NOTÓ que le hacían cosquillas y protestó.–No me despiertes.
–Pensé que eras una persona madrugadora.
Ella cambió de postura y gimió al ver el reloj.
–Lo soy cuando duermo bien.
Itachi se sentó en la cama, a su lado.
–Te he traído café.
–¿Café? –repitió Sakura, sentándose de un salto y aspirando el delicioso aroma.
Itachi se echó a reír y le dio la taza.
–Eres muy predecible. Bébetelo. Tengo una sorpresa para ti.
–¿De verdad?
–¿Qué te parece si hacemos una excursión?
–¿No tienes que trabajar?
–Tenten lleva tiempo insistiendo en que me tome algo de tiempo libre, así que he cancelado todas mis reuniones para los próximos dos días. Si necesitas más incentivos, te diré que vamos a hacer la excursión en moto.
–¿Sí? –volvió a preguntar ella, sintiéndose feliz–. Dame cinco minutos.
Itachi se echó a reír y se acercó a darle un beso.
–Estoy empezando a sentir celos de la moto.
La pareja pasó cinco días descubriendo Escocia y la campiña inglesa, y descubriéndose el uno al otro.
Al borde del lago Ness, bajo un cielo cubierto de nubes, Sakura clavó la vista en el agua oscura y comentó:
–Siempre he querido ver al monstruo.
Itachi se abrió el abrigo, la tapó con él y la abrazó con fuerza.
–No hay monstruo.
–No me estropees la diversión –protestó ella, apretándose contra su cuerpo–. He decidido que voy a hacer esto todos los años.
–¿Venir a buscar al monstruo del lago Ness?
–No –respondió Sakura, dándole un codazo–. Tomarme una semana para descubrir un lugar en el que nadie me conozca. Tal vez incluso me saque el permiso de conducir motocicletas.
Él la miró divertido. Y Sakura se perdió en sus ojos negros hasta que notó algo frío en el rostro y miró al cielo.
–¡Itachi! ¡Está nevando!
Él la contempló sonriente y le limpió el copo de la cara.
–Pues sí. No es habitual en esta época del año, pero es cierto que hace el suficiente frío.
Sakura empezó a reír y salió de sus brazos para exponerse a la nieve.
–Es la primera vez que veo nevar. Es precioso.
–Tú sí que eres preciosa –le dijo él, acercándose y dándole un beso que le hizo olvidar la nieve.
Cuando por fin se apartaron, Itachi le preguntó:
–¿Estás contenta?
Sakura sintió que se derretía bajo su mirada.
–Feliz.
.
.
.A la mañana siguiente, su última mañana de viaje, Sakura se relajó en la pintoresca habitación de un pub de Yorkshire en el que habían pasado la noche.
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DESIERTO DE TENTACIONES
FanfictionEra un acuerdo temporal... ¡Pero la fecha de la boda ya estaba fijada! La estrategia de la princesa Sakura era muy sencilla: evitar una unión indeseada buscándose ella a un prometido temporal. El príncipe del desierto Itachi, que tenía fama de s...