Una Luna de problemas

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"Sr. Wang, le agradezco por haberse tomado el tiempo de venir a mi oficina hoy. Me gustaría realizarle una oferta de trabajo. Por favor, tome asiento."

"Me halaga, Sr. Shen. Sin embargo, usted sabe que ya tengo un contrato con el Sr. Gobernador. No tengo intenciones de cambiar de empleo", responde mientras toma asiento en la oficina del Sr. Shen.

"Si es cuestión de dinero, puedo pagarle todo lo que me pida."

"Sé que el dinero no es un obstáculo para usted, Sr. Shen; pero soy joven y trabajar con el Gobernador es una muy buena oportunidad para mí. Construye mi reputación y amplía mi currículum. Por lo tanto, no estoy buscando un trabajo en el sector privado otra vez."

"¿Puedo tutearte?"

He Di otorga.

"Tu reputación se hizo clara cuando recibiste una bala por ese artista el año pasado... Te has convertido en el guardaespaldas más buscado y cotizado de toda China, a pesar de tener apenas 22 años. Por favor, mi hija necesita de ti."

¿Hija? ¿Él quiere que trabaje para su hija? Pensé que quería que trabajara para él.

El Sr. Shen escribe unos números en un cheque y lo desliza por la mesa hacia Wang He Di sin quitarle la vista de encima.

"Esto es lo que estoy dispuesto a pagar mensualmente por la seguridad de mi YueLiang. ¿Podrías pensarlo? Te lo ruego", dice con cierta preocupación en su tono de voz.

"Sr. Shen, me siento halagado. El número es realmente generoso, más de lo que imaginaba. Sin embargo, ¿puedo preguntarle porqué su hija corre tanto peligro que necesitaría a alguien como yo? Las jóvenes ricas suelen tener simples asistentes que andan tras ellas cargando sus bolsas de compras..."

"Hemos estado recibiendo muchas amenazas de secuestro, y dos noches atrás alguien irrumpió en el apartamento de mi hija. Afortunadamente, ella no estaba allí. Sin embargo, no desea volver a casa con nosotros, es muy independiente, por eso necesitamos a alguien que la proteja 24 horas al día, 7 días a la semana. No sabemos la razón de las amenazas, si lo que buscan es dinero o si hay algún chico involucrado... Mi hija a veces se mete en problemas..."

"¿Un chico? Siempre hay un hombre en el medio..." ¡Estas chicas de hoy no saben escoger! ¡¿Y en qué tipo de líos se mete esta mujer?!

"Tal vez es un chico al que le guste ella y se sienta traicionado... No sabemos... Ella a veces se pone a coquetear cuando sale y toma unas copas..."

"Oh..." He Di alza una ceja. Esto sin duda es un vergonzoso tema de conversación para un padre, ella debe ser un verdadero dolor de cabeza.

"Luego está su novio, que la anda presionando para que se casen".

"¿Novio? - pregunta sorprendido - ¿Y no le importa todo el coqueteo?" He Di piensa que es un comportamiento extraño, ya que él no sería tan tolerante al respecto.

"Eh, no parece importarle mucho. Han estado juntos durante 3 años... Mi esposa y yo ni siquiera creemos que a nuestra hija le guste. ¡Es que él anda siempre en los alrededores! Entonces, a este punto, ya está acostumbrada a él, supongo, como si fuera un cachorro..."

"Interesante relación... ejem.. Como sea, ¿por qué me cuenta todo esto? Ya le expliqué que..."

"Lo sé, pero estoy desesperado... Es posible que haya un hombre ahí afuera que tiene los ojos puestos en mi YueLiang y está tratando de lastimarla por celos o por cualquier otra razón... ¡Ni siquiera puedo dormir bien ya! No quiero que nada le ocurra a mi preciosa niña".

"Entiendo. ¿Su novio necesita dinero?"

"Él es rico, no debería necesitarlo... De todas maneras, ¿podrías considerarlo? Por favor. Tú eres el hombre adecuado para este trabajo, estoy seguro."

"No puedo..."

Mientras Dylan está intentando rechazar el trabajo nuevamente, la hija del Sr. Shen entra a la oficina agitando su collar de luna con la mano, algo que hace a menudo. Es una bella joven con hermosos ojos grandes, cabello brillante y una mirada profunda y rebelde. Tan pronto como ella le da a Wang He Di una ojeada, él traga grueso. Hay algo intrigante en ella que aún no puede identificar...

"Hola papi", dice, se inclina y le da un beso a su papá, pero sus ojos inmediatamente se fijan en el joven.

"Cariño, este es Wang He Di. Le he ofrecido ser tu guardaespaldas, pero..."

"Lo haré".

"¿Qué?" El Sr.Shen está sorprendido. ¿Por qué acepta de repente? ¿Se sentirá atraído por su hija? "Cariño, déjanos a solas un rato, por favor."

Yue sonríe maliciosamente. Ya le gusta Wang He Di, él es exactamente el bomboncito que esperaba tener como guardaespaldas.

"Wang He Di, ¿por qué de repente aceptas el trabajo? Eres profesional, ¿verdad? Quiero decir, apenas la viste y tú..."

"Sr. Shen, le aseguro que soy un profesional en mi trabajo... - hace una pausa por un segundo para ordenar sus pensamientos. - Es solo que ver a su hija me recordó a mi hermana y comprendo sus sentimientos y preocupaciones. No quiere que le ocurra nada, y yo tampoco. La protegeré como a mi propia familia".

"Bien", responde el padre, aunque todavía con cierta sospecha ante el cambio abrupto de opinión.

El Sr. Shen vuelve a llamar a su hija a la oficina para una adecuada presentación esta vez y para dar algunas instrucciones.

"Hola señorita Shen, soy Wang He Di", se presenta con una reverencia.

"¿No tendrás otro nombre? Me gustan más los nombres occidentales".

"Ah, sí - He Di ya se siente incómodo - Dylan Wang, señorita."

"Encantada de conocerte Dylan, soy Shen Yue. Mis amigos me llaman Luna", dice extendiendo la mano e inclinando la cabeza de un lado.

A Dylan no le gusta tocar a la gente, especialmente con la pandemia, pero sería de mala educación dejarla con el brazo estirado. Yue lo mira, esperando...

"Encantado de conocerla, Shen YueLiang..."

"Oh oh, no me llames así, solo mis padres me llaman así, ¡y lo detesto! ¿Verdad, papá?", explica ella, aplastando la mano de Dylan, cosa que lo que lo pone aún más incómodo.

Su padre asiente sumisamente.

"Muy bien, Shen Yue entonces."

Yue le hace una sonrisa traviesa, como aquella de los niños que acostumbran jugarle bromas pesadas a sus niñeras para exhasperarlas.

Estás condenado, guapo.

¡Esto debería ser interesante! Temo haber cometido el peor error de mi vida.

Un disparo al corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora