CAPÍTULO VI

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A las 11:00pm, cuando creí no había esperanza de que Leo me mandara un mensaje sonó mi teléfono.

"Aún me duelen mis pies, dormiré como bebé jaja descansa"

¿Y adivinen quien sí lo mandó? Exacto, Santiago me mandó un mensaje. La verdad no le tomé mucha impartancia, para mi él era un chico cualquiera, y no se por que de repente parecía estar tan interesado en mi, pero tristemente no es mutuo. Leonardo es quien siempre ronda en mis pensamientos, el y su delicada sonrisa, sus ojos penetrantes que aún sólo he visto en fotografías, es más, en realidad ¿Quién me garantiza que es él? Sí no lo he visto como tengo la certeza de que no es un gordo, solterón, depravado de 48 y con 12 gatos que le robó las fotos a su sobrino el guapo, joven y perfecto.

(...)

Hoy es el gran día, lo conoceré, por fin. Abro los ojos, los froto, y me levanto inmediatamente, como nunca. ¿Que vestido elegiré? Éste es lindo, beige con pedrería, la espalda es de encaje floreado. Decidido. Entro al baño arrastrando los pies con esas pantuflas esponjosas verdes, me miro al espejo. ¡Por Dios! Que horror, lo bueno es que faltan 3 horas para su llegada.

Es hermoso sentir el agua caliente correr por mi cuerpo, el vapor, masajeo suavemente mi cabello con abundante shampoo, pongo gel de baño en la esponja y tallo cada centímetro de el. "Hoy lo veré". Este pensamiento sigue dando vueltas en mi cabeza.

Salgo del baño con una toalla en la cabeza y me dirijo hacia el secador y seco mi cabello castaño por media hora haciéndolo caer por mi espalda llegando hasta la cintura. Me pongo mi hermoso vestido ajustado de arriba y suelto de la cintura para abajo, unas sandalias del mismo color y me maquillo levemente, mis ojos delineados resaltan más y mis largas pestañas con un poco de rímel me hacen sentir hermosa.

Alguien toca a la puerta. ¡Que nervios!.
Mi mamá la abre, y lo veo de espaldas, tal parece que todo esta en cámara lenta.

-¡Audrey! ¡AUDREY! Ya es hora, ¿que no entras a las 9?

-¡Demonios! De nuevo.

Marco me matará.

"Buenos días bonita, ten un hermoso día. Con cariño Santiago."

Y una sonrisa se me escapa.

(...)

Es curioso pero llegue nada más y nada menos que 2 minutos antes de mi hora de entrada. Marco y Jaime me saludan con una gran sonrisa, como siempre.

-Buenos días señorita. -Dice Jaime, mi compañero. Es castaño, cabello risado, moreno claro, alto y algo fornido.

-Buen día Jy.

-Buen día Aud. ¿Cómo amaneciste?- Pregunta Marco, quien viste con un pantalón negro de vestir, camisa gris y corbata roja al igual que Jy, pero este en lugar de un suéter gris trae un saco negro muy ajustado.

Como siempre después de 4 horas se llega mi hora de comida y Clara está aquí puntual.

-Hola baby- me abraza y me besa exageradamente.

-Soñé extremadamente raro. O bello....

Y comenzamos a caminar hacia Deli Sushi, nuestro nidito de amor a la comida japonesa...

Sin fronterasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora