Él y mi mundo.

11.

Hubo un momento que nos rompió, una pelea que nos hizo padecer mil cosas. Y ahí empezaban las ganas de no hablar, de no vernos y sobre todo empezabamos a quedarnos sin paciencia. Entonces justo en ese momento, es donde te empezas a imaginar una vida sin él. Y te das cuenta que nada tiene sentido. Que las noches en vela sin él se sienten frías, que en las tardes de frío te sentirías sola. En donde un domingo a la tarde no te imaginas haciendo la típica rutina que hacían siempre, sino la típica pelea sobre lo que.nos estaba pasando. Donde no te ves llendo a tal lugar agarrados de la mano. Y eso te parte, te rompe, te destruye.
Yo siempre le decía": ¿Qué importa el mundo si estamos así? Sí yo estoy para vos, y vos para mi, ¿Qué más necesitamos?" Su respuesta fue la mirada penetrante en mis ojos, la que me bastó para darme cuenta de lo muy enamorada que me tenía, y días después lo estaba llorando por no tenerlo al lado, es como saltar de un 10 a un 1, de repente estas en la cima, y caes al piso.
Es increíble como las promesas se pueden romper tan fácilmente, causa un dolor horrible. ¿Y saben qué? De él no me lo esperaba. No me esperaba que me haga esto, no me esperaba que se fuera así como se fue, en realidad, ni siquiera esperaba a que se fuera. Lo que uno no tiene en cuenta es que en algún momento de tanto correr te vas a tropezar, y te vas a tropezar fuerte, y eso me pasó, me tropezé con él, con sus ojos, con sus palabras, con todo lo suyo. ¿Y saben como terminó? Yo lastimada, y él haciendo su vida. Eso es lo más injusto de todo, ¿Porqué tiene que ser así? ¿Porqué no pudo ser como queríamos? ¿Porqué cuesta tanto mantener la confianza?
Duele muchísimo que después de tanto tiempo las cosas no pasen.
Cuando él se fue me dijo "vos la tuya, y yo la mía" ¿Porqué no puede ser la nuestra? ¿Porqué? Si yo lo amaba, ¿Porqué no podía quedarse? Le demostré todo lo que pude, le di absolutamente todo de mi, y se vé que eso no le bastó, que el quería algo que yo no le podía dar, y así es como se fue, me dejó y no le importó.
Creo que lo que yo me imaginaba era un cuento de hadas, y de repente te chocas con la pared de la realidad, en la cual no haces otra cosa que seguir chocandote, y te das cuenta que nada de lo que promete es verdad, que nada de lo que te imaginas puede pasar, que nada de lo que podría ser, va a ser. Lo único que sabes es que te equivocaste, y que de ese dolor, no te vas a poder liberar tan facilmente.