Capítulo 14: El sabor.

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Miré por un largo tiempo mi plato, solo era arroz y kimchi, sin embargo, el de mi padre a mi lado tenia carne, verduras y hasta un gran plato de sopa de algas. La mirada que me lanzó mi madre decía implícitamente que mejor comenzara a comer, no la culpaba, sé que ella quería evitar problemas.

Para el hambre no había filtro, lo terminé todo porque realmente lo necesitaba, esa sensación caliente y pesada que se alojaba en tu estomago cuando tenías hambre era horrible.

La puerta sonó justo cuando me dirigía a mi habitación, tuve que abrir yo pues estaba más cerca y de igual forma mi padre no lo habría hecho, él la habría dejado sonar.

Cuando la fría mirada del señor Park cayó sobre mí supe que estaba acabado.

Tiré la puerta hacia él antes de correr, pero aun así podía escuchar el sonido de sus pisadas siguiéndome. No corrí a mi cuarto sino al de mis padres, el nerviosismo y el miedo me cubrieron cuando logré poner el seguro, el único pensamiento que pude concordar fue saltar por la ventana y eso hice.

Cuando la puerta fue tumbada ya yo estaba corriendo por los tejados de las casas vecinas. El corazón me iba a mil, sentía que con cada paso me hundía en un oscuro pantano del que no podría escapar. Un sonido ensordecedor interrumpió la paz del vecindario, pasé un pequeño murillo y me encontré con los hombres de Park apuntándome con sus armas.

Mis ojos repararon en cada uno con rapidez.

Intentando evitar que me dispararan seguí corriendo hasta topar con un edificio que definitivamente no podría cruzar, con cuidado intente bajar del techo justo cuando uno de los matones de Park subía a por mí del otro lado.

La baza que disparó estuvo a punto de darme en la cara si no fuera porque me caí de espaldas sobre la calle. Un dolor punzante recorrió mi columna y luego todo mi cuerpo.

–¡Estúpidos! ¡Quiero que lo atrapen! –escuché decir al señor Park desde el otro lado de la vivienda.

Si me seguía quedando tirado me atraparían rápidamente, por lo que me tragué el dolor y troté hasta pasar la avenida.

El señor Park era sutil, él no haría nada con tantas personas alrededor, pero eso no evitaría cogerme por los hombros y engañar a todos diciendo que soy algún hermano menor suyo bastante rebelde.

De tanto dar vueltas por todas partes terminé en los lugares que quería evitar, callejones vacíos. Me giré queriendo volver a la multitud, pero los perros de Park debían de estar recorriendo la zona de arriba abajo.

No tenía opción.

Un pesado suspiro salió de mis labios cuando pensé las cosas con calma. Quien debía de estar al otro lado de la puerta era la señora Song, no el señor Park.

Ella me había traicionado, pensé que podría escapar de este mundo con su ayuda, sin embargo, me había engañado y entregado en bandeja de plata a los oscuros deseos del señor Park. Por eso no debí confiar en nadie.

Fui un iluso.

Al mirar al cielo noté como el sol comenzaba a ocultarse, no podía regresar a casa, sin duda no, mi padre me entregaría, no lo dudaría ni un solo segundo.

Aún recuerdo cuando tenía 8 años y las salidas al parque eran lo mejor del mundo, como mi mama nos veía jugar sentada en un bancó, como mi padre me empujaba en el columpió y su cálida sonrisa iluminaba todo.

LOVELESS +18 [Múltiples shippeos] (HIATUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora