LOVELESS +18 [Múltiples shippeos] (HIATUS)

Capítulo 17: Huye.

Di una gran bocanada de aire al despertar.

–¿Has tenido una pesadilla? –Taehyung estaba a mi lado sobre la cama, con su cabello oscuro y su hermosa sonrisa.

–Sí, fue horrible... –susurré tapándome la cara con las manos.

–Oh mi amor, ven aquí –la calidez de su cuerpo me cubrió cuando el abrazo me atrajo más a él–. Estoy aquí, no pasa nada, solo fue un mal sueño.

Algo estaba mal, lo supe cuando éramos los únicos en la cama y la habitación de nuestro departamento ya no era igual. El enorme librero de la pared donde Namjoon coleccionaba sus libros ahora solo tenía discos de música y portarretratos. Las estanterías donde Jin ponía sus figurillas de Mario estaba vacía a excepción de un pequeño jarrón de flores y tampoco estaba la felpuda alfombra rosa de Jimin.

Es como si nunca hubieran estado aquí.

–Venga, amor, volvamos a dormir, aún es temprano –dijo Taehyung abrazándome la cintura e intentando pegarme a la cara.

–Pero... ¿Dónde están? –dije aun mirando la habitación, una de las puertas del armario estaba abierta y aunque de memoria sabía que ese era el pedazo de Jungkook, su ropa negra no se veía.

–¿A qué te refieres?

–Sus cosas, nuestras cosas ¿Dónde están ellos?

–¿Quiénes? –esto debía de ser una broma y si lo era no me estaba gustando para nada.

–Los chicos, Jungkook, Jin, Yoongi, ellos y los demás ¿dónde están? –estaba empezando a perder la calma.

–No te estoy entendiendo...

Me giré bruscamente y tomé sus hombros.

–¡Deja de jugar Tae, donde esta ellos, nuestros novios, nuestras parejas! –me miró confuso y se soltó de mi agarre.

–¿Qué te pasa? Tu eres mi pareja y yo la tuya, nadie más –comentó enojado, pero su gesto se suavizó a uno más preocupado–. ¿tienes fiebre? Creo que estas delirando.

Intento tocarme, pero me aleje y baje de la cama, solo tenía puesto la ropa interior y un pantalón de pijama holgado. Salí de la habitación sin atender a los gritos de Taehyung buscando una explicación más clara.

El piano de Yoongi no estaba, tampoco el gimnasio personal de Jungkook, ni la gran estantería con velas aromáticas de Jimin y mucho menos el monton de imanes con formas adorables que Namjoon pegaba en la nevera.

Es como si nunca hubieran estado aquí.

El departamento seguía siendo el mismo, pero nada era igual, se sentía más grande, más vació.

Mas solo.

–¡Jimin! ¿puedo saber que tienes? –escuche la voz de Taehyung hablando a mis espaldas.

–¿Fue un sueño? –me giré lentamente intentando atar los cabos sueltos–. La familia Kim, la mansión, el jardín, el entrenamiento, el intruso... ellos... ¿todo es mentira?

cuando le miré intenté no sobrecogerme, pero no pude, la persona frente a mí no era Taehyung.

–Debió de ser un sueño bastante real, volvamos a la cama, se lo que te hará sentir mejor –me pegué a la encimera de la cocina cuando se fue acercando.

No podía estar pasando.

Debía de ser una mentira.

Su asquerosa mano se posó en mi pecho desnudo y subió por mi clavícula hasta el cuello, de ahí sus dedos acarició mi mejilla y me sujetó fuertemente del mentón.