Los juegos que juegan

Capitulo 50

Blake y Severus miraron al mago que tenían ante ellos. En realidad, era bastante abrumador, de una manera extraña, observar a un mago tan poderoso en su infamia y en su lecho de muerte para empezar. Si hubiera sido cualquier otra persona, habría habido un torrente masivo de lágrimas y angustia. Ninguno de los dos magos sintió un tirón en el conducto lagrimal. Habían sido escenas más horribles en sus vidas y, a diferencia de la mayoría del mundo, sabían de lo que Dumbledore era capaz.

Los ojos azules, exhaustos y llenos de dolor, se abrieron parpadeando, y el reconocimiento se encendió brevemente. Les hizo saber que, a pesar de su enfermedad, él estaba consciente, lo suficientemente consciente como para reconocerlos a ambos. "Sev-erus, Bla-ke," murmuró Dumbledore, tendiendo una mano débilmente, instándolos en silencio a acercarse.

"Dumbledore," declaró Blake con frialdad, dando un paso adelante, mirando impasible al mago moribundo. Negarse a sentir simpatía por el idiota que pensaba que podía hacer lo que quisiera sin consecuencias.

"P-ulz, perdóname", dijo Dumbledore con voz ronca, el cuerpo temblaba un poco y estaba completamente fuera de su control.

Blake se quedó boquiabierto de incredulidad "Intentaste matarme, dame una buena razón por la que diablos debería hacerlo". la audacia del viejo tonto seguía asombrándolo, a pesar de que sabía exactamente lo que el viejo tonto querría de él.

Dumbledore luchó por hablar, abriendo y cerrando la boca sin decir palabra. O no pudo hacer que las palabras pasaran por su boca ... o simplemente no pudo encontrar una excusa lo suficientemente buena como para convencer a Blake de que se merecía el perdón.

"Lo que es peor ... ni siquiera sabes lo que hiciste, lo que podrías haber hecho ... lo que casi hiciste." Severus dijo burlonamente, el impulso de estrangular a Dumbledore era igual de fuerte, a pesar de que estaba incapacitado para moverse en su lecho de muerte.

Los ojos de Dumbledore se oscurecieron un poco, su mirada cautelosa y preocupada mientras miraba a la pareja. Qué pareja formidable formaban en realidad, poderosa, fuerte, impasible e impenetrable. Su corazón se apretó un poco, ¿había sido así como él y Gellert se veían? Sacudiendo esos pensamientos. Temía que nunca lo perdonaran, pero había pensado que estaba haciendo lo correcto. Había asumido erróneamente que era el único que sabía sobre los Horrocruxes. No tenía idea de que alguien más lo supiera, que ellos sabían, simplemente asumió que si Voldemort era derrotado (tan temporalmente como pensó que sería), regresaría. Había estado haciendo lo que pensaba que era mejor, por un bien mayor.

"¿Quieres ver qué causaron tus acciones? ¿Crees que eres el mejor nuevo?" Blake merodeó más hacia adelante, ninguno de sus tatuajes escondido, pero no muchos de ellos a la vista. No lo suficiente para revelar al mundo quién era realmente. Inclinándose sobre Dumbledore, llenando su espacio personal con una expresión de total disgusto en su rostro.

Dumbledore trató débilmente de alejarse; no llegó muy lejos. El miedo se retorcía en sus entrañas, no tenía miedo a la muerte, per se, pero por alguna razón la expresión en el rostro de Blake Slytherin lo asustó más que la noticia de su muerte inminente.

"¿Qué piensas? ¿Sobrevivirá al conocimiento?" Blake le preguntó a Severus, con una expresión retorcida de repulsión en su rostro, todavía mirando directamente a Dumbledore. "Eres responsable de todo, Gellert, las muertes que perpetró, Voldemort, los Mortífagos ... Severus, deberías tener suerte de no haber convertido a Harry en un maldito Señor Oscuro también."

Dumbledore negó con la cabeza, negando completamente lo que Blake estaba sugiriendo. No era responsable de las acciones de otras personas.

"Si hubieras sacado a Tom Riddle del maldito orfanato ... le hubieras dado un trabajo en la escuela ... habría cambiado, en lugar de eso permitiste que el mago más oscuro desde que Gellert se convirtiera en un caparazón roto, repitiendo tus errores con Severus y luego condenando Harry a lo mismo ". Blake le dijo con una mueca de desprecio en el rostro. "Cada. Maldita. Muerte. Es. Tu. Culpa".