Capitulo VI

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Tamara
Lunes 10 de Agosto del 2020
18:oo Horas
Una cruda verdad

Sabes que algo no está bien cuando un extraño presentimiento en el pecho te ahoga el alma, sientes esa sensación extraña de impotencia ante algo de lo que no estás segura si pasara o no. En este momento es como me siento, se que algo no está bien... y mi madre me lo confirma con su mirada perdida y la melancolía que desprende todo a su alrededor, no se que pasa y me aterra preguntar.

Me aterra lo que valla a responder, no se por que, pero simplemente creo que derramare un mar de lágrimas que no quiero derramar, su expresión en el rostro duele, mamá no esta bien. Ella es sin duda de las pocas personas a las que conozco de verdad y cuando esta tan callada quiere decir que está debatiéndose entre sí contarme el problema o no.

El pollo con arroz está casi intacto en mi plato, solo eh comido unas cuantas cucharadas y más de fuerza que por voluntad. Juego con el tenedor en mi mano pinchando el pollo con el y decido enfrentar las cosas, venga lo que venga es mejor saberlo desde ahorita.

-Está abierto... La puerta,-Susurre en tono bajo pero exigente, levante mi vista y me tope con los ojos oscuros de mi madre, ella me observo con tristeza mientras asentía levánteme con la cabeza y tomaba el vaso de agua que hace unos segundos sirvió para llevárselo a los labios, una ves que termino el agua, dejo el vaso aún lado y retiro el plato de comida que se encontraba frente a ella poniéndolo a un lado también, plato el cual está igual que el mío, con casi todo lo que sirvió. Puso sus manos en la mesa y me miro fijamente mientras se aclaró su garganta.

-Tú padre lo abrió ayer por la noche.... el,-suspiro fuertemente-el va a dormir ahí Tara.-Miro fijamente mi rostro, pero yo ya me había quedado en blanco, ¿por que? ¿Por que me hacen esto? Saben lo doloroso que es para mi ver la puerta cerrada... bueno pues duele muchísimo más verla entre abierta, tengo nueve años sin tener el valor de entrar a ese maldito cuarto y tengo mis razones. Las lágrimas picaron en mis ojos pero aún así le sostuve la mirada a mi madre quien me veía con verdadero dolor.

-¿Por que, mamá?-pregunté en tono bajo, mi vos sono un poco más ronca debido al sollozo que evitaba saliera de mi garganta, una solitaria lágrima corrió por mi mejilla y mi madre enseguida se levantó de su lugar para llagar rápidamente a mi costado y sentarse en el asiento vacío junto a mi. Tomo mi mano con la suya y dio un leve apretón.

-Hace un par de meses comencé a notar raro a tu padre,- observé a mi madre con atención mientras tomaba una servilleta de papel y limpiaba el resto de mis lágrimas, el dolor con el que dijo aquellas palabras me hizo un hueco por dentro.-creí que solo estaba estresado por el trabajo pero no era así, el se puso distante. Y hace una semana le encontré mensajes con una mujer,-mi madre estaba al borde de las lágrimas su vos estaba apagada y sus facciones contraídas, no podía creer lo que me estaba diciendo de verdad que no lo creía-El se estaba bañando, dijo que tenía que salir por asuntos de trabajo, mientras yo buscaba un buen traje para el su celular vibro, así que me acerqué pensando que tal ves era su jefe,-soltó una risa amarga y las lágrimas bajaron por sus mejillas- pero era el mensaje de una mujer diciendo que lo vería en el bosque a 7:00 de la noche, que se moría de ganas de estar con el entre sus brazos.- la rabia que sentí en cuanto mi madre me dijo esto fue tan grande que solté un pequeño grito en molestia, mi madre estaba soltando pequeños jadeos y sus ojos ya se encontraban hinchados, Mi papa, el hombre que yo creía intachable... estaba engañando a mi madre. Verla de ese modo tan vulnerable solo agrandaba mi irá, mi madre siempre fue fuerte, y verla tan devastada, tan frágil y tan perdida hacia que el re sentimiento hacia mi padre aumentará, no quiero volver al verlo, quiero que se large de nuestras vidas ¡Mierda! Siento que en cualquier momento voy a explotar si sigo conteniendo todas mis emociones. Entonces la realidad me golpea en segundos, ¿Mi padre abrió el cuarto de Melisa para dormir ahí?, ¿Entonces eso significa...,?

