CAPÍTULO X

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Me pongo como loca. Emoción, nervios, euforia, desesperación. Todo esto multiplicado por 10 es lo que siento. ¿Cómo se le ocurre que va a venir? No no y no. No lo puedo conocer ahora, no así.

-Srita Montalvo, le mandan esto.-Dice la enfermera.

¡Por Dios! Es un arreglo floral tan grande como yo. Tiene rosas rojas, tres girasoles en la parte superior derecha, claveles y alcatraces, mis flores favoritas. La tarjeta dice:

"Aunque no sepa quererte de la forma que a ti te gustaría quiero que sepas que siempre te querré de la mejor manera que se, feliz día."
Santiago Córdova

Y suelto un grito gigantesco que provoca que mis padres entren rápidamente, pero al ver que todo esta bien se marchan.

Despierto, me duele todo y este yeso estorba mucho. Puta vida.

-Audrey, hay alguien que quiere verte. - dice la enfermera entrando en la habitación. Con sus ropas blancas pero su suéter verde fuerte como lo usan aquí en México.

-¿Quién es?

-Jorge Aguilar. Desea verte.-responde.

¿Quién demonios es ese? En mi vida lo había escuchado. ¿Será un doctor? Supongo que sí. Pero, si es un doctor, ¿Por qué no dijo algo como el Dr. Aguilar, o el Doctor Jorge Aguilar?

No es un doctor.

Bastante alto, moreno, cabello castaño quebrado, ojos claros y grandes. Unos labios grandes y carnosos. Cuerpo muy bien trabajado. Viste unos jeans azules, playera naranja ajustada con cuello v, y una chaqueta de piel negra. Su mirada es como de pena, pero no por mi, como sí a el le diera pena que lo mirara.
Se acerca lentamente a mi, y me extiende la mano.

-H-Hola- dice en voz baja y entrecortada.- Soy Jorge Aguilar, yo iba en el auto que te arrolló, quería asegurarme que estuvieras bien.-Dice apenado.

Una ola de furia invade mi torrente sanguíneo. Este imbécil primero me pasa su auto por encima, huye, ¿Y después mágicamente se preocupa por mi? Es un idiota, quiero estrangularlo.

-¿Pues que eres idiota?-su cara se transforma inmediatamente, parece asustado.- ¿Que clase de estúpido conduce ebrio a las 3pm y a medio centro? Mira lo que me hiciste, y tu como si nada.- estoy muy molesta.

Parece que va a llorar, creo que fui muy dura con mis palabras, pero no me arrepiento de ello, está intentando chantajearme. Lo he hecho con mis padres.

-Lo siento-Logra articular.-Yo no iba conduciendo, yo ni siquiera quería ir, es sólo que Alberto no piensa. Él quiso uhir, pero yo sabía que no esta bien. En verdad discúlpame. -Parecía sincero.

-Esta bien, tranquilo.-Respondí sin pensar. ¿Qué? ¿Cómo lo logró? Ahora yo soy la que me siento mal. No puedo creerlo.

Después de un rato de conversar me di cuenta que estaba riéndome como una tonta. Me agrada.

(...)

-Lamento que no haya podido ir, pero ese concierto hacia mucho lo pedían, prometo ir a verte en cuanto puedo-Dice Leo.

-No te preocupes, igual prefiero que sea cuando ya esté recuperada.-Respondo. Es toda la verdad.

-Te quiero.

-Te quiero más. -Respondo.

-Más tarde te llamo, recuperate. Te quiero mucho.

-Vale, te quiero más.

Me dijo que me quiere. Lo quiero.

Sin fronterasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora