Capitulo III

58 25 4
                                    


Sábado 16 de mayo del 2020
                                                        17:35 Horas
Ellie Beasley

Cuando mis padres me sacaron de este insípido pueblo, creí que jamás regresaría, ja. Que ingenua fui al pensar que de verdad una ves fuera de este maldito lugar todo cambiaría.
Que ingenua fui al creer en lo que mis padres decían, "¡todo esto es por tu bien Ellie!" decía mi padre, "recuerda siempre, que nosotros te amamos y hacemos lo mejor para ti" decía mi madre y mírenme. Pasaron seis malditos años, sin mi familia, sin mis padres, en los que lloré eh incluso me lastimé por que no tenía a nadie que se preocupara por mi y aquí estoy de nuevo, en un lugar en el que jure jamás regresaría.  Parada frente a mi casa, mi antiguo hogar, volviendo a mi antigua realidad y trayendo consigo recuerdo que eh querido borrar. Solo observando la casa frente a mi sin el valor mental para entrar al lugar. Sigue igual, el gran portón negro, cubriendo toda la propiedad, aún así se que dentro de esta todo sigue igual o bueno casi todo.

Boone, situado en el noreste de Carolina del Norte, el lugar en el que crecí, el lugar en donde me destruyeron.

Todo sigue igual, al menos el panorama es el mismo, nada a cambiado a excepción por que ahí unas cuantas casas más que la última ves que estuve aquí, pero nada fuera de eso.

El camino fue largo, después de que pasó toda mi desgracia, entre en una depresión estrés pos traumática o eso fue lo que le dijo el médico a mis padres y ellos como los buenos padres que son y lo mucho que aman a sus hijos me enviaron a un internado en Berkeley (EE.UU.).

Recuerdo muy bien lo que dijo mi madre cuando me fui.

Ellie, nada de lo que paso es tu culpa mi amor, las tragedias pasan pero tenemos que superarlas y nosotros estamos contigo, lo vamos a estar siempre.—Mi madre tomo mi mano y le dio un leve apretón transmitiéndome tranquilidad, ella siempre ah tenido el poder de calmarme desde niña, supongo que es un super poder que tiene las mamás. La camilla es bastante dura y todo mi cuerpo está adolorido, palpitante debido a los dos días que eh estado atada a esta cama, no an dejado siquiera que me levante, para hacer mis necesidades, las enfermeras usan algo llamado "basílica" y aunque es incómodo y demasiado vergonzoso ya me estoy acostumbrado.

Ver a mi familia tan devastada me duele y mucho, entonces las imágenes regresan atormentando mis pensamientos, son como atornilladores clavándose en mi cerebro, cada imagen es más fuerte que la otra, cada recuerdo es más doloroso y me es inevitable apretar fuertemente la mano de mi madre mientras pequeños sollozos abandonan mi garganta, las lágrimas se hacen presentes y se que así será de ahora en adelante, mi vida se acaba de volver un infierno, un agujero negro sin salida lleno de dolor y mentiras que me carcomen el alma, que ensucian mi vida y se apoderan de mi felicidad volviéndola una oscuridad fría y siniestra, frívola sin sentido alguno. El dolor es tan grande que ya no me siento yo, es como si la Ellie de hace tres noches hubiera muerto dejando en su lugar a una Ellie podrida y hundida, una Ellie miserable llena de tristezas y recuerdos tormentoso.

—Hija te amamos y queremos que estés bien,—hablo mi padre desde el fondo de la habitación, ni siquiera me había percatado de su presencia, por lo general el y mi hermano solo entrar para decirme que todo va a estar bien y que tengo que ser fuerte. Claro que es fácil decirlo cuando no te encuetras en la misma situación que yo. Aún así se que ellos no son muy expresivos y se también lo mucho que sufren al verme en este estado solo que no saben cómo ayudarme.—Por eso yo y tú madre tomamos una decisión, es lo mejor para ti  y así será más fácil que superes todo lo qué pasó.—Entonces después de eso entendí, entendí que lo que iban a decirme no me agradaría mucho, una sensación de vacío se apoderó de la boca de mi estomago, con la manga de la fea bata que traigo puesta limpie el resto de mis lágrimas y sonreí a mis padres en señal de que continuarán, se que mi sonrisa estaba tensa pero ellos no parecieron notarlo pues mi madre fue quien siguió con el discurso.

—En dos horas serás dada de alta, el doctor nos informó recién llegamos.—hablo mi madre en un susurro mientras una solitaria lágrima resbalaba por su mejilla derecha, lentamente extendió un papel que tomó de la mesita que se encontraba aún lado de la cama y me lo tendió con una tristeza impregnada en sus facciones, tome lentamente el papel y mi mundo se vino abajo.—Es un boleto de avión para Berkeley (EE.UU.) tu abuela Mary te estará esperando en el aeropuerto, te quedarás con ella asta que empieces tus estudio en un internado privado al cual tu padre ya te inscribió, dormirás ahí de lunes a viernes y los fines de semana podrás visitar a la abuela, por el dinero no te preocupes estarás recibiendo mensualmente cierta cantidad para solventar tus gastos.—Mi padre asintió lentamente esperando mi reacción, y aunque por dentro estaba gritando y llorando desconsoladamente por fuera aparente estar bien y de acuerdo aunque fuera todo lo contrario. —Tus maletas ya están en el auto para cuando salgas de aquí tu papá te llevará, Mathew te desea suerte y te manda decir que te quiere mucho.—Esto ultimo lo dijo mi madre bajando la vista y una bomba explotando dentro de mi hubiera sido menos dolorosa que escuchar aquello, me estaban echando de sus vidas para no cargar con mi mierda y lo entendía, pero ni siquiera mi hermano tenía la puta desencia de despedirse de mi, solo me mandaba "suerte" pues yo le mando dos hectáreas de "Vete a la grandísima mierda Beasley"  sin decir más mi madre se levantó del respaldo de la camilla en la que me encuentro tendida y deposito un beso en mi frente " valla manera de demostrar tu amor madre" quise gritarle mas no tenía caso, ellos ya habían tomado su decisión y eso se respeta en la familia Beasley.

—Muy bien, ahora podrían dejarme sola, estas dos horas restantes quiero descansar.— Mi vos sono fría y distante pero eso a mis padres no les importo un carajo, ambos asintieron sin decir más y salieron por la puerta cerrándola al salir. Una ves sola quería llorar, gritar y sacar toda la maldita frustración que se siente en mi sistema, pero no lo aria, ya no más, me oblige a mi misma a dejar mi mente en blanco, me quede observando el techo inspirando el aroma a cloro y medicamentos que desprendía la habitación. Observando a la nada y perdida en la misma.

Un Enredo de Mentiras & SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora