Por fin tuya

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Yue entra en la habitación rápidamente y Dylan está justo detrás de ella. Él le pide a Yue que se siente, pero ella anda por ahí inquieta, y él no puede hablar así.

"Shen Yue, ¿te puedes sentar?"

"No, me mentiste, ¿por qué? ¿Por qué no me dijiste quién eras?" pregunta caminando de un lado para otro. Si hubiera sabido, ¿qué habría hecho? El pensamiento ahora la atormenta.

"Te lo ruego, siéntate."

"¡No! Y toma... -Yue agarra algo de una de sus maletas- Esta es tuya. Hoy, por primera vez en 10 años, no la usé... Irónico, ¿no?"

Yue pone el collar de luna en la mano de Dylan, corre al baño y cierra de un golpe la puerta. Dylan suspira y se sienta en una silla, mirando la puerta del baño y jugando con el collar en sus manos. Después de unos minutos la puerta se abre.

"Shen Yue..."

Yue sale, resoplando, agarra algunas cosas y vuelve al baño sin siquiera mirarlo.

Dylan no pierde de vista la puerta mientras comienza a quitarse la ropa. Desea ducharse, pero Yue todavía está allí adentro. Hay una jacuzzi afuera, tal vez debería ponerse el traje de baño y una camiseta en tanto que espera, y eso hace. ¿Debería ir a echarse un baño?

La puerta se abre otra vez. ¿Hay esperanza?

"No puedo abrir el cierre... Necesito ayuda", se limita a decir Yue, dándole la espalda.

¿Eh? Deberes de esposo al parecer, pero Dylan queda paralizado.

"Ayúdame a desabrocharme el vestido... Por favor."

"No hay problema..." responde Dylan casualmente y se pone de pie para ayudarla. ¿Cuál podría ser el inconveniente si sus dedos fríos rozaran nuevamente la cálida piel de Yue?

Dylan se acerca a Yue, quien está en la puerta del baño. Santo cielo, su espalda y hombros son una obra de arte como ninguna otra que Dylan haya contemplado antes. Baja esa cremallera con calma, tratando de controlar la inestabilidad de sus extremidades. A medida que la baja, finge no ver la sensual ropa interior que ella lleva puesta esta noche. ¿Por qué usaría eso? La respuesta es obvia... Lástima que todo se arruinó.

Yue deja que el vestido caiga al suelo y Dylan siente como si hubiera tenido un mini ataque al corazón viendo cómo el hermoso cuerpo de Yue se le escapa. ¡Rayos!

Yue cierra la puerta de nuevo y minutos más tarde sale luciendo el bikini más atractivo que existe.

Oh, por favor. ¡Esta es su manera de castigarme!

Yue sale a la terraza y se mete en el jacuzzi caliente y burbujeante. Dylan la sigue afuera, con la esperanza de que puedan hablar...

"Shen Yue..."

Yue cruza los brazos y mira hacia otro lado.

"¡Vamos! Seamos adultos al respecto."

Como Yue no lo mira a la cara, Dylan decide meterse al agua también. Se quita la camisa y se sumerge.

"Ten cuidado, Olaf, ¡te convertirás en un charco!" Yue exclama cínicamente. ¡¿Cuántos tatuajes tiene?!

"¿Olaf? Lo que sea..."

Como Yue todavía no lo mira, Dylan se arrodilla frente a ella, con el agua hasta la mitad del torso.

"Escúchame, por favor. En primer lugar, no mentí, omití algo porque en mi trabajo uno no debería estar involucrado emocionalmente... ¿No ves que desde el primer día ya había sentimientos envueltos?" explica Dylan de forma sincera, tratando de encontrar los escurridizos ojos de Yue.

Un disparo al corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora