Los juegos que juegan

Capitulo 9

Harry yacía en la cama sin poder dormir; Los acontecimientos del día seguían jugando en su mente. Se sentía como si se hubiera perdido algo, pero ¿qué? Simplemente no podía pensar en lo que podría ser. Una vez que Snape hizo el voto, Blake lo dejó ir. No dijo nada más, probablemente porque antes de que pudiera, Snape había siseado de malestar y dolor, la Marca Tenebrosa había dolido y Snape se había visto obligado a irse o sufrir la ira de Voldemort. Blake no lo había detenido; después, le había contado lo peligroso que era el anillo y las terribles consecuencias de tocarlo. Sabía cuál era el hechizo, simplemente no estaba familiarizado con la contra-maldición, así que rápidamente la colocó en el cajón de su oficina usando todos los hechizos imaginables para salvaguardarla, hechizos que Harry ni siquiera podía comenzar a nombrar ... bueno, tal vez uno o dos , pero el resto le era desconocido.

Luego vino la mejor parte del día, practicando hechizos con muñecos de duelo que Blake había adquirido. Todavía no estaban activados; Blake le dijo que eran muñecos de grado Auror que en realidad podían arrojar rayos de luz de colores a su oponente, sin dañarlos, por supuesto, pero que si los golpeaban con un color letal, el duelo había terminado y el muñeco ganó y se quedó inactivo hasta que se activó de nuevo. Estaba usando su nueva varita, que sentía que era mucho mejor que la anterior, para estas sesiones. Había aprendido diez hechizos hoy antes de que se detuvieran, y estaba completamente exhausto, pero sentía una brillante sensación de logro.

Luego, después de la cena, lo dejaron para leer los libros según las instrucciones antes de que Blake se escondiera en su estudio, diciendo que tenía que investigar y que si quería, Harry podía sentarse con él o hacer lo que quisiera. Durante la primera hora se había quedado sentado con Blake hasta que se aburrió con el libro que estaba leyendo y se marchó en silencio, decidiendo seguir leyendo los libros sobre Oclumancia y Legilimancia que había en su dormitorio.

No había recibido ningún correo. Ninguno de sus amigos le había vuelto a escribir. Cuando se enfureció con ellos, pensó que tal vez no lo volverían a hacer. Pensó que lo habían entendido ... aparentemente estaba equivocado. Tragando saliva, se dio cuenta de que se sentía bastante molesto con ellos. No enfadado esta vez, solo entristecido. ¿Su amistad significaba tan poco para ellos? Blake había dicho que encontraría verdaderos amigos en Neville y una chica llamada Luna, quienquiera que fuera. Tal vez debería escribirle a Neville, pero no sabía qué decir. No lo conocía muy bien, admitió con vergüenza.

Suspirando de agitación, se tumbó de espaldas y, cerrando los ojos, comenzó a meditar, obligando a retroceder sus emociones negativas. Sin siquiera darse cuenta, se quedó dormido sin emociones en conflicto, lo que lo dejó sintiéndose contento, en paz. Empezaba a darse cuenta de que no tenía sentido estresarse por cosas que no se pueden cambiar.

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"Buenos días, ¿cómo dormiste?" -Preguntó Blake desde detrás del periódico, lo que le pareció muy divertido. El Profeta se había enterado de lo que la Orden había intentado hacer en el Callejón Diagon el otro día, aunque no es que supieran que eran miembros de la Orden. Tenía la sensación de que no se aventurarían a salir pronto. Era eso o arriesgarse a ser arrastrado al Ministerio para ser interrogado. Habían intentado descaradamente secuestrar a Harry Potter de su nuevo tutor legítimo. A eso se sumaba el daño a la tienda y asustar a sus clientes durante el día; Madame Malkin había perdido y necesitaba una compensación. Blake sabía que ella no era una persona vengativa, por lo que probablemente era cierto. Potencialmente era peor que eso. Doge era miembro del Wizengamot, por lo que las consecuencias de ser descubierto serían más graves para él. Diggle y Moody también serían fáciles de encontrar, aunque podría ser más difícil llegar al paranoico Auror. Pero si intentaba correr, si todos lo hacían, se encontrarían en más problemas.