Punto de quiebre

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En el ático esa misma noche

Yue está sentada en el suelo jugando con el gato, al que ha llamado Pooh porque a ella le gusta mucho Winnie the Pooh. Esta linda bola de pelo le ha hecho olvidar el peligro que la acecha.

Dylan, por otro lado, está irritado por la presencia de esa pequeña cosa peluda que se ha entrometido en sus vidas. Dylan prefiere los perros. Para él, los gatos son... fastidiosos.

"Shen Yue, ¿qué vamos a hacer con esa cosa?"

"¿Qué cosa?" pregunta ella con el ceño fruncido.

"¡Esto!" Dylan le dice, señalando al pequeño gatito con una expresión de disgusto.

"¡Oye! ¡No me digas que no te gustan los gatos! ¿Cómo no sabes que los gatos son mi animal favorito? ¡Kai lo sabe! ¡Por eso me regaló un gato!"

Ay, eso dolió.

"¡Te dió un gato porque sabía que pelearíamos por culpa de él! ¡Porque es un gato que te dio tu EX! Porque él sabe muy bien que yo estaría..."

"¿Qué? ¿Celoso de la criatura más linda de toda la creación? ¡No puedes estar celoso de un gato!"

"¡¿Realmente nos vamos a quedar con el animal que tu ex nos dio como regalo de bodas?! ¿Me estás tomando el pelo? ¡Si esa cosa fuera una tostadora, ya la habría tirado a la basura!"

"¿Tengo que deshacerme de Pooh?" Yue pregunta haciendo pucheros.

"¡Ah! ¡Lo hizo a propósito! ¡Para interponerse entre nosotros! ¡Eres una mujer tan inteligente y astuta! ¡¿Cómo no puedes ver que él planeó esto?!"

"Porque es un gatito diminuto... ¡Solo veo una pequeña bola de pelo indefensa!" explica ella con unos ojos que transmiten tanto cariño.

Dylan está enojado porque se da cuenta de que Kai es más capcioso y tortuoso de lo que pensaba. ¡Ese tipo es una serpiente! ¡Quién sabe qué más está tramando!

Dylan entiende que discutir con Yue no los llevará a ninguna parte. Se sienta a su lado en el piso y acaricia a Pooh con ella. "Mi Luna, te amo hasta morir. Estoy dispuesto a ir al infierno por ti... Pero no podemos quedarnos con el gato que te dio tu ex... -explica Dylan en el tono más cálido y cariñoso que exista- Quiere secuestrarte... Cada vez que mire a esta criatura... Yo no puedo evitarlo... -su tono y su rostro cambian a molesto- ¡Me acordaré de ese imbécil! No puedo... ¡Cada fibra de mi cuerpo quiere estrangularlo!"

"Lo sé y lo entiendo...Es solo que, ¡amo tanto a los gatos!" Yue dice llevándose a Pooh al pecho.

"Te prometo que te conseguiremos uno cuando regresemos a nuestro apartamento, ¿de acuerdo? ¡Cualquier gato que quieras!"

"¿En serio? -pregunta Yue emocionada- Pero tenemos que cuidar de Pooh hasta que encontremos un hogar adecuado para ella, ¿sí?"

Sus ojos de cachorro hacen que el corazón de Dylan se salte un latido. Dylan coloca su mano en la mejilla de Yue y la mira, lleno de amor.

"Sí. Encontraremos un buen lugar para Pooh. Mientras tanto, puede quedarse con nosotros", confirma y luego besa a Yue en la mejilla.

Yue cierra los ojos y se estremece. No podría haberse casado con un hombre más comprensivo.

Al día siguiente

Dylan no consigue poner de lado las amenazas de Kai y está cansado de jugar a la defensiva. Cree que es hora de contraatacar. Esta situación de esperar sentado a que suceda algo ya no es soportable. Hay que hacer algo lo antes posible.

Un disparo al corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora