Él y mi mundo.

4.

¿Lo que más me gustaba de él? Su sinceridad al hablarme. Esa conexión en la mirada y las mil promesas que se me cruzaban al rozar su mano. Promesas que el tiempo iba a llevarse. En ese momento hubiese apostado mi vida en que podíamos llegar demasiado lejos. Lamentablemente, no sucedió eso.  Sucedió que un día vino y todo la ternura y el amor que sentíamos se convirtió en odio, todo el amor así como así con simples palabras se destruyó. Lo amaba, como a nadie. Me sentía única al lado de él, él me hacía sentir así. Y me gustaba sentirme así. Pero todo terminó y me dolió, me partió. En mi vida se marcó un antes y un después a partir de él.

Yo soy una chica con mil desordenes, en mi vida, sin rutina, sin nada. Pero ¿él? El era capaz de poner toda mi vida en orden. Era capaz de poner mis sentimientos al tope. Estar con él era volar sin estar haciéndolo. Era, lamentablemente, era. Pero no me olvido de nada, ni me arrepiento. Estaba enamorada y al estarlo perdes la cabeza, ya no sabes que esta bien y que esta mal. Pero él era capaz de todo lo incapaz. Era él, y nadie va a poder cambiar eso.

Él con solo mirarme ponía mi mundo en su lugar. Él me hacía feliz.

No me importó salir lastimada, y no me importaría volverlo a vivir, ¿Porqué? Porque el me hizo ver el mundo como nadie pudo verlo. Hizo que me diera cuenta de miles de cosas. Ustedes pueden estar pensando ¿Por qué lo amabas si te hizo tanto daño? Ni yo sé eso, pero lo amaba, sin respuestas ni preguntas. Creo que gran parte de esa pregunta es porque así como me lastimo me hizo muy feliz. Creo que para todo hay un porqué, pero todavía no le encuentro el porqué al amor. Pero creo que nada te hace sentir igual, no hay nada más lindo que el estar enamorado. Vas a sufrir, sí, pero ¿enamorarse? Enamorarse es otra cosa, es que no te importe sufrir con tal de estar al lado de aquella persona. Y él era así. Él le restaba importancia a todo lo malo.