Virginia

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Estoy mirando el oscuro y frío techo de la habitación. Otra noche más en vela que se suma a una lista de tantas que ya he perdido la cuenta. Siento el frío y la humedad penetrar mis huesos, incluso traspasando las sábanas y mi pijama. Necesitaba calor e, irónicamente, Craig estaba a mi lado. Pero por algún motivo, no sentía esa necesidad de pasión.

Él duerme, con un brazo debajo de mi y el otro en una posición un tanto incómoda, que me hace preguntarme como puede conciliar el sueño así. Se oye el gotear de una lluvia ligera contra la ventana, pero ni siquiera eso me tranquiliza... no hay nada que me aleje de mis pensamientos.

Hemos pasado casi todas las fiestas de navidad juntos. Todo aquel drama con Stan se siente como si no hubiera ocurrido jamás. No nos hemos visto en todas las vacaciones. Ni si quiera he visto a Kenny; pensaba que quizás estaba exagerando, al fin y al cabo, los cuatro pasamos mucho tiempo juntos, quizás por dos semanas que no nos viésemos... pero él no parecía estar de acuerdo cuando me mandó aquel mensaje. "¿Te acuerdas de nosotros?". Me siento culpable.

Incluso a Craig le extrañó que no hiciera planes con mis amigos. Lo cierto es que tengo miedo. No sé si quiero seguir viendo a Stan, y tampoco sé como pude tomar la decisión que tomé la última vez que nos vimos. Siento que tuve que ser más fuerte de lo que yo mismo me creía capaz. Mañana es el primer día del segundo semestre, y no creo estar preparado para ver a Stan. Llevo estos días pensando en él, en como le habrá sentado lanzarse a una piscina que estaba completamente vacía... en si estará bien.

Craig se mueve ligeramente hacia mi. Entonces le miro y pienso en lo atractivo que es y en lo afortunado que debería considerarme... pero sigo sintiéndome triste.

A veces me gusta pensar en las cosas buenas que tiene Craig, y me ayuda mucho a remar en nuestra relación, como si fuera un bote salvavidas. Me gusta el color verde de sus ojos, lo negro que tiene el pelo, sus marcas en el cuello y en la espalda, lo alto que es (más incluso que Stan), y aunque a veces sea muy serio conmigo siempre encuentra la forma de tener detalles tiernos que demuestran sus sentimientos.

Sigue moviéndose, como si se encontrase incómodo. Abre los ojos ligeramente, y cuando me ve, termina de desperezarse.

—¿Qué hora es? —pregunta somnoliento y con voz ronca.

—No lo sé... creo que las 3 de la madrugada.

—Uhm... ¿no puedes dormir? —pregunta mientras termina de despertarse del todo.

—No...

Me sonríe pícaramente y yo inmediatamente me pongo un poco tenso; ya hemos llegado a ese punto en nuestra relación en donde con mirarnos ya sabemos que es lo que el otro quiere.

—¿Quieres que te ayude a relajarte? —me pregunta sugerente mientras empieza a acariciarme el costado con la otra mano.

Yo me sonrojo y me dejo llevar, como hago siempre últimamente.

Me besa con ternura, siento sus fríos y dormidos labios rozar los míos con alevosía. Coloco mis brazos rodeando su espalda casi instintivamente y él se coloca encima de mi, mientras una de sus manos se cuela debajo de mi camisa. Me sorprende lo calientes que están sus manos. Acaricia mis pezones suavemente, y va bajando lentamente por todo mi torso hasta llegar a mi entrepierna, por encima del pantalón.

A pesar de la experiencia bastante buena de Craig, empiezo a preocuparme mucho cuando no siento nada fuera de lo normal... él sigue besándome mientras me intenta estimular, y cuando se da cuenta de que no consigue nada, deja de besarme y me mira.

—Ehm, ¿realmente quieres...?

—Claro —le respondo de inmediato.

Me ruborizo de la vergüenza que me produce la situación. Él pasa a besarme el cuello con pasión, sin dejar de tocarme. Noto como me empiezo a poner muy nervioso. Miro al techo en busca de inspiración, mientras tanto, él continua dirección hacia abajo, recorriendo todo mi cuerpo con sus labios y su húmeda lengua. Cuando finalmente llega, me baja un poco los pantalones junto con la ropa interior. Yo cruzo los dedos, pidiéndole a dios por primera vez en mi vida que mi entrepierna reaccionase. Pero a pesar de los esfuerzos y del cariño de mi novio, eso no pasó.

Sueños Húmedos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora