La sala de espera

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[ KYLE POV OFF / todo el capítulo ]

Stan se da la media vuelta en el pasillo y aunque no consigue correr (ya aprendió la lección en su día), sí que anda a paso ligero. Ni siquiera había pensado en que se estaba marchando en el descanso, a mitad de clases. Lo cierto es que no le importaba ni lo más mínimo, en ese momento lo único de lo que se preocupaba su cerebro era de no colapsar allí mismo.

Cuando sale por la puerta del instituto, se agacha y se apoya en sus rodillas, e intenta inspirar y expirar lo más relajadamente posible, pero le cuesta. Un compañero de equipo coincide con él en la entrada y le pregunta si está bien. Stan asiente y recompone su postura.

—Cualquiera diría que eres quarterback —le comenta el muchacho bromeando.

Stan fuerza una sonrisa para disimular y su compañero se marcha.

Después de unos minutos en la entrada, empieza a procesar poco a poco lo que acaba de hacer: decirle a Kyle que no pueden seguir siendo amigos.

"La he cagado" piensa en bucle. Empieza a ponerse nervioso tratando de averiguar como arreglar lo que acaba de hacer. Siente como su mente va a mil por hora, hasta que se da cuenta de que esta parado en medio de la entrada de su instituto, con gente a su alrededor entrando y saliendo, mirándole como a un bicho raro.

"Será mejor que me vaya a casa" decide Stan, viéndose sin fuerzas para volver a entrar ahí y hacer frente a sus decisiones.

Andando hacia su casa, comienza a llover.

"Joder, lo que me faltaba" piensa mientras trata de usar su mochila como paraguas improvisado. Pero de nada sirve, porque al llegar a casa su ropa esta empapada. Stan no puede parar de pensar en lo irónico que resulta un día lluvioso justo hoy.

—¡Stanley!

No le hacia falta ser adivino para saber que al entrar en ese estado a casa escucharía una reprimenda de su madre.

—¡Estas empapado! ¿Dónde esta tu paraguas?

—No lo sé, mamá.

—Vete a darte una ducha caliente y cambiarte de ropa... ¿y por qué no estas en el instituto? —le pregunta de forma acusatoria.

Stan, que estaba a punto de comenzar a subir las escaleras para ir al baño, se detiene por unos segundos y como sabe que no tiene la cabeza para pensar en estos momentos, tira por la excusa fácil.

—No me encontraba bien —le dice en un tono apagado.

Su madre parece creerle, porque decide no regañarle ni seguir preguntándole. Aun así, sigue pareciendo preocupada por él. Stan ya estaba acostumbrado a esa preocupación constante, era como si desde hace menos de un año se preocupase más por él que en toda su adolescencia. Y por alguna razón, el no conseguía entenderlo.

Stan se da una ducha de agua caliente. Al salir de la ducha, el vapor empaña el espejo. Él mira su reflejo difuso y borroso en el, y decide dibujar una espiral con un dedo. No quiere salir del baño, así que permanece en el, se lava los dientes, las manos... incluso curiosea las cosas de sus padres. Su hermana ya no tenía cosas en el baño, ya que se las llevó a su residencia universitaria.

Cuando el vapor desaparece, Stan se vuelve a mirar en el espejo, y se da cuenta de que lo poco que queda de la espiral que dibujó, está justo sobre el reflejo de su cabeza. Paranoico, piensa "debo estar volviéndome loco".

Va a su habitación, se viste y se queda sentado en su escritorio durante horas, con sus manos cruzadas. De vez en cuando mira tras la ventana y observa la lluvia, sin parar de pensar si él estaría mirando también lo mismo.

Sueños Húmedos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora