. — Magda asintió con una sonrisa.

— Mar hace mucho que no te había visto, se que para tu trabajo necesitas tu espacio. Te dejaremos a solas con Zoe. — Benjamín gruño, había algo dentro de él que se había vuelto aún más posesivo con Zoe y era su naturaleza interna. — Nos iremos. — volvió a recalcar Magda mirando a su nieto.

— Esta bien, solo no se tarde demasiado ella tiene que comer y preparar algunas cosas. — Mar asintió sabía que no solo era por eso, ella leía los ojos de las personas y ese lazo que unía al Alpha y a la Luna de la manada se estaba volviendo más presente y eso significaba que pronto vendría el primogénito de la manada.

— No tardaré, lo prometo. Soy rápida en esto. — la risa de Zoe no pasó desapercibida robando suspiro de la persona que nunca imaginó.

Benjamín.

— Abuela, estás segura de esto. Es algo grande para Zoe. — dijo un preocupado Benjamín provocando la risa de Magda.

— Es un desafío para ella, y también para ti. — Benjamín frunció sus labios "¿un desafío?" pensó sin encontrar algo lógico. A veces era algo tardío para entender las cosas. — Cariño, tu eres su Alpha y debes de protegerla si no lo haces eso significa que no sabes cuidar una manada. — termino de hablar su abuela.

— Es por eso que la querías convertir en una adolescente, si me entero que James fue cómplice de ti le va a ir mal a él. Es un curador, el la "curo" abuela. ¿Verdad? — su abuela negó con algo de miedo al ver esa mirada oscura de un Alpha en su nieto, y se calmó cuando el olor de Zoe se intensificó en el lugar.

「𝐃𝐮𝐥𝐜𝐞; 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐨 𝟏 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora