Miro a la rubia a mi lado mientras conduzco.
-¿pasa algo?- pregunto mientras vuelvo mi mirada a la carretera.
-¿No estás nervioso?- pregunta ella, siento su mirada azul sobre mi.
-por supuesto que lo estoy, mi sol- respondo- ¿tú no?
-estoy aterrada, Jack- suelta, tomo su mano y beso su dorso mientras veo su anillo de compromiso junto a su anillo de matrimonio.
-todo estará bien- respondo mientras acaricia su vientre de casi seis meses de embarazo.
Llegamos al hospital, bajo del auto y de inmediato voy hasta su lado mientras la ayudo a bajar, una vez que baja tomo sus mejillas mientras está frente a mi.
-no tienes porque estar aterrada, solecito- sus ojos me miran con profundidad- todo está bien y lo estará, solo veremos si tendremos un compañero o compañera más.
Sonríe mientras toma mis mejillas también.
-¿qué quieres que sea?- pregunta ella mientras acomodo su hermoso cabello rubio.
-estaré feliz con el que sea el resultado- respondo besando sus labios- es nuestro bebé.
-quedamos como payasos- habla mientras entrelazo mi mano con la suya y comenzamos a caminar.
-¿por qué?- pregunto mirándola rápidamente.
-porque cuando éramos novios y adolescentes decíamos que no tendríamos hijos y que no nos casaríamos- responde con voz burlona, sus ojos azules me miran con tanta ternura, su cabello rubio brilla aún más con el sol que pega en este.
-quedamos- afirmo con burla y solo reímos.
Llegamos a la sala de espera, tomamos asiento mientras que nuestras manos siguen entrelazadas, recarga su cabeza en mi hombro y solo puedo acariciar su panza con mi mano libre.
El embarazo va bien, nuestro bebé crece cada día y mi solecito se ve hermosa con panza, si antes estaba loco por ella ahora lo estaba mucho más, el embarazo le estaba calando las hormonas, si bien, está más sensible, puede estar llorando y después riendo como si nada, siempre anda cambiando de humores, pero, al menos se salvó de los vómitos, mareos, dolores de cabeza y desmayos, fue demasiado afortunada porque es a mi a quien le pasó todo eso.
Compartimos síntomas durante los primeros meses, ella era la sensible que podía estar llorando y riendo y yo era el que se la pasaba en el baño vomitando, también podía estar todo el día en la cama durmiendo, tenía mareos, dolores de cabeza, ¡fue un maldito calvario! Pero, tampoco podía quejarme, era justo, mi solecito es quien tiene a nuestro eclipse en su panza y es quien también se las verá en el parto, así que me alegra decir que tuve los síntomas del embarazo por ella, es justo y está bien.
-Camille Clayton- llaman al amor de mi vida, me pongo de pie mientras la ayudo.
Beso sus labios y solo sonríe mientras responde a mi beso, una vez que nos separamos comenzamos a caminar para adentrarnos al consultorio de nuestra doctora.
-¿listos?- pregunta una vez que Camille está sobre la camilla con su vientre descubierto.
Sus ojos azules me miran y sonríe en mi dirección, hago lo mismo mientras tomo su mano y beso su dorso, ambos giramos la vista hasta la pantalla en donde podemos ver a nuestro bebé.
La doctora comienza a mover aquel aparato sobre el abultado vientre de mi rubia, primero, se asegura de que todo esté bien y en orden y una vez que es así pasamos a una de las partes que más nos intriga.
-¿apostaron?- pregunta mirándonos.
-no realmente- responde mi sol- nuestra familia lo hizo.
Aquella mujer sonríe mientras acomoda sus gafas y regresa a mirar el enorme monitor.
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Extras
Short StoryPodrás encontrar aquí partes extras de historias como: -Mi chico malo. - Mi dulce perdición. -Tentación Italiana. -Tu nombre en mi piel. PROHIBIDA SU COPIA O ADAPTACIÓN.