「𝐃𝐮𝐥𝐜𝐞; 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐨 𝟏 」

❀Capítulo trece❀

|Benjamín|

Suspiro escuchando las risas desde el cuarto de Zoe mientras subo las escaleras al tercer piso, sonrió como bobo al saber que ella está feliz mientras está con sus nuevas amigas, las cuales espero que la ayuden en esto y no la perjudiquen.

Se que Sirena es nieta de la bruja más vieja de la manada y es muy amable y gentil, Brooke es la impregnada de mi primo es una omega honesta y amable, ambas son buenas para estar con Zoe. Y no dejare que una mala influencia esté al lado de Zoe, ella es inocente e ingenua aún, no quiero que alguien se aproveche de eso.

Ella es una persona que nunca me va a mentir, aunque sea por una de las reglas que le puse, pero más que eso es algo natural de ella. He visto la curiosidad y la culpa pasar por su rostro cuando oculta algo. Ella siempre deja sus emociones y sentimientos a plena vista, solo yo se lo que ella piensa.

Puedo notarlo al ver sus ojos. Es demasiado transparente para mi.

Entro a mi habitación y siento el aroma de Zoe, hace unas horas antes de que sus amigas llegaran ella estaba aquí conmigo. Sentada en la cama mientras hablaba y me contaba cosas que había leído o observado, yo simplemente la escuchaba.

Me dejo caer en mi cama, aun escucho las risas de las chicas. Escucho su plática detenidamente, les pedí la puerta abierta para escuchar todo lo que decían, cierro mis ojos con calma y los abro nuevamente cuando escucho con más detenimiento la platica de ella.

— Las dos tienen novios. — escucho como afirman, esto no me gusta. — ¿Cómo se siente eso? ¿yo puedo tener uno?

No, no puedes tener uno. Es mi Luna.

¡Maldición!, no puedo hacer que ese lazo crezca, no cuando ella aún sufre traumas. Su psicóloga me da informe de sus avances y son lentos. Si mi posesividad crece más, será algo peor y eso no puede suceder. Quiero que ella experimente todas las cosas que a perdido por haber tenido un padre como el que tuvo y si me pongo en mis celos y posesividad, ella no experimentará cosas.

Tendré que decirle a mi abuela que vivirá Zoe con ella, si seguimos juntos nuestra relación se volverá tóxica, no quiero que para ella sea una pesadilla nueva o un trauma nuevo. Me tendré que ir del país por algunos meses, aparte mi celo lo dificultara más, en este momento guardo control como nunca antes por su dulce y sutil aroma.

Debo de aceptar el que quiera experimentar lo que se sienta tener un novio, aunque eso me duela, aunque podría pasar a una nueva faceta lo del fetiche, porque esto va muy lento ya que ella no está preparada.

Parpadeo escuchando de nuevo sus voces, hay veces en las que me meto tanto en mis pensamientos que dejo de escuchar mi alrededor. Escucho un toque y alzo mi rostro mirando a Zoe entrar por la puerta. Sonrío al tan solo ver esa sonrisa en sus labios, se sienta a mi lado y noto lo nerviosa que está.

Quiere decirme algo.

— Daddy, ¿puedo ir a una fiesta? — suspiro mirando hacia un lado fijo y niego. — ¿Por qué? Ellas irán a una fiesta ¿por qué yo no puedo? — la idea de dejarla y que alguien se sobrepase con ella es algo que me enoja.

— Yo he ido a fiestas y nadie es bueno, ellas se pueden olvidar de ti y no quiero que nadie se te acerque. — me mira con un puchero.

No puedo evitar dejar de pensar que ella es tierna de esa forma.

— Pero ellas dicen que estarán a mi lado, y nadie se me acercara. — gruño, tuve amigas así y terminaban en alguna cama sin saber en donde estaban.

— Zoe...

Me calla.

— Por favor, ellas dicen que es divertido y que así puedo conocer a personas del colegio privado. — la miró directamente a sus ojos, cayendo en ellos.