Solo se me ocurre amarte

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Son las 6 de la mañana del domingo y la pequeña de 3 años AiHua, que significa Flor de Amor, entra de puntillas al dormitorio de sus padres. Ve que papá está boca arriba con los brazos y las piernas bien extendidos y que mamá está acurrucada a un lado porque papá ocupa demasiado espacio en la cama. A la niña le resulta gracioso cómo mamá siempre está luchando por un lugarcito. Al final, lo que hace Yue es quedarse al borde del colchón o dormir pegada a Dylan.

Rose, que es el nombre occidental de AiHua y preferido por Yue, se sube a la cama y se acuesta en el pecho de papá. Le encanta estar allí porque es como un juego para ella, subiendo y bajando con la respiración de Dylan. Y mecerse así también la ayuda a dormir.

"Ay..." se queja Dylan cuando Rose se le encarama encima, pero ama demasiado a su princesita como para rechazarla.

Inmediatamente, la rodea con un brazo y con el otro brazo busca a Yue a tientas. La encuentra, la acerca y abraza a sus dos personas favoritas con sus brazos largos y fuertes.

Yue sonríe y sigue durmiendo. Rose también se queda dormida.

Es la imagen más linda que jamás se haya visto a Dylan aplastado por sus mujeres, envolviéndolas y protegiéndolas.

Un par de horas después, Yue se despierta y siente tanto amor dentro de ella cuando mira a su hija y a su esposo que aún roncan. Ambos hacen los mismos sonidos cuando duermen, es tan divertido escucharlos.

Rose se parece a Yue físicamente, por eso Dylan la adora, pero su personalidad es como la de su padre. Es precisa y pragmática... ¡Es demasiado responsable para su edad! Yue sigue diciéndole a Dylan que debería ser más desordenada a esa edad, pero nada de lo que hace Rose es desastroso. Incluso después de usar sus juguetes, los guarda todos sin dejar ninguno en el suelo. Aunque la mayoría de los padres pueden ver esto como algo bueno, a Yue le preocupa que Rose no sepa cómo divertirse. Sin embargo, Dylan constantemente le asegura a mamá que Rose está feliz de ser ordenada, ¡ella es simplemente así! Si Yue no la hubiera llevado en el vientre, y si Rose no fuera su viva copia, ¡Yue dudaría de que ella sea su hija!

Después de un rato, Dylan también abre los ojos y mira a Yue. Él sonríe y le lanza un beso. Yue le manda uno de vuelta; luego pasa su mano por el cabello de Rose y dice: "¡Los amo tanto a los dos!"

"¡Yo también!" él susurra.

"¡Ella es demasiado linda! ¿Me robó algo de espacio en tu corazón?"

"No, mi Luna. Me creció otro corazón justo al lado del primero porque mi amor por ti es tan grande que uno solo no podía contener lo que siento por las dos". Y besa la frente de Yue.

A Yue le gusta escuchar eso. Ella vive para él y necesita estar constantemente segura de que su afecto por ella es tan fuerte, o incluso más fuerte, que antes.

"¿Dylan?"

"¿Sí?"

"¿Te parece bien si nos quedamos así? ¿Si solo tenemos a Rose?"

Yue lo ha pensado durante mucho tiempo y no necesita otro hijo. Es perfectamente feliz como está. Menos mal que Dylan está de acuerdo.

"Claro, mi Luna. Esta es mi familia, y es más que suficiente para mí, ¡porque ya tú eras suficiente!"

Y de la nada llega Winnie para ocupar su lugar encima de Rose.

"¡Ay! ¡Estoy siendo aplastado! ¡Ese gato necesita bajar de peso! ¡Es obeso!"

Yue se ríe y Rose se despierta para unirse a la risa de su madre.

"¡Los cuatro somos una familia!" Yue exclama, acariciando a Winnie.

Un disparo al corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora