DALILA
Apago la estufa, había preparado pasta, Raffael vendría a cenar esta noche, mañana es su cumpleaños.
Había pensado mucho en la invitación de Giovanni, no hablé con Raffael sobre la invitación que su hermano menor me había hecho para su fiesta de cumpleaños, además, es algo que aún estoy pensando por lo cual también decidí hacer esto, en caso de que no pudiésemos celebrar juntos.
Acomodo la mesa de mi departamento, preparo todo sobre esta y solo comienzo a caminar hasta mi habitación una vez que he dejado todo perfectamente arreglado y listo aquí. Me adentro al cuarto de baño y comienzo a darme una ducha, salgo después de unos minutos, hidrato mi piel, y después de unos minutos me coloco el vestido que había elegido, un vestido de tirantes rojo, es corto, ceñido al cuerpo y provocador, justo lo que busco. Arreglo mi cabello dejando unas pequeñas y notorias ondas, me maquillo solo un poco y agrego un poco de labial en mis labios, me coloco mis tacones y finalmente agrego perfume.
Miro el reloj en la mesa a mi lado, terminé justo a tiempo, justo cuando el timbre del departamento suena avisando que seguramente Raffael ya había llegado.
Salgo de mi habitación y camino hasta la puerta, arreglo mi vestido rápidamente antes de abrir la puerta, sonrío mirando al italiano del otro lado quien sonríe también mientras sus ojos me miran de arriba a abajo.
-hermosa es una palabra muy corta para lo bella que luces esta noche, cara- suelta con aquel característico acento italiano que hace mis piernas temblar.
La sonrisa en mi rostro crece mientras me hago a un lado para que pueda pasar, así lo hace y después cierro la puerta.
-¿a qué se debe esta cena?- pregunta mientras sus ojos miran la mesa que está a unos pasos esperando por nosotros.
-mañana es tu cumpleaños- respondo, eleva una ceja al mismo tiempo que sonríe- debemos celebrar.
Tomo su mano y solo lo acerco a una de las sillas mientras lo obligo a sentarse, no dice nada y solo deja que prepare todo para él; dejo un plato de pasta frente a él.
-no es como que la cocina sea mi fuerte- suelto mientras tomo asiento también, justo frente a él- pero lo he hecho con amor, así que supongo que eso es suficiente.
Suelta una pequeña carcajada y solo veo como toma el tenedor sobre la mesa, enreda un poco de pasta en este y después lo lleva hasta su boca, comienza a saborear el bocado en su boca lentamente y solo trago saliva esperando por su respuesta.
-bueno- comienza después de unos segundos- podría comer esta pasta el resto de mi vida.
Sonrío y los nervios de inmediato se esfuman mientras comienzo a comer también, la cena corre entre platicas, anécdotas y risas; hablar con Raffael es fácil, aunque, es él quien suele escucharme siempre, sus ojos azules no se despegan nunca de mi cuando estoy hablando, siempre me presta atención completa.
Después de un par de horas hemos terminado con todo lo que había preparado, comienzo a levantar todo al mismo tiempo que él me ayuda.
-puedo hacerlo sola- respondo mientras intento quitarle los platos que lleva en las manos.
-puedo ayudar- asegura mientras camina hasta adentrarse a la cocina y dejar estos en la tarja.
Solo continúo en lo mío mientras él vuelve a ayudarme.
Raffael acomoda algunas cosas en la barra y durante el proceso me acerco a él quien está de espaldas, mis brazos se enredan en su torso, beso su hombro y después recargo mi mejilla en su espalda, cierro mis ojos disfrutando de su compañía y cercanía, cierro mis ojos dejando que el aroma de su perfume se impregne en mis fosas nasales.

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Extras
NouvellesPodrás encontrar aquí partes extras de historias como: -Mi chico malo. - Mi dulce perdición. -Tentación Italiana. -Tu nombre en mi piel. PROHIBIDA SU COPIA O ADAPTACIÓN.