-El... -ni siquiera termine la frase por que mi mamá asintió lentamente, las lagrimas en sus ojos no sesaban y yo no podía hacer nada para reconfortarla para que estuviera siquiera un poco mejor.

-El me pidió el divorcio cuando lo encare con los mensajes, me dijo que..., me dijo que se enamoró de ella Tara- los sollozos de mi madre se hicieron más fuertes y constantes, el dolor apreciono mi pecho y las lágrimas no tardaron en salir, lágrimas de odio, de coraje, de tristeza, de impotencia pero más de dolor, me levante de la silla y me acerqué a ella para abrazarla, sus brazos me rodearon la cintura y su cara descanso en mi pecho, empapando mi camisa con sus lágrimas y yo empapando su cabello con las mías mis manos sobaban su espalda intentando reconfortarla sin embargo se que nada de lo que yo hiciera la aria sentir mejor. Para ella mi papá lo es todo o en este caso lo era. Tome su cara entre mis manos y la oblige a mirarme, ambas teníamos los ojos empapados pero saqué fuerzas de no se donde y logré hablar.

-¡Me tienes a mi! ¿¡Ok mamá!? pase lo que pase con el, tu y yo nos tenemos la una a la otra y siempre será así, yo siempre estaré para ti y vamos a salir de esta por qué tú eres la persona más valiente que conozco, ¿esta bien?- Ella asintió lentamente mientras se alejaba un poco de mi y limpiaba sus lágrimas con el delantal de la cocina, me regaló una débil sonrisa y se la regrese.

- Le dije que no quería que se quedara en casa, pero por ley no puedo echarlo asta que estemos separados, así que dijo que dormiría en el cuarto de....-cuando iba a terminar la frase la interrumpí

-¡No tiene ningún puto derecho Mamá!-Grite molesta, toda vía destruye nuestra familia, ¿y se cree con el maldito derecho de irrumpir el cuarto de mi hermana?, como puede ser tan cínico. Es mi padre y no dire que no le quiero pero ahorita el coraje y el resentimiento corre por mis venas cegando lo que es correcto y lo que no. El engaño a mi madre de la peor manera, y no solo a ella sino también a mi. Nos vio la cara por quien sabe cuanto tiempo y eso jamás se lo voy a perdonar.

-Tal ves no lo tiene hija, pero repito que no puedo echarlo y esta sigue siendo también su casa, así que tiene los mismos derechos que yo. Y aunque nos duela el estará durmiendo en el cuarto de Melisa.- dijo mi madre con tristeza y dolor, a mi también me dolía pero me las arregle para ignorar la punzada de resentimiento.

-No digas su nombre Mamá,-dije en vos baja-aún duele. Sigue doliendo y cada ves que alguien la menciona la herida vuelve a abrirse.-mi mamá asintió lentamente y habló.

-Tara, mi niña, ya pasó mucho tiempo es momento de cerrar las heridas y olvidar el re sentimiento, tienes que dejar de culparte por lo que pasó. No es sano para ti. -Sabía a donde iría la conversación y no estaba dispuesta a seguir con ella así que di un paso atrás y a sentí con la cabeza.

-Saldré un momento a caminar y intentar despejar mi mente, vienes conmigo tal ves te ayude a dejar un poco la tristeza.-pregunté intentando sonar animada pare fracasé.

-Vete tranquila hija, voy a estar bien.-Dijo mi madre forzando una sonrisa, no quería dejarla sola pero tampoco quería estar en casa.

-¿Estás segura?, no quiero dejarte sola mamá.-no tenía caso mentirle a ella, sabe cuanto me preocupo y mas si la veo en el estado que se encuentra. Soltó una leve carcajada y asintió

-Anda vete, solo procura no llegar tan tarde ni entrar a callejones oscuros, de noche es peligroso. -advirtió antes de ponerse en pie y recoger los platos de la mesa. Asentí con la cabeza mientras mordía levemente mi labio y me encaminaba nuevamente a mi habitación.

Una ves dentro de esta, me aventé a la cama y reprimí las ganas de llorar, quise llamar a Ellie pero no quiero que crea que soy demasiado molesta así que preferí no acerlo.

Un Enredo de Mentiras & SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